Crítica 'We Are Lady Parts': "This is us, for us, by us"
¿LA VEO O NO LA VEO?

‘We Are Lady Parts’: «This is us, for us, by us»

Recientemente estrenada en Filmin, esta comedia británica creada por la talentosa Nida Manzoor nos presenta un grupo de adolescentes musulmanas integrantes de una banda de punk rock.

Nuestra sección La veo o no la veo quiere solucionar uno de los problemas que más os estresan. ¿Cuál de estas tropecientas series empiezo? Los catálogos son cada vez más extensos y el hype, menos piadoso. No tenéis tiempo de verlo todo, pero nosotros sí. He aquí un breve desglose de las virtudes y los vicios de un estreno reciente para que podáis tomar la decisión: ¿La veo o no la veo?

Hoy toca hablar sobre We Are Lady Parts.

Background

Nacida de un blap de Channel 4 (término que usa la cadena para referirse a sus cortos de comedia, gran cantera de talentos), We Are Lady Parts sigue a Amina Husseinen, una soñadora chica musulmana, en su búsqueda del marido perfecto. O eso parece.

Más interesada en encontrar a un príncipe azul que en desarrollar su talento musical secreto – algunos musulmanes estrictos consideran la música como algo prohibido (¡Halal!) –, Amina se dedica a fantasear con sus pretendientes mientras estudia de forma aplicada un postgrado de microbiología. 

¿Es Amina la pieza que sacará a Lady Parts de la trastienda y las impulsará al estrellato?

Pero todo cambia el día en el que Saira (Sarah Kameela Impey), la cantante principal de un grupo de punk rock compuesto por 3 chicas musulmanas llamado Lady Parts, ve en Amina a la guitarrista perfecta. El problema es que cuando Amina entra en la lúgubre y mal iluminada carnicería halal guiada por un cartel de «Se busca guitarrista», lo que ella está buscando es un marido, no formar parte de una banda.

Busca, concretamente, al «misterioso hombre musulmán de ojos radiantes, pelo largo y cejas pobladas» que le entregó un folleto con la dirección del lugar. Pero Saira, empeñada en conseguir que la enamoradiza estudiante acepte unirse, decide implicar al resto del grupo en su particular misión de busca y captura

Hay muchas cosas en juego: ¿Es Amina la pieza necesaria que sacará a Lady Parts de la trastienda de la carnicería y las impulsará al estrellato? ¿Podrá Amina darse un respiro en su búsqueda del amor y cultivar su pasión por la música?

Las actrices Anjana Vasan (Amina), Juliette Motamed (Ayesha), Sarah Kameela Impey (Saira) y Faith Omole (Bisma)

Y atentas a las integrantes de la banda: primero tenemos a la temperamental Saira, cantante y corazón de Lady Parts; una chica reivindicativa y tatuada que se dedica a la música… y a la carnicería. Luego está Ayesha (Juliette Motamed), conductora malhumorada de Uber de día y enérgica batería de noche. Seguida de Momtaz (Lucie Shorthouse), manager y directora del grupo, cuyo pasado está rodeado de misterio pero cuyo presente gira entorno a la venta de lencería. Y finalmente, la calmada Bisma (Faith Omole), bajista, madre y dibujante de un cómic autopublicado sobre un grupo de mujeres jóvenes que se convierten en «maníacas homicidas cuando tienen la regla».

¿Quien no querría formar parte de este peculiar grupo de amigas? 

A qué nos recuerda

¿Por donde empiezo? Si te ha gustado Girls5eva y necesitas otra buena dosis de música gamberra y girlbands, esta es tu serie.

We Are Lady Parts combina el tono romántico-desesperado de El diario de Bridget Jones, con el humor ácido de Michaela Coel en Chewing Gum, y el feel coming of age adolescente de Yo nunca, de Mindy Kaling.

No te gustará si…

Te gustará.

No te preocupes, que te gustará. ¡Lo prometo!

Te gustará si…

Si ansías ver diversidad en pantalla. Conectar con otras realidades. Y reírte. Reírte mucho.

We Are Lady Parts es una maravillosa exploración de la auto-expresión femenina y la hermandad, llena de divertidas secuencias oníricas, tomas surrealistas de marionetas y canciones pegadizas.

Veredicto

Debéis verla.

Este es un raro, divertido, y emocionante retrato de la juventud femenina musulmana y todo aquello que implica. Lady Parts, con su música y su hermandad nos permiten vislumbrar esa experiencia tan concreta.

Estamos ante una serie importantísima en términos de representación. Rara vez hemos visto en pantalla a una familia negra feliz (y aún menos teniendo en cuenta que estamos hablando de una mujer musulmana negra), o a una mujer con niqab en un cargo de poder.

Una serie sobre mujeres que encuentran su voz, escrito por una mujer perteneciente a una comunidad marginada que también ha encontrado su voz

Nosotros, al igual que Amina, esta sea probablemente la primera vez que conocemos a chicas así. Y no hay nada más placentero que dejarnos llevar por su contagiosa energía anárquica y punk.

«Recuerdo que recibí el correo electrónico para la audición», comentaba la actriz Sarah Kameela Impey (Saira). «y aunque ya había visto el blap pensé: ‘No me puedo creer que alguien haya escrito esto; no me puedo creer que estos personajes puedan existir en la pantalla«.

Anjana Vasan (Amina) también comentaba: «A veces, en los guiones se desglosan los personajes y la descripción se limita, literalmente, a ‘musulmán’…como si eso explicara cómo se supone que hay que interpretar al personaje. Pero con We Are Lady Parts nos encontramos con un un guión que no hacía eso. Y no sólo con uno de los personaje, sino con todos»

We Are Lady Parts está disponible en Filmin.

Además, We Are Lady Parts está escrita con un más que palpable conocimiento de causa. Al final de los dos primeros episodios, Nida Manzoor, la estupenda creadora y guionista de la serie, ya se ha burlado de una serie de estereotipos que nos dejan vislumbrar su componente más «meta». Es evidente que estamos ante una serie sobre mujeres que encuentran su voz, escrito por una mujer perteneciente a una comunidad marginada que, efectivamente, ha encontrado su voz.

Y lo que nunca deja de llamar la atención es lo novedoso, alegre y refrescante que resulta todo ello. La serie nos presenta con una sutileza casi orgánica una visión diferente de la vida de las mujeres musulmanas completamente alejada los estereotipos a los cuales suelen ser asociadas. Una imagen que dista mucho de la concepción occidental que tenemos sobre ellas en términos de cómo viven el feminismo, sus relaciones familiares y de pareja, las expectativas a las que se atañen, o su visión sobre la religión.

«Ha sido una experiencia catártica, casi terapéutica. He plasmado mis miedos y ansiedades en los personajes»

Manzoor dinamita todas estas preconcepciones lapidarias a través de un grupo de mujeres protagonistas que actúan en sus propios términos, con personalidades distintivas que las hacen apasionantes y diferentes entre ellas.

Cuando parecía que se habían reducido los espacios para las disidencias, estas han buscado su propia luz y espacio en un mundo donde la gente parece interesarse y ver solo aquello que le conviene. «Ha sido una experiencia catártica, casi terapéutica. He plasmado mis miedos y ansiedades en los personajes» decía Manzoor. 

Este es un firme recordatorio de la diversidad presente en las comunidades musulmanas (a menudo ignoradas por los medios de comunicación dominantes), y de como las rupturas en lo normativo u ordinario son vitales para poder entender, apreciar, y convivir en harmonía con el resto.  

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