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No me gusta el concepto de actor/actriz secundario o de reparto. Que exista un protagonista en una serie no implica que debamos bajar de categoría al resto de personajes que aparecen en ella. El concepto de spin off es la mejor muestra de que a menudo detrás de estos supuestos secundarios hay universos igual de ricos -o más- que en el caso de los protagonistas. Frasier Crane, Saul Goodman o Aída en el plano nacional son ejemplos clarísimos. Dentro de mi predilección por los personajes secundarios, los que me apasionan especialmente son las manos derechas de los protagonistas; aquellos personajes cuya ayuda resulta vital para el desarrollo de la trama y para que el aclamado héroe/antihéroe de la serie salga victorioso de sus múltiples peripecias. Y de entre todas las manos derechas, en ninguna confiaría más que la que brinda Tommy Flanagan.
La primera imagen que viene a la mente cuando hablamos de Tommy Flanagan es la enorme cicatriz que cruza su cara. Una imagen demasiado potente para pasarla por alto. Sí, la cicatriz es real. Sí, le rajaron la cara de lado a lado con una navaja a la salida de un club. La Sonrisa de Glasgow. Criado en un arrabal de la ciudad escocesa, la infancia y juventud de Flanagan no fueron un camino de rosas, y esa marca en su rostro es el más terrible recuerdo de ello. A la vez, con el paso de los años y su ascenso como intérprete, esa misma cicatriz se ha convertido en su rasgo físico más característico, atribuyendo un plus de personalidad a sus personajes que los ha convertido en antológicos para muchos espectadores. Ya sabéis lo que dicen, quien sonríe último sonríe mejor, incluso en Glasgow. Pero vayamos a lo que realmente nos interesa aquí y dejémonos de cotilleos baratos, hablemos de la carrera del bueno de Flanagan.
Flanagan ha ejercido en numerosas ocasiones de mano derecha de grandes personajes en películas como ‘Braveheart’ o ‘Gladiator’
Tommy Flanagan es uno de esos especialistas en papeles de reparto, y de hecho es complicado encontrar a lo largo de su trayectoria un papel principal. Y no le hace falta. Para entender los roles de sus personajes en series, hay que tener en cuenta antes que ya en la gran pantalla Flanagan ha ejercido en numerosas ocasiones de mano derecha de grandes personajes en películas tan míticas como Braveheart (uno de los más leales guerreros de William Wallace), Gladiator (mayordomo de Máximo Décimo Meridio, comandante de los Ejércitos del Norte, general de las Legiones Fénix, leal sirviente del único emperador Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada) o más recientemente en la segunda parte de Guardianes de la Galaxia (camarada de Yondu, otro de esos personajes secundarios que merecen ser principales). Desde el día uno de su carrera como actor, Tommy Flanagan estaba destinado a convertirse en una suerte de Samsagaz Gamyi malote y de mirada fría. Un camino que llegaría a su cúspide en un pueblo californiano de mala muerte gobernado por unos moteros con muy mala hostia y muchos enemigos. Pero antes de Charming Town, antes de Sons of Anarchy, Flanagan ya había hechos sus primeros pinitos en televisión.
A lo largo de los años noventa apareció en varias series británicas de forma esporádica, en capítulos sueltos o haciendo papeles más de figurante que de otra cosa. Un buen ejemplo es A Mug’s Game, una miniserie escocesa sobre un pueblecito pesquero y su industria local del pescado donde Flanagan hace de -redoble de tambores- pescador. Cito esta serie porque está disponible en Youtube y resulta entretenida de ver en gran parte por el magnífico y cerrado acento escocés de todos y cada uno de sus actores. De hecho, el marcado acento escocés de Flanagan ha sido otra de sus grandes armas interpretativas a lo largo de su carrera. Dios bendiga la tierra de Sean Connery, Irvine Welsh y Willy de los Simpson.
Precisamente al lado de otro escocés, Gerald Butler, lo veríamos en su mayor proyecto televisivo antes de Sons of Anarchy. Fue en 2001 y se trató de Attila, una miniserie de un total de tres horas de duración que narra la accidentada y sangrienta llegada de Atila el Huno a los bordes del Imperio Romano. Con Butler haciendo de Atila -es gracioso ver a todo su ejército repleto de mongoles y a él comandándolo con su cara caucásica-, a Flanagan se le reservó el papel de su hermano Bleda. Vemos que “la constante Flanagan” -así la bautizo yo ahora mismo- también es aplicable a las series; siempre lo encontramos a la derecha del protagonista listo para ayudarlo como el más fiel de los perros guardianes. Y eso es lo que hace que sus personajes estén entre los favoritos del público.
‘Sons of Anarchy’ se debe ver a pesar de pertenecer al mainstream, tanto por sus tramas que te dejan con el culo torcido como por la profundidad de sus personajes
Y entonces llega 2008, año de su consagración absoluta gracias a unas de las series más mediáticas de la última década: Sons of Anarchy. “Ridin’ through this world, all alone, God takes your soul, you’re on your own [entran guitarras rasgándote el alma]”. No es necesario introducir la maravilla ideada por Kurt Sutter que durante siete temporadas consiguió que medio mundo amara una banda de moteros asesinos; Sons of Anarchy es una de esas series que se debe ver a pesar de pertenecer al mainstream, como Breaking Bad o Los Soprano, tanto por sus tramas que te dejan con el culo torcido como por la profundidad de sus personajes. Ya hablé en Serielizados sobre Jax Teller, el gran Sol de SOA, el astro sobre el que todo orbita, la melena rubia más admirada del mundo seriéfilo, pero no hice especial hincapié en la importancia que tiene Chibs para entender a Jax. ¿Que quién es Chibs? Pues Tommy Flanagan, por supuesto.
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El personaje de Chibs -palabra del slang escocés que significa navaja- va ganando peso a medida que la serie se desarrolla. En todo momento es parte importante de la mesa de los Sons, pero es en las dos últimas temporadas cuando su figura se convierte en imprescindible, puesto que es la única persona sobre la faz de la Tierra en quien Jax confía plenamente. En las votaciones, Chibs vota a favor de las propuestas de Jax siempre; en los planes a espaldas del club, Chibs apoya a Jax siempre; si Jax dice que una persona debe morir, Chibs cruza a esa persona de por vida, aunque esta se trate de otro miembro del club como Juice.
A lo largo de la serie se establece una relación paternofilial entre Juice y Chibs, que se erige como protecor del escocés. Un protector, sin embargo, que no te perdona si traicionas al máximo protagonista de la serie, claro está. Con un pasado en el IRA que da mucho juego durante toda la serie debido a los negocios de tráfico de armas entre el club y el grupo terrorista irlandés -en la tercera temporada incluso el club al completo se desplaza a Belfast, donde su desoladora historia personal adquiere una enorme profundidad-, Chibs poco a poco va robando protagonismo en pantalla a otros grandes de la banda de moteros como Bobby o Tig. Tras la muerte de -SPOILER- Opie, Jax necesitaba una nueva mano derecha en la que apoyarse durante el tortuoso camino que emprende para conseguir la supervivencia del club, sus miembros y sus hijos, y es entonces cuando encuentra a Chibs. No en vano, en ese último capítulo de la serie que te parte el corazón, -SPOILERAZO- quien hereda la chaqueta de presidente no es otro que nuestro amigo Tommy Flanganan, decisón de Jax a modo de reconocimiento por su incondicional apoyo.
Y la última serie de la que mencionaremos la participación a Tommy Flanagan es una que así de primeras puede sorprender bastante: Peaky fuckin’ Blinders. “¿Cómo? ¿Peaky Blinders en serio? ¡Si yo soy su mayor fan y no recuerdo a Flanagan en ella!”, diréis muchos. Tranquilos, es normal. Yo no me acordé de su aparición en la serie hasta que la empecé de nuevo un par de semanas atrás para refrescar la memoria de cara a la cuarta temporada. Flanagan aparece en un capítulo de la primera temporada en el papel de -ni más ni menos- padre de los Shelby. Aunque acaba siendo una rata traidora -Thomas lo odia desde el principio del capítulo- que estafa a sus propios hijos y huye con su dinero. El siempre alocado Arthur se vuelve un corderito a su lado y lo escucha como a una deidad, soñando con construir juntos un casino al otro lado del Atlántico. Es la única ocasión en que un personaje de Flanagan antepone finalmente su egoísmo a la voluntad de uno de los protagonistas de la serie, rompiendo el corazón al pobre Arthur.
Tommy Flangan es un tipo que ha ayudado a William Wallace a lograr la libertad de Escocia, al gladiador más famoso de la historia del cine a derrotar a un emperador malvado como pocos, a Jax Teller a salvar un club de moteros más condenado a muerte que Kenny en un capítulo de South Park, a Atila el Huno a hacer temblar el Imperio Romano y a Arthur Shelby a robar dinero de los mismísimos Peaky Blinders. Si existiera un aparato capaz de medir de forma científica lo que mola una persona -un molómetro, supongo-, no tengo ninguna duda que Tommy Flangan lo haría estallar. Aye.