Barroso: "La convulsión social es caldo de cultivo de buenas historias"
Mariano Barroso, director de 'El día de mañana'

«La convulsión social es caldo de cultivo de buenas historias»

En ocasión del estreno de 'El día de mañana' nos sentamos a charlar con su director, Mariano Barroso, sobre ficción y sobre el poder de la calle en los años 70.
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Movistar+ lo ha vuelto a hacer. La plataforma de pago sigue aumentado su catálogo de producción propia siendo fiel a una clara apuesta por ofrecer un producto de calidad basado en una fórmula tan sencilla como potente: atraer nombres propios de la cinematografía española para desarrollar series de un calibre artístico y técnico muy elevado. Así, en menos de doce meses nos han llegado series como Vergüenza de Juan Cavestany, La Peste de Alberto Rodríguez, La Zona de Alberto y Jorge Sánchez-Cabezudo, Mira lo que has hecho de Berto Romero y Carlos Therón, Félix de Cesc Gay o la reciente Matar al padre de Mar Coll.

Este viernes 22 de junio le toca el turno al guionista y director Mariano Barroso con El día de mañana, adaptación de la novela homónima de Ignacio Martínez de Pisón. Barroso, flamante presidente de la Academia de Cine y director de películas como Todas las mujeres, Éxtasis, Hormigas en la boca y Mi hermano del alma acepta el desafío y nos entrega, quizá, la mejor de las series de Movistar+ hasta la fecha. El día de mañana nos cuenta, con la ambición de una superproducción y el pulso narrativo de un thriller político setentero entre Coppola y Costa-Gavras, la historia de Justo Gil a lo largo de doce años en la Barcelona del tardofranquismo. Justo es un personaje misterioso, embaucador y ambicioso decidido a triunfar y sobrevivir a pesar de que sus acciones afecten a las personas que le acompañan por el camino.

En El día de mañana, Barcelona se presenta como un telón de fondo irrepetible para una época convulsa y llena de cambios en la que una generación de jóvenes tenía en sus manos ser el motor del cambio, para bien o para mal. En esta Barcelona que Justo Gil ve como, en palabras del propio Mariano Barroso, “el territorio de los sueños, el sitio en el que hacer realidad sus aspiraciones”, se desarrolla una historia en la que a través de la vivencias de Justo Gil se interrelacionan empresarios poderosos, policías sin escrúpulos, inmigrantes humildes, jóvenes idealistas, juerguistas de la clase alta así como la historia de un amor imposible viciado por las mentiras, la deslealtad y la falta de moral.

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El dia de mañana cuenta además con un magistral Oriol Pla en el papel de Justo Gil y un reparto que mezcla con gusto y equilibrio intérpretes jóvenes y con hambre como Aura Garrido, Jesús Carroza, Diana Gómez, Bruna Cusí, Javier Beltrán y David Marcé junto a veteranos de calibre como Karra Elejalde –enorme Comisario Landa–, Pere Ponce, David Selvas, Pep Munné, Pep Cruz o Álex Casanovas. Para coronar el resultado, la serie viste de una recreación impecable y luce una espléndida fotografía que, pese a retratar una ciudad que muchos recuerdan más gris que los uniformes de la policía, opta por hacer notar la luz que impregna Barcelona y la cotidianidad de la vida de sus protagonistas.

En ocasión de la presentación de la serie de seis capítulos disponibles en Movistar Plus desde el 22 de junio, tuvimos la oportunidad de entrevistar a su director Mariano Barroso:

¿Cómo ha surgido el proyecto? La novela original es de 2011, ¿Fue Movistar quien te propuso el proyecto? ¿La planteasteis siempre como una serie?

El proyecto me lo propuso el productor [Fernando Bovaira] que lo tenía acordado con Movistar y me ofreció desarrollarlo y dirigirlo. Desde el inicio lo planteamos como una serie y precisamente por eso creo que fue un reto apasionante –los mejores retos son los difíciles– porque se trata de una novela muy compleja de estructura, con muchas voces hablando sobre un solo personaje que no tiene voz propia y tuvimos que organizar de forma cronológica todos los eventos y luego darle esa voz protagonista al protagonista, a Justo Gil.

‘El dia de mañana’ gira alrededor de una pregunta muy concreta pero nada sencilla de responder, ¿Quién es Justo Gil?

Exacto. Justo Gil es muchas cosas y esto creo precisamente que es el gran hallazgo de la novela y de la serie. Y es que para cada persona con la que se relaciona, Justo Gil es una persona diferente. Para unos es un miserable, para otros es alguien a quien salvó la vida, para otros es un tipo encantador, para otros es una rata… Justo es todas esas cosas aunque en realidad es la suma de todas ellas. Es un personaje de estos que te encuentras en la vida que te conmueve por completo, de esas personas que dices “joder, ¿qué le pasa? ¿Qué misterio esconde?”. Personas que son un misterio por completo y así es como es Justo Gil. Y así son el tipo de personas que, sin duda, se merecen novelas y series sobre ellas.

barroso pla garrido el día de mañana - Víctor bello - Movistar+ - Serielizados

Mariano Barroso dirigiendo a Oriol Pla y Aura Garrido (Foto: Víctor Bello)

Si para cada personaje con el que se cruza Justo Gil significa algo distinto, ¿Para ti qué significa?

Para mí es un personaje que es moralmente cuestionable. Un tipo repugnante y detestable que sin embargo humanamente es adorable. Es un pobre diablo, un tipo que quiere hacer el bien lo que pasa es que no dispone de un mapa, no tiene herramientas y no conoce el código.

¿Qué esperas que los espectadores encuentren en ‘El día de mañana’ que sea diferente al resto de ficciones españolas?

Pueden encontrar el retrato de una época, de un personaje que al final del franquismo quería encontrar su propia identidad. Encontrarán precisamente una galería de personajes que están en busca de su identidad y que no encuentran cuál es su camino porque entonces las condiciones tampoco se prestaban a ello. Por otra parte, también encontrarán una recreación de la época bastante elaborada y fiel pero pasada por el filtro y los ojos de los que la vivieron.

La novela y la serie transcurren en Barcelona durante el tardofranquismo (60s-70s) y la serie presenta una recreación ambiciosa y creíble. ¿Crees que es más difícil recrear una ciudad en un tiempo relativamente cercano, del que todos podemos tener cierta referencia, que recrear una época mucho más lejana en el tiempo?

«Si te pusieras a mirar ‘Mad Menfijándote sólo en las ventanas y en si todo cuadra con la realidad del Nueva York de esa época, no la disfrutarías»

Es mucho más fácil recrear una historia ambientada en la época medieval que una historia ambientada en los años setenta, sin duda. Por ejemplo, no hay una sola acera en Cataluña que esté como estaba en los años setenta: si no hay bolardos, es que la calle es peatonal… y a la hora de ponerte a trabajar y elaborar la recreación de la serie, supone una movida enorme. Al final debes asumir que existe una mezcla de realidad y ficción que lo hace verosímil porque la recreación total es imposible. Si te pusieras a mirar una serie que me fascina como Mad Men, fijándote sólo en las ventanas y en si todo cuadra con la realidad del Nueva York de esa época, no la disfrutarías.

Esa Barcelona de la serie se ve como una ciudad única para una generación única, con ganas de cambios. ¿Qué diferencia ves con la Barcelona actual? ¿Existe aún algo de esa Barcelona y de esa generación que retrata ‘El día de mañana’?

Sí, claro que queda, ¡y mucho! Queda la Barcelona cosmopolita, entonces ya lo era o lo empezaba a ser de alguna otra manera. Queda una ciudad muy abierta, más de lo que lo es cualquier otra ciudad del resto del estado. Y luego también quedan las partes más oscuras, las más divididas, las más crispadas y contradictorias. Eso sigue igual, para bien o para mal es la esencia de la ciudad.

En la serie vemos en todo momento una ciudad convulsa, con manifestaciones, conflictos entre policía y activistas, etc. En esa mirada a una Barcelona convulsa, ¿Has buscado paralelismos con la situación política actual? ¿Ves similitudes entre ambas épocas?

Yo por deformación profesional, termino valorando las cosas en función del peso dramático que tienen. Por eso sí que veo paralelismos entre las dos épocas: la convulsión que está viviendo la gente es similar y eso hace que ambas épocas puedan ser un caldo de cultivo idóneo para buenas historias, para encontrar ficciones potentes y personajes interesantes. Podríamos decir que la convulsión en sí misma no es nada buena para vivir en ella porque es muy inquietante y no te deja dormir bien pero por otra parte es muy necesaria para hacer buen cine y ficción en general.

manifestación el día de mañana - Víctor bello - Movistar+ - Serielizados

(Foto: Víctor Bello)

Más allá de los elementos de thriller político/policial que incluye la trama, ‘El día de mañana’ nos habla de la ambición como motor de vida y el papel importante que tienen los ideales y los sueños a la hora de forjar el carácter de una persona joven. ¿Qué crees que es peor, hacer daño a las personas en busca de un sueño o el hecho de traicionar uno mismo a sus propios ideales?

Esa es una buena pregunta sin respuesta [risas] ¡Habría que hacer muchas películas y series para encontrar la respuesta! Por eso creo que hay cosas que los personajes no pueden llegar a controlar. Justo Gil en este caso, tiene un objetivo muy claro. Más que un objetivo, tiene una pulsión de la que ni siquiera él es consciente. Y claro, en su camino va dejando cadáveres sin llegar a ser consciente de ello y por tanto se traiciona un poco a sí mismo.

¿Qué referentes cinematográficos y/o televisivos tuviste? Por ejemplo, hay una escena de una fiesta privada, cuando Justo toma ácido, que parece sacada de Malas Calles, de Scorsese.

Sin duda, Malas Calles y Scorsese siempre están allí presentes. Pero hay una miniserie que me fascina, Carlos, de Olivier Assayas, que he tenido muy presente en todo momento. Luego también volví a películas de Carlos Saura. Y sobre todo, a películas catalanas de esa época como Noche de Verano de Jordi Grau, o las películas de Josep Maria Forn. Casi todas ellas, películas ambientadas en la Barcelona de esos años sesenta y setenta. Luego claro, como decía, el cine americano de los setenta siempre está allí. No sólo Malas Calles, también el cine de Coppola y Spielberg. Referentes personales que uno ya lleva muy dentro.

Para terminar, hace poco fuiste nombrado nuevo presidente de la Academia del cine. Estamos en un momento de muchos cambios en el sector donde precisamente los cineastas estáis realizando series de televisión y las plataformas de ‘streaming’ están retando a los modelos tradicionales. ¿Tenéis intención de abordar este tema? ¿Crear más sinergias entre el mundo de las series y el cine?

De momento estamos instalados justamente en este debate sobre qué hacer. Somos conscientes que por una parte las películas si no se estrenan en salas no existen como sí a nivel legal ni para el público en muchos casos y que por otra parte, hay una realidad que no podemos ignorar que es esa pujanza de las series y las plataformas de streaming que hay que valorar. En todo caso, estoy absolutamente abierto a buscar el encaje entre estas dos realidades y las oportunidades que esto puede ofrecer, aunque por ahora no sé cuál será ese encaje. Son tiempos de grandes desafíos en nuestra industria y eso siempre es interesante y estimulante.

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