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El género de la comedia romántica no goza de la mejor fama. El menosprecio al que se le somete habitualmente ha propiciado la aparición de un nuevo tipo de comedias poblado de personas detestables, como Love o You’re the worst, que sucumben al amor a regañadientes. El giro se ha repetido en tantas series que ya se ha sumado a la lista de tópicos contra los que intentaba luchar cuando apareció. Por eso, cuando ves Lovesick, una buena comedia romántica de gente corriente, se renueva la esperanza para el género y podemos afirmar que lo amamos, aunque eso nos pueda convertir en un paria entre nuestro grupo de amigos.
Como explicaba Mindy Kaling en el artículo ‘Flick Chicks’, aparecido en el New Yorker, no es fácil decir que te gustan las comedias románticas. “En los últimos veinte años, el género ha sido tan degradado que decir que te gustan las comedias románticas es prácticamente una admisión de estupidez”, escribía la que fue guionista de The Office.
Aunque no siempre coincidamos con Kaling –su serie podría haber tratado mejor el género y la comedia en general–, en esta ocasión le damos la razón y también afirmamos, como hace ella, que cuando aparece una buena comedia romántica, como es Lovesick, la disfrutamos. Estrenada originalmente por Channel 4 con el título Scrotal Recall, la serie creada por Tom Edge fue cancelada después de una primera temporada de seis episodios. Entonces, Netflix apareció al rescate y, después de cambiarle el título por uno que sonara menos gamberro (Scrotal Recall juega con el título de la película Total Recall, de Paul Verhoeven) produjo dos nuevas temporadas.

Si bien su título original hacia presagiar una comedia pasada de vueltas, la realidad es que la serie se mueve más por el terreno del optimismo y el ‘feel good’. Lovesick se centra en las desventuras de Dylan (Johnny Flynn), un chico al que diagnostican clamidia y que se ve obligado a contactar con sus ex parejas para informarlas de un posible contagio. A partir de la lista que elabora se va destejiendo la madeja de su vida sentimental, que siempre se acaba enredando en el mismo nudo: Evie (Antonia Thomas, vista en Misfits y ahora en The Good Doctor), su mejor amiga.
La serie se acerca al espíritu de la comedia romántica británica, que rebaja las dosis de edulcorante
Según ha explicado Edge, con esta comedia quería explorar nuestra preocupación por cómo recordamos nuestro pasado y qué hay de verdad en él. Cada uno de los episodios lleva por título el nombre de alguna de las mujeres que aparecen en la lista de Dylan. La búsqueda de cada una de ellas, con continuos flashbacks que permiten reconstruir la vida sentimental del protagonista, parecía augurar una nueva Cómo conocí a vuestra madre y, con ello, un final decepcionante.
Sin embargo, la serie consigue alejarse del aura ‘meant to be’ que rodeaba a Ted Mosby y se acerca al espíritu de la comedia romántica británica, que rebaja las dosis de edulcorante. De hecho, algunos de sus episodios más memorables son los que contienen los momentos más melancólicos o realistas o que muestran los instantes de más honestidad de los personajes.

Aunque con diferencias, hay en Lovesick algunos toques de la película Cuatro bodas y un funeral, en especial en cómo construye y retrata el grupo de amigos de Dylan, que incluye a Luke (Daniel Ings, visto en The Crown), su amigo seductor empedernido, y Angus (Joshua McGuire), el chico pusilánime acongojado por su mujer. Más allá de las idas y venidas entre Dylan y Evie, la comedia también explora otras formas de amor, como el que está en la base de cualquier buena amistad. El ‘bromance’ entre Dylan y Luke o la complicidad entre este último y Evie son historias que enganchan tanto o más que la vida amorosa del protagonista.
Si hay algo que enamora de Lovesick es su abanico de personajes, desde los protagonistas a los secundarios (como Jonesy o Abigail), que forman un grupo compacto que nos hacen recordar los mejores momentos de comedias como Friends.