'La vida sexual de las universitarias': Mis nuevas mejores amigas televisivas
'La vida sexual de las universitarias'

Mis nuevas mejores amigas televisivas

La nueva serie de Mindy Kaling ('The Office', 'Yo nunca') es un retrato divertidísimo y emocionante de las amistades que nacen durante la etapa estudiantil.
La vida sexual de las universitarias

En las series, cuatro es el número mágico que conforma cualquier buen grupo de amigas que se precie. Cuatro eran las protagonistas de las Chicas de oro (que pronto podemos disfrutar de nuevo en Disney+), de Sexo en Nueva York, de Girls, de Insecure, de Dollface y de la recién estrena Harlem, en Amazon Prime. Cuatro también son el número de integrantes del grupo de protagonistas de La vida de sexual de las universitarias, el nada fácil y poco comercial título de la comedia de HBO Max que ha llegado para alegrarnos la vida y regalarnos unas nuevas mejores amigas televisivas. Aviso para navegantes, esto no es un chusquero American Pie femenino: hay sexo, pero quizás un poco menos del que parece prometer el título de la serie.

Mindy Kaling, fogueada en la sala de guionistas de The office e impulsora de uno de los éxitos adolescentes recientes de Netflix, Yo nunca, nos adentra con La vida sexual de las universitarias en las aventuras de cuatro compañeras de habitación que se conocen en su primer año en la universidad (ficticia) de Essex, en Vermont, una especie de Hogwarts. Cada una de ellas proviene de un origen diferente: tenemos a Bela, americana de familia india, que sueña con dedicarse a la comedia (hola, alter ego de Mindy); Kimberly, de clase trabajadora y pocos posibles económicos; Whitney, hija de una senadora i deportista con carrera prometedora; i Leighton, una pija de Nueva York que físicamente es un trasunto de la Cher de Fuera de onda. En un principio podría parecer que la mezcla de estos cuatro perfiles está destinada al fracaso, pero no es difícil adivinar que entre ellas nacerá una amistad que dejará huella (que para eso nos hemos puesto a ver esta serie).

En las series en que los grupos de amigas juegan un papel clave siempre se tiende a que cada una represente un tipo de mujer o chica diferente. Esta (comprensible) estrategia puede coger dos vías, o el trazo gordo o el retrato más o menos poliédrico. Por suerte, Kaling, que en Yo nunca ya ha dado muestras de saber escribir personajes femeninos jóvenes que se escapan de la simplificación, nos presenta cuatro chicas que poco a poco nos van demostrando que quizás no son tal como creíamos que eran en un principio. Que nadie se alarme, aquí no hay dramas sombríos, aunque se traten cuestiones tan serias como el acoso, aceptarse a una misma o las dificultades de encajar en un entorno que no es el tuyo. Kaling trabaja siempre desde el mensaje positivo, algo que a muchos les debe parecer una opción anticuada o, directamente, una ñoñería pero que es tremendamente efectivo a la hora de conectar con los espectadores.

Las tragedias intensísimas de Euphoria son impactantes y descorazonadoras pero es más probable que tu paso por la universidad o el instituto se parezca más a los dramas cotidianos de las cuatro amigas de Essex que al espiral autodestructivo de Rue y es con eso con lo que juega Kaling. La vida sexual de las universitarias es ligera sin pasarse y tremendamente divertida. Todo ello aderezado con un toque de nostalgia soterrada que se hace evidente en la careta de inicio, con una imagen y una música un poco retro, sin serlo del todo, que te hace pensar en aquellos que creías que eran los mejores años de tu vida.

«Quería hacer una serie a través de mujeres que, aunque son muy diferentes entre sí, tienen una actitud descarada hacia la sexualidad» (Kaling)

El poso de nostalgia que tiene La vida sexual de las universitarias seguramente se debe al hecho que Kaling y Justin Noble, cocreador de la serie, han cogido elementos de sus propias experiencias universitarias –la naked party es real– y las han actualizado con detalles que estudiantes actuales de Yale y Dartmouth compartieron con ellos durante el proceso de preparación del proyecto. Así, La vida sexual tiene la virtud de poder ser, a la vez, atemporal y tremendamente contemporánea.

Kaling ha explicada que cuando ella era joven las únicas ficciones que habían sobre el paso por la universidad tenían, únicamente, una visión masculina y que con esta serie quería darle una vuelta de turca al género. «Quería hacer una serie en que el sexo se viera desde un prisma positivo y a través de mujeres que, aunque son muy diferentes entre sí, tienen una actitud descarada hacia la sexualidad y una gran emoción por vivir nuevas aventuras», ha detallado Kaling, que confiesa haber tenido una adolescencia y juventud sexualmente reprimida.

Ahora que a todos nos gusta señalar el talento femenino y la ficción femenina, La vida sexual de las universitarias se ha ganado un puesto en el ranking no solo gracias al hecho de tener una creadora sino también por el amplio y diverso abanico de mujeres que aparecen en la serie y su retrato de la sororidad. Para aquellos que aún creen que proyecto con sello femenino es igual a fracaso, HBO Max ha anunciado que es el mejor estreno de comedia de la plataforma del 2021. Si llevabais años buscando la sustituta perfecta para la felicidad que os aportaba Las chicas Gilmore ya podéis parar: La vida sexual de las universitarias es la respuesta a todas vuestras plegarias.

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