¿Será el universo femenino la seña de identidad de Apple TV+?
'The Morning Show'

¿Será el universo femenino la seña de identidad de Apple TV+?

'The Morning Show' y 'Dickinson', las series más aplaudidas de Apple, podrían darnos pistas sobre el rumbo que quiere tomar la plataforma para desmarcarse de sus competidoras.

Jennifer Aniston y Steve Carell en 'The Morning Show' / Crédito: Apple TV+

¿Qué tiene el periodismo para atraer tanto la atención de la ficción televisiva? ¿Se trata de una cuestión de puro narcisismo del sector? Sea como sea, en su estreno en el mundo del streaming, Apple ha escogido como mascarón de proa de su oferta la enésima serie sobre los entresijos del periodismo televisivo, aunque, eso sí, actualizado a los tiempos convulsos del #MeToo. Con The Morning Show, una de les series más caras de la televisión actual (las dos temporadas encargadas han costado 300 millones de dólares), Apple TV+ ha tirado de nombres con relumbrón para saltar al ring de la guerra de plataformas. Jennifer Aniston, Reese Witherspoon -estas dos también productoras- y Steve Carell. Ellos son las tres patas que sustentan un drama de tintes clásicos y sin grandes innovaciones formales, pero que confía en el poder de seducción y el estatus de estrellas de sus protagonistas -sobre todo las femeninas- para atraer a los espectadores.

The Morning Show se centra en las interioridades de un magazín matinal similar al veterano Today de la cadena NBC, que lleva en antena desde 1952. La comparación no es casualidad, parte de la trama de la serie se inspira directamente en uno de los mayores escándalos de la historia de la cadena: en noviembre de 2017, Matt Lauer, uno de los presentadores de Today y miembro del equipo de informativos de la NBC, fue despedido a raíz de diversas acusaciones de acoso sexual. En la serie de Apple TV+ el despedido es Mitch Kesller (Carell), que durante 15 años ha presentado el programa despertador al lado de Alex Levy (Aniston). La decisión de la cadena deja a Alex sin compañero televisivo y la sume en una crisis personal y profesional que la llevará a replantearse su futuro y empoderarse. En este contexto aparece Bradley Jackson (Whiterspoon), una periodista (con muchas opiniones) que después de muchos años pululando por cadenas de tercera recibirá una oportunidad profesional prácticamente caída del cielo.

‘The Morning Show’ cambia la perspectiva masculina de Sorkin por la femenina poniendo el mayor peso de la trama sobre los personajes de Aniston y Witherspoon

Por su clasicismo formal, sus diálogos y temática, The Morning Show recuerda poderosamente a series de Aaron Sorkin como The Newsroom o Studio 60 on the Sunset Strip. Es inevitable pensar en el creador del Ala oeste de Casa Blanca cuando la serie tira de «Walk and Talk» -pensada para reforzar la sensación de ajetreo y estrés que viven los personajes-, una de las señas de identidad de Sorkin desde Sports Night. Sin embrago, The Morning Show cambia la perspectiva casi siempre masculina de Sorkin por la femenina poniendo el mayor peso de la trama sobre los personajes de Aniston y Witherspoon, a pesar de que este último parece por el momento ancorado en ciertos clichés de tía dura.

Detectada la herencia de Sorkin y constatada la poderosa presencia de sus protagonistas (Aniston está especialmente inspirada), vale la pena preguntarse qué ofrece The Morning Show a un espectador sobresaturado de ofertas seriéfilas. La respuesta es un relato honesto que busca analizar las complejidades del movimiento #MeToo, que desde 2017 intenta sacar a la luz pública los casos de acoso y abuso sexual. Con caras conocidas como las actrices Alyssa Milano o Evan Rachel Wood, el movimiento ha tenido un importante impacto en la industria del entretenimiento y ha servido para exigir responsabilidades a personas como Harvey Weinstein o Louis C.K. A través del personaje de Mitch Kessler, que se resiste a considerarse a sí mismo un depredador sexual y afirma que todas las relaciones que tuvo eran consentidas, la serie plantea los claroscuros del movimiento y la necesaria reevaluación de comportamientos que hasta hace un par de años nunca se habían puesto en cuestión.

Cuando explotó el #MeToo, The Morning Show ya estaba en fase de preparación y los primeros guiones que había presentado Jay Carson, su creador, no habían gustado especialmente a sus productores que, finalmente, decidieron prescindir de él y buscar un nuevo showrunner. El proyecto fue a parar a manos de Kerry Ehrin, guionista de Parenthood y una de las creadoras de Bates Motel, quien acabó transformando la historia de un magazín matinal en una disección de uno de los movimientos feministas con más impacto de los últimos años. «Queríamos que fuera cruda y honesta, vulnerable y desordenada y que no hablara de los temas en términos de ‘blanco o negro’, obviamente», ha explicado Ehrin, que rehízo la serie prácticamente por completo. Vistos los cuatro primeros episodios -Apple estrenó los tres primeros juntos y luego ha seguido con emisiones semanales como lo hace HBO- parece que la serie está bien encarrilada para conseguir su objetivo.

A pesar de la eficacia de la serie y de sus actores, es imposible sortear la sombra de duda sobre si el duo Aniston-Witherspoon es suficiente aliciente como para sumar un gasto más a la lista de suscripciones que ya acumulamos. Y es que aunque su precio mensual es bastante más bajo que el de la mayoría de sus competidores -4,99 euros al mes-, la oferta de Apple TV+ es aún pequeña y sobre todo dispersa, ya que no se intuye una línea clara del tipo de producciones que quieren hacer. Amazon es el reino del indie, Netlix es una churrería y HBO es sinónimo de calidad. ¿Cuál es la seña de identidad de Apple TV+? Más allá de The Morning Show, ha sido Dickinson, una dramedia juvenil basada en la vida de la poeta Emily Dickinson desde el punto de vista actual, la que se ha convertido en su estreno más comentado. ¿Será la narración del universo femenino el estandarte de la plataforma del gigante tecnológico?

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