Carta a... un guionista sin trabajo
La fórmula del éxito

Carta a… un guionista sin trabajo

¿Quieres triunfar de una vez en el mundo de la televisión? Estos 5 consejos te ayudarán a construir una trama insustancial y llena de tópicos que cualquier cadena sabrá apreciar.

¿Quiere hacer una serie? ¡Claro! Nada más fácil. ¡De verdad! Vea, siéntese aquí, le explico: Tenemos la fórmula ya patentada. Infalible. Cinco temporadas garantizadas si sigue usted el patrón. Está testado y confirmado, esto es lo que le gusta a la gente, ¿sabe?

La serie tiene que girar entorno a una pareja. Un hombre y una mujer. Pero atienda, que aquí viene el truco:

El hombre debe ser un genio en algo, ¡inteligentísimo! Debe ser capaz de ver cosas que los humanos normales no ven, un talento único que lo angustia y le hace un pelín asocial. Un galán rebelde que solo se rige por sus propias normas. Elegante, educado, culto, pero póngale también algún fallito. Si es refinado, hágalo cobarde. Si es muy listo, hágalo pedante, o chalado. ¿Lo pilla?

El hombre tiene que tener pendiente una gran cruzada secreta, ¡un gran misterio! Pero no se preocupe por pensar cuál todavía. Vamos dando pistas al azar y las ligamos luego en la cuarta temporada.

«La organización necesita desesperadamente los talentos del hombre. Se resisten, porque es un civil y es impredecible, pero al final tienen que ficharlo»

La mujer es normalmente más joven. Una tipa dura y tozuda, capaz de manejarse pero novata en una organización de inteligencia: FBI o CIA son lo básico pero cualquier trío de siglas sirve. Normalmente hacemos que sea una división especializada en un tipo de crimen concreto, pero si se nos acaban las ideas les metemos casos de lo que sea y decimos que tienen un interés personal. Fácil, ¿ve? Un caso por capítulo, y para el final de temporada uno especial que dura dos.

La organización necesita desesperadamente los talentos del hombre. Se resisten, porque es un civil y es impredecible, pero al final tienen que ficharlo. Y le asignan a la novata como enlace. ¿Por qué ella? ¿Por qué no otro agente con experiencia? ¡Insisto, cuarta temporada! Ella las pasa canutas intentando controlar al tipo, pero él ve en ella su conexión con la realidad, eso da mucho juego.

Alguna vez sí que hemos intercambiado los sexos de la pareja, como en Bones. Es importante hacerlo por cuotas de diversidad, que hoy por menos le cuelgan a uno de los pulgares, pero es importante no divergir demasiado del patrón ¿sabe? Hemos probado de todo pero al final lo mejor es ceñirse a lo que funciona. El tipo: misterioso, la chica: novata. Y así. Lo que le irá bien es hacer al jefe negro o mujer, o las dos cosas. Una figura de poder. Así nadie puede quejarse, ¿sabe?

¿Le suena la dinámica? ¿Sí, verdad? Bueno, eso es porque tenemos en cartera numerosos éxitos con el mismo esquema. ¿Castle? Idea nuestra. ¿El mentalista? Siete temporadas de gloria. Lie to Me, Elementary, The Listener… ¡No me haga seguir! Series interminables con una fan base discreta pero completamente adicta. Nuestras series no estarán tan de moda como las “joyas de culto”. No las comparten en Facebook ni se hacen camisetas. Pero ¿sabe?, las ven igual.

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Ah, y un tema esencial: Es importante que los protagonistas no copulen. Nunca. Jamás. Página uno del manual de estilo, ¿vale? La tensión sexual debe alargarse y alimentarse durante el tiempo que haga falta. Tienen que darse celos mutuamente, malentendidos… de eso lo que quiera. Pero nunca, y le repito, NUNCA pueden consumar.

Está comprobado, ¿sabe? El espectador invierte en la relación y nunca debe retirar esos fondos. La cópula de los protagonistas provoca…somnolencia postcoital. Una versión televisiva de eso o algo así. Hay estudios, creo. Mire aquí: ¿House y Cuddy? Tensión total. ¿Sexo? Jamás. Diez temporadas. ¿Homeland? Todo bien hasta que se lían. Luego pfffffffft, pabajo. Está todo ahí, ¡véalo usted mismo!

Me vendrá usted luego en la tercera temporada con que quiere desarrollar a los personajes, explorar nuevos caminos, pero le aviso, será el principio del fin. Y yo le digo ¿Para qué? Si funciona no lo toque, hágame caso. A la que empieza el fornicio bajan los ratings.

«La chica tiene que aprender a confiar en el hombre, ese es el arco emocional de su personaje. Al final él tenía razón desde el principio»

Una forma de evitarlo es plantear la relación entre los dos como algo más paternal. Tendría que encontrar un actor mayor. Lo probamos en Fringe y en The Blacklist y funciona bien. Menos morbo, sí, pero así se evitan tentaciones.

La primera temporada es esencial: la chica tiene que aprender a confiar en el hombre, ese es el arco emocional de su personaje. ¿Cómo? ¡No se preocupe! Tenemos una fórmula testada, no falla. El truco es conseguir que la organización para la que ella trabaja sea corrupta, ¿lo entiende? ¡Ella está dividida! ¿Soy fiel a los míos, o hago caso al genio éste? Al final él tenía razón desde el principio. Y claro, ella cae en sus brazos. ¡Figuradamente eh! No se olvide. Todo tiene que ser muy así, muy amor cortés. Ellos dos juntitos pillan al jefe malvado del FBI o la CIA o la CUP o lo que toque, y a partir de ahí está ya encarrilado.

No se preocupe por nada, ¡lo difícil está hecho! ¿Para qué arriesgarse? Esto funciona, una y otra vez. ¡No, no! Nadie se ha quejado nunca, las similitudes son algo “bueno”.

¿Sabe lo de malo conocido o bueno por conocer? Aquí lo tenemos cincelado sobre cada puerta. Por cierto, ¿quiere algo? ¿Un café? No, café solo no hay. Tenemos descafeinado con azúcar, es lo que le gusta a la gente, ¿sabe?

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