Aikido, o el arte de la paz interanimal
Más que el nazismo o el culto satánico, el veganismo es -muy por encima del feminismo- el gran enemigo de la opinión pública generalizada.
No hay revolución sin contracultura.
Abrimos este espacio crítico para hacer temblar la Tercera Edad de Oro de la televisión.
Más que el nazismo o el culto satánico, el veganismo es -muy por encima del feminismo- el gran enemigo de la opinión pública generalizada.
O cómo la nostalgia está resucitando series de la nada.
Para todos los que aún no se han atrevido a salir del armario. Salgan, desnúdense, peguen a su cuñado, a su primo, a su novio/a. Rompan el televisor y lancen el portátil con la web de Serielizados por la ventana… Después de leer este artículo.
La mediocridad campa a sus anchas en la caja tonta, de la misma forma que lo hace en el séptimo arte, la literatura o el arte conceptual. Por cada Matthew Weiner, Vince Gilligan o David Simon, hay veinte Kurt Sutter y cincuenta Ryan Murphy.
Es de noche y hace frío. El suelo está aún mojado. Sale vapor de una alcantarilla. Andas completamente solo por un polígono del extrarradio. Te giras para comprobar que nadie te sigue. No has dicho nada a tus padres, no lo entenderían. Tiemblas. No duermes. Ni siquiera comes. Te acercas a una puerta y llamas con un código. Se abre una ranura y ves unos ojos intensos mirándote fijamente que te preguntan: “¿Qué serie te pongo?”
El problema de las series españolas no es de los actores o de las actrices, ni siquiera de los guiones o de la dirección: es un asunto de percepción, de desprecio absoluto al espectador
Las ciudades televisivas, queriendo ser la representación de la paranoia colectiva estadounidense, carecen por completo de realismo.
Para bien o para mal, Glee es cultura musical a diestro y siniestro; y a veces lo siniestro adopta la más aterradora de las formas
Si tiene usted un foro mínimamente público y es usted mínimamente opinativo habrá probado las mieles de los que le ven como un pato frente a una escopeta de doble cañón
El seriéfilo debe ser exterminado. Su dictadura ha llegado demasiado lejos. El pueblo debe rebelarse contra el tirano. Y si hay que armarse y salir a la calle, se hace. Lo que sea para que vuelvan los tiempos en los que ver una serie era simplemente eso, ver una serie. Metallica no podía estar más en lo cierto: kill 'em all
Netflix legaliza y potencia el consumo patológico de series en vena
Este domingo la HBO pone fin a una de sus series más irregulares. Tan irregular que su propio creador la abandonó ya hace más de 2 temporadas
Asúmelo, te pirra la palabra “Best-seller”, eres el campeón municipal del zapping en tu pueblo y nunca entrarías en una página como Serielizados. De hecho no sé por qué sigues por aquí… porque SÍ, ME REFIERO A TI.