Todo lo que necesitas saber antes del retorno de 'The Mandalorian'
Manda-Recap

Todo lo que necesitas saber antes del retorno de ‘The Mandalorian’

El 1 de marzo vuelve 'The Mandalorian' tras más de dos años de ausencia. Las ganas y el hype se multiplican para la llegada de la serie que ha recuperado el espíritu de George Lucas para Star Wars. Repasamos lo ocurrido hasta ahora.

Hoy volveremos a oír las notas del magnífico tema musical de Ludwig Göransson que acompaña las aventuras de nuestro mandaloriano favorito. La serie emblema del universo Star Wars actual, The Mandalorian vuelve más de dos años después de su último episodio, para alegria de sus fans.

Y como dos años son una eternidad en los tiempos que corren, lo mejor será ponernos al día con la serie creada por Jon Favreau repasando los acontecimientos principales vividos hasta ahora por Din Djarin (Pedro Pascal) y su querido Grogu. ¡Que la fuerza nos acompañe!

Temporada 1: el enamoramiento

La llegada de The Mandalorian supuso un antes y un después en el universo Star Wars. La primera serie (de carne y hueso) se estrenaba en la plataforma de la actual propietaria de la saga, Disney+. Antes de vender su creación, George Lucas intentó sacar adelante una serie llamada Underworld de la que solo quedan unas pruebas de cámara que circulan por la red. En esa época, Lucas trabajó, codo con codo, con quien sería su mano derecha y heredero «espiritual», Dave Filoni, encargado de la serie de animación Las Guerras Clon y más adelante Star Wars Rebels y La Remesa Mala.

Durante esta primera temporada descubrimos parte del lore que forma la cultura mandaloriana, como el culto al beskar, el potente metal que usan para sus armadura.

Después de que el actor y director Jon Favreau (El libro de la Selva, Iron Man) presentara una idea para película que no fraguó, Lucasfilm le juntó con Dave Filoni para discutir ideas y de esa unión salió The Mandalorian y todo su bagaje canónico posterior. Cronológicamente, la serie nos trasladaba a un espacio poco explorado en la saga, los años inmediatamente posteriores a El Retorno del Jedi. Una época convulsa tras la victoria de la Alianza Rebelde contra el Imperio, llena de cambios y peligrosos vacíos de poder.

La Nueva República ostenta el poder central pero aún debe afrontar la presencia de restos imperiales en varios rincones de la galaxia, especialmente en los planetas que forman el lejano borde exterior, como Nevarro, el principal escenario de la primera temporada. Antiguos generales del Imperio siguen como si nada y mantienen sus redes y grupúsculos militares. Uno de ellos, interpretado por el gran Werner Herzog, contrata a un cazarrecompensas con un traje mandaloriano para que le traiga una preciada mercancía: un bebé verde de orejas puntiagudas.

Werner Herzog junto a los productores Dave Filoni (Izq.) y Jon Favreau (Der.)

El resto, como dicen, es historia. El cazarrecompensas no es otro que nuestro protagonista enmascarado, «Mando», un solitario renegado que vive acorde al credo mandaloriano del «Camino del Mandalore», un estricto código religioso que siguen los Hijos de la Guardia, una facción de manadalorianos expatriados tras la diáspora que siguió a lo que se conoce como la Purga, durante la cual el Imperio saqueó Mandalore, el planeta de donde proceden los mandalorianos y lo dejó en ruinas.

Durante esta primera temporada descubrimos parte del lore que forma la cultura mandaloriana, como el culto al beskar, el potente metal que usan para sus armaduras o la estricta norma que les prohibe sacarse el casco tan identificativo que portan. También nos familiarizamos con aliados que ayudarán a «Mando» a lo largo de la temporada como el líder del sindicato de cazarrecompensas Greef Karga, el androide IG-11 (y su estupendo sacrificio a lo Terminator) y la antigua soldado rebelde Cara Dune, entro otros.

La segunda gran aparición de la temporada fue la de Ahsoka Tano y aquí estamos ya hablando de palabras mayores.

Pero sobre todo, en esta temporada caímos enamorados del pequeño bebé con aspecto de Yoda. Internet explotó a los pocos segundos de su revelación y surgió un apodo, «Baby Yoda» que aún sigue calando. Al igual que los fans de The Mandalorian, el solitario protagonista también se encariñó del pequeño. Hasta el punto que tras entregarlo a su cliente, se lo piensa dos veces y huye con él. Mando sabe que el pequeñín tiene un poder especial (la fuerza) y no se fía ni un pelo de lo que quieran hacer con él los amigos de Werner Herzog.

Mogg Gideon con el Sable Oscuro.

Esto marca el devenir de toda la temporada y los avatares de la acción que une, aún más, a los protagonistas, creando un vínculo que dura hasta la actual temporada. Intentar evitar que el brutal poder de Baby Yoda caiga en manos equivocadas pasará a ser la prioridad de un «Mando» que empieza a cambiar su visión de la vida. A partir de ahora, está decidido a cuidar del  Baby Yoda y cumplir lo que es correcto según el código mandaloriano, devolver al pequeño con los suyos. Al final de la temporada se revela el nombre real de «Mando», Din Djarin pero apenas se descubre mucho sobre sus orígenes, más allá de que fue rescatado de pequeño por unos mandalorianos.

La temporada termina con una confrontación con el auténtico malvado de la trama, el hombre detrás de la «compra» de Baby Yoda, un antiguo mariscal del Imperio (un Moff) de nombre Gideon al que da vida Giancarlo Esposito (Breaking Bad). La última sorpresa que se guarda Moff Gideon también marcará el resto de la serie: el militar lleva consigo el Sable Oscuro, la mítica arma mandaloriana. Según la leyenda, quien lo empuña gobernará sobre Mandalore.

Temporada 2: este es el camino

Con Din y Baby Yoda juntos surcando la galaxia, de trabajo en trabajo, en busca de otros mandalorianos y con la idea de saber más sobre el pequeño, para así devolverlo al lugar de donde procede, llegará una temporada que supuso una expansión brutal para la serie.

Atrás quedó la trama más intimista y primordial (que nunca se abandona) y el universo se empieza a expandir con tramas históricas del canon de Star Wars y cruces con personajes clave. Se recogen así algunas de las semillas que se plantaron a lo largo de la primera temporada. A lo largo de los ocho episodios de la temporada aparecen en The Mandalorian ciertos personajes clave que serán importantes en este naciente universo compartido, centrado en esta época concreta de la cronología de Star Wars.

Cara Dune (Izq.), Din (centro) y Greef Karga (Der.).

Así pues, ahí está el debut en carne y hueso de Bo-Katan Kryze, interpretada por Katee Sackhoff (Battlestar Galactica), la misma actriz que le puso voz en Las Guerras Clon. Ella es otra mandaloriana, esta vez de sangre azul, antigua regente de Mandalore y líder de su clan. Bo-Katan es una aliada particular, con un objetivo propio bien claro: recuperar el Sable Oscuro. A través de ella, Din conoce que existen otros mandalorianos que siguen otras normas (como quitarse el casco) y credos distintos al de los Hijos de la Guardia.

La segunda gran aparición de la temporada fue la de Ahsoka Tano y aquí estamos ya hablando de palabras mayores. Rosario Dawson da vida a un personaje surgido en la animada Las Guerras Clon, creado por Dave Filoni y que ha sido siempre muy querida por los fans que siguieron la serie animada. Tano es la antigua padawan de Anakin Skywalker, quien consiguió sobrivivir a la aniquilación de todos los Jedi (la famosa Orden 66) porque, técnicamente, ya había dejado de ser jedi.

Tano tiene un profundo lado espiritual y vive según sus propias reglas, como una samurái solitaria. Su llegada a la serie fue importante por su conexión mediante la fuerza con Baby Yoda. Gracias a ello, descubrimos más cosas del origen de la criatura, su presencia en la Academia Jedi durante la fatídica Orden 66, de la que escapó, aunque no sabemos cómo ni gracias a quién.

Si algo queda claro a partir de aquí es que Din ya sabe que el crío es un jedi y es a ellos (o lo que quede de ellos) a quien debe devolverlo. De esa conexión también sacamos algo muy importante, el autentico nombre de Baby Yoda: Grogu. La importancia de Ashoka no será fugaz, pues seguramente será un personaje recurrente en el futuro de The Mandalorian, de cara a establecer conexiones con su futuro spin-off Ahsoka.

Mark Hamill volvió a interpretarlo con la ayuda de dobles y CGI para un rejuvenecimiento muy convincente que daba un giro total a la serie.

Después del episodio de Ashoka llegó otra bomba en una temporada llena de guiños –¿Quizás demasioados?– a los fans: Boba Fett. El mítico cazarrecompesas de la trilogía original fue una de esas semillas que se plantaron en la primera temporada, dando pie a todo tipo de teorías, que finalmente germinó en la segunda temporada. Ésta la empezamos con la aparición de un marshall en Tattoine, llamado Cobb Vanth (interpretado por el gran Timothy Olyphant) que utiliza la armadura de Boba Fett para ejecutar la ley en su pequeño pueblo. Din le ayuda a poner orden allí a cambio de que devuelva el traje, que guardará hasta encontrar a su auténtico dueño.

Ahsoka Tano (Rosario Dawson) durante el episodio ‘La jedi’ de la segunda temporada.

Fett estaba aparentemente muerto desde que lo dejamos en El Retorno del Jedi, pero su vuelta era algo inevitable. Temuera Morrison, que ya interpretó a Jango Fett en las precuelas (Boba es el hijo/clon de Jango) volvía a Star Wars en un retorno espectacular, ejerciendo de secundario y aliado de lujo para Din y Grogu hasta el final de la temporada, junto a Fennec Shand, la nueva socia cazarrecompensas de Fett.

Las distintas tramas de la segunda temporada acabaron desembocando en otro enfrentamiento con Moff Gideon en el que se dan cita algunos de estos personajes que hemos destacado, además de los habituales, en un final espectacular en el que Gideon perdía definitivamente el Sable Oscuro a manos de Din. Algo que descoloca completamente a Bo-Katan y será importante en el desarrollo de la tercera temporada.

Pero lo fuerte, lo más fuerte de la temporada de hecho, estaba por llegar: una nave X-Wing llegaba al lugar y una figura misteriosa, con una capa oscura bajaba de la nave y empezaba a machacar con su sable láser verde a los tenebrosos Death Troopers de Gideon. Con esas pistas no podía ser otro que el gran Luke Skywalker, haciendo un retorno triunfal a SU saga.

Mark Hamill volvió a interpretarlo con la ayuda de dobles y CGI para un rejuvenecimiento muy convincente que daba un giro total a la serie y la conectaba aún más con las películas. Con la llegada de Skywalker, Din estaba obligado, ya sí, a entregar a Grogu a uno de los suyos, un jedi capaz de entrenarle. Grogu también lo tenía claro y llegó la escena más dolorosa hasta el momento: la separación de Din y Grogu. Este es el camino, inevitablemente.

Temporada 2.5: cambio de rumbo

¿O no lo es? Antes de ponernos a ver la tercera temporada, debemos que recordar que no el último capítulo de la segunda, no es en realidad, la última vez que vimos a Din y Grogu. Cuando ya teníamos asumido que el futuro de The Mandalorian pasaba por separarlos, va y Filoni y Favreau nos cuelan una especie de Mandalorian 2.5 en medio del spin-off de Boba Fett, El libro de Boba Fett. 

Sí, es normal que entre series que comparten universos hayan crossovers y otras piruetas narrativas. Pero a lo largo del tramo mandaloriano de la serie de Boba Fett se notó mucho que eso fue una manera (lógica y en el fondo acertada) de darle vida a una serie (la de Fett) que tenía, por así decirlo, poca «chicha».

El objetivo de Din será la redención según el credo y para ello, deberá volver a Mandalore y bañarse en las aguas debajo de la minas.

En lugar de guardarse el eventual reencuentro para las futuras temporadas de The Mandalorian, en El libro de Boba Fett fuimos testigos de las vidas separadas de Din y Grogu. El primero sigue realizando trabajos a lo largo de la galaxia y está empezando a desenvolverse con el poderoso Sable Oscuro, aunque le cuesta.

El segundo, vive con Luke Skywalker aprendiendo los avatares de la Fuerza y entrenando como buen Padawan. A los dos, Din y Grogu, parece que las cosas les van moderadamente bien pero está claro que algo falla. Din le pide a la Armera de los Hijos de la Guardia que funda su lanza de beskar para tejerle una cota de malla del tamaño de Grogu.

Grogu durante su entrenamiento con Luke Skywalker.

Para Din es un regalo a un antiguo amigo pero Luke lo concibe como una prueba para el pequeño padawan y le plantea un dilema emotivo: ¿Quiere seguir siendo un jedi o prefiere ser un mandaloriano? Los jedi pueden ser, a veces, muy pasivo-agresivos y Grogu elige ser un mandaloriano e irse con Din.

Durante ese tramo de El libro de Boba Fett conocimos también el rechazo que la armera de los Hijos de la Guardia tiene hacia Din por sus pecados respecto al credo que sigue el Camino del Mandalore. Din se quitó voluntariamente el casco (en la segunda temporada) y por eso, desde ese momento será excomulgado y será un apóstata. Por eso, el objetivo de Din será la redención según el credo y para ello, deberá volver a Mandalore y bañarse en las aguas debajo de la minas. Algo que centrará parte de la tercera temporada. 

Ahora sí, nada los seprará, los dos son mandalorianos, un clan de dos, el clan Cuerno de Barro y es muy posible que, de ahora en adelante, los nuevos poderes de Grogu y su propio crecimiento altere los roles entre los dos y empecemos a ver a un Grogu más activo, más protagonista, más descaradamente mandaloriano.

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