Historia del Hip-Hop a través de las series - Serielizados
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Historia del Hip-Hop a través de las series (parte I)

El idilio entre el rap y la televisión se remonta a principios de los 80. Viajamos hasta esas pistas de baile del Bronx para conocer cómo y quiénes lo originaron.

DJ Kool Herc a los platos en 'Vinyl'

Iba el otro día por la calle -fantástico, el artículo empieza como un monólogo mediocre de Comedy Central- escuchando en mis auriculares «Juicy» de The Notorious B.I.G y no pude evitar sentirme el puto amo. Mis pasos se sincronizaron con el beat y mi balanceo de hombros adoptó una actitud de bad boy realmente patética. Me encanta el rap, me encanta el hip-hop, pensé.

Al llegar a casa, huérfano de series, decidí investigar si podía hallar alguna sobre el tema. Así encontré en Netflix la serie documental Hip-Hop Evolution, producción original de HBO, en la que el rapero canadiense Shad hace un repaso de la historia del rap desde su nacimiento en los setenta hasta su boom definitivo a mediados de los noventa, a través de entrevistas con los grandes nombres de este género musical. Esta excelente serie documental de cuatro capítulos, muy recomendable, me animó a buscar cómo se ha plasmado el hip-hop en el mundo de las series y qué relación guardan ambos mundos. Dentro repaso cronológico:

De pocos géneros musicales se conoce con tanta exactitud su fecha y lugar de nacimiento como del hip-hop. Fecha: 13 de agosto de 1983. Lugar: 1520 Sedgwick Avenue, Bronx, New York. Motivo: fiesta de cumpleaños de la hermana de un DJ que llegó para cambiarlo todo, DJ Kool Herc. Un joven Kool Herc de dieciséis años se marca una sesión instrumental como nadie antes había escuchado, mientras su colega Coke La Rock vitorea nombres de otros amigos y anima a la gente a bailar a través de su micrófono.

Aquel día todo cambió. Los ritmos de Kool Herc fascinaron al Bronx entero, siendo estos el origen de lo que más adelante serían las bases sobre las que los rapsodas urbanos desarollarían su arte lírico. Por este motivo Kool Herc es considerado el padre del hip-hop, detalle que no se les pasó por alto a los guionistas de la malograda Vinyl, serión producido por Martin Scorsese que por desgracia se canceló tras su primera temporada.

En una escena de la serie, podemos ver a Kool Herc experimentando en los platos y probando transiciones entre el soul y el funk -brutal el señor mayor bailando James Brown-, pariendo en sus vinilos un estilo que a día de hoy domina el mundo. De esas sesiones de DJ Kool Herc, comandadas por baterías y bajos sin más adorno instrumental, surge también un nuevo tipo de baile: el break dance. Esta danza de extrarradio pegó fuerte, tan fuerte que años después incluso la serie de baile por antonomasia, Fama, le dedicó un capítulo entero en su tercera temporada.

Afrika Bambaataa, capaz de crear el electrofunk e impulsar la Gran Zulu Nation, merece una serie

Kool Herc puso la semilla, pero no la base sólida. Para eso debemos saltar a la siguiente generación del hip-hop. Hablamos, por ejemplo, de Afrika Bambaataa. Un apunte sobre él: un tío capaz de crear el electrofunk mezclando a James Brown y Kraftwerk y que además impulsó la Gran Zulu Nation para terminar con las guerras de pandillas afroamericanas y puertorriqueñas en el Bronx, merece una serie. Apunten, productores.

Aunque el gran nombre de esta segunda oleada del hip-hop no es otro que Grandmaster Flash. Este nombre os sonará si habéis visto la serie The Get Down en Netflix, pues tiene allí un papel relevante. The Get Down nos cuenta cómo el Bronx fue testigo del nacimiento de las primeras bases de hip-hop y de los primeros Maestros de Cerimonias (MC, los que hoy en día llamamos raperos sin más), todo ello narrado con bastante gracia y una excepcional banda sonora.

Grandmaster Flash fue el primer DJ que puso las manos en el vinilo para detener la música y desplazarla hacia adelante y hacia atrás a su antojo -marcaba con crayones el punto del vinilo en el que quería detenerse o hacer el loop-, creando así conceptos como el scratch. The Get Down lo reconoce como un pionero del rap, y no es para menos, puesto que su grupo Grandmaster Flash & The Furious Five -él en los platos y cinco voces rapeando de forma pionera sobre las bases- fue el primero de la historia del hip-hop en dar conciertos por todo el mundo.

Como curiosidad, estos primeros raperos dicen que una de sus grandes influencias fue el cantante y habitual de la televisión –The Ed Sullivan Show, Rowan Martin’s Laugh-InPigmet Markham y su canción «Here Comes The Judge», que a pesar de ser de 1968 tiene un inicio que recuerda sorprendentemente al estilo rap y hip-hop que vendría décadas después.

La democratización del hip-hop llegó tras una noche de robatorios masivos en 1977. Hasta el más tonto del Bronx se hizo con un equipo de mezclas

Hasta este momento, el hip-hop era aún parte de la escena underground. ¿En qué momento empezó a instalarse en el mainstream? Tras el gran apagón de Nueva York en 1977 y la consecuente noche de pillaje, hasta el más tonto del Bronx se hizo con un equipo de mezclas. La democratización del hip-hop llegó tras una noche de robatorios masivos en la oscuridad. Los DJ’s proliferaron increíblemente y se producieron las primeras batallas de gallos, en las que dos raperos improvisaban versos sobre una base y se decidía el vencedor por los decibelios de los vítores y aplausos del público presente.

Gracias a esas batallas hemos podido disfrutar en el siglo XXI de uno de los mejores canales de Youtube de la historia, Epic Rap Battles of History, en el que podemos ver batallas de gallos que enfrentan a Stephen Hawking contra Albert Einstein o a Adolf Hitler contra Darth Vader. Insuperable. Uno de los grandes raperos de esta era es Grandmaster Caz, que viene al caso para nuestra siguiente parada en este repaso: Sugarhill Gang y la canción Rapper’s Delight.

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Sugarhill Gang, grupo creado por la productora Sylvia Robinson, fue el primer grupo de hip-hop de la historia en grabar un álbum de estudio (1980) gracias a su rompepistas Rapper’s Delight, un temazo que estoy seguro que conoceréis todos. El problema es que la letra es un plagio de las rimas que Grandmaster Caz hacía en las fiestas del Bronx junto a Kool Herc. Este plagio llevó al estrellato a Sugarhill Gang, que con Rapper’s Delight se instalaron en el imaginario estadounidense y mundial gracias a esta canción legendaria. La hemos podido escuchar en series como Entourage, One Tree Hill e incluso mereció una escena entera con cameo de la banda en la divertidísima Scrubs. Un atraco musical muy provechoso para los ladrones. A veces el precio del éxito es la integridad ética.

Cuando antes hablaba de The Grandmaster Flash & The Furious Five, he escogido su canción “The message” para ejemplifcar su música, y no ha sido en vano. Esta canción es un hito en la historia del hip-hop, pues fue la primera que en vez de hablar de fiesta tenía un mensaje social -de ahí el nombre- muy crítico con las condiciones de vida en los barrios afroamericanos de las grandes urbes de los Estados Unidos. La letra de esa canción cambió el paradigma del rap e insipiró a la nueva generación, capitaneada por Run DMC, quienes iniciaron con sus letras una revolución social y con su estilo una revolución estética. El DJ y productor de las bases de Run DMC es el mítico Jay Master Jay, cuyas creaciones musicales han retumbado en infinidad de series: Ray Donovan, One Tree Hill, The Office o Caso Abierto son solo algunos ejemplos.

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El productor de este grupo no fue otro que Rick Rubin -¡un blanco amante del hip-hop en los ochenta!-, que también produjo a otros grandes nombres de la época. En primer lugar, los Beastie Boys, de los primeros no afroamericanos en rapear con cierta decencia y que llegaron para rellenar la demanda de universitarios blancos que empezaban a interesarse por esa música negra de los suburbios. Aquí podemos ver a los Beastie -o sus cabezas, más bien- dando un concierto en Futurama.

Hablando de blanquitos, merece la pena echar un vistazo a la serie animada Chozen, que relata la vida de un rapero gay blanco que acaba de salir de prisión. Fantástico. El otro éxito en el cual Rick Rubin estuvo detrás fue el de LL Cool J. Así de primeras no os sonará, pero LL Cool J es James Todd Smith III, uno de los actores principales de NCIS: Los Angeles. Los vínculos entre rap y series son inagotables. Por cierto, Rick Rubin también produjo al rapero Mos Def, al que pudimos ver en Dexter interpretando a un cura con gran influencia en la eterna lucha interna del asesino en serie de Miami.

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