Comparte

Santa Mónica, beata fría como un témpano de hielo que tras una vida plagada de penurias logró convertir al cristianismo a su hijo rebelde y descreído. Santa Mónica, vecina de Los Ángeles, paraíso de calor y playa que hace las delicias de millones de turistas sedientos de sol californiano. Entre ambos casos encontramos un término medio que también comparte nombre con ellos: el Arts Santa Mónica, escenario en el que se desarrolló íntegramente la segunda jornada del Serielizados Fest 2016. En su claustro, que aún conserva muros y arcos vetustos pero que fue remodelado como una sala de actos acogedora, se sucedieron proyecciones y animados debates que lograron mantener el nivel de la jornada inaugural del día anterior.
Durante la primera mitad del día se desarrollaron un seguido de sesiones Pro que lejos de destaparse como actividades de relleno previas a los grandes reclamos de la jornada resultaron sumamente interesantes. Desde la masterclass impartida por Beto Marini, guionista de películas como Mientras Duermes, hasta la inmersión en las salas de guión estadounidenses que Teresa de Rosendo y Josep Gatell brindaron a un atento público. Incluso hubo tiempo para una pequeña cata del mundo Ministerio del Tiempo en forma de debate sobre televisión y realidad virtual, antesala del colofón final de la jornada en el que la exitosa ficción española volvería a ser la gran protagonista. Pero ya llegaremos a ese punto; como dice un eyaculador precoz frente a un espejo, no nos precipitemos.

Guillem F. Marí presentando el capítulo de ‘Mad Men’
«Don Draper mola que te cagas. Sé que llego años tarde y que no es ninguna exclusiva mundial, pero tenía que decirlo»
Eran las cuatro de la tarde, horario en que empezaban las actividades en el claustro principal, y el sol había logrado imponerse a una lluvia que nos despertó de mala leche a todos. Pocas caras más tristes verás en tu vida que la de un guiri por Barcelona un día de lluvia, la viva imagen de la ilusión hecha añicos. El primer plato del día no era moco de pavo precisamente: Mad Men. El reclamo para esta actividad era difícil de superar, la proyección del último capítulo de la primera temporada de la serie y un quinto de Moritz cortesía de la casa para cada uno de los asistentes. Reconozco que nunca antes había visto Mad Men y reconozco que es altamente probable que no me ponga a verla a corto-medio plazo, pero visionar este capítulo en pantalla gigante me dejó una cosa muy clara: Don Draper mola que te cagas. Sé que llego años tarde y que no es ninguna exclusiva mundial, pero tenía que decirlo. Esa elegancia, esa percha, ese pelo impoluto, esa inteligencia, esas miradas. Menudo figura. A lo largo de la tarde intenté lanzar alguna mirada Don Draper a las más bellas damas que pasaron por el Arts Santa Mónica para comprobar si tenían el mismo efecto terriblemente seductor que cuando las hace el publicista de la Gran Manzana. Sobra decir que fracasé estrepitosamente.
La siguiente cita para los seriéfilos fue la más divertida del festival. Es lo que pasa si pones a cuatro colegas a debatir sobre si es mejor The Wire o The Sopranos. Defendiendo a capa y espada a Baltimore teníamos a Toni Garcia Ramon y Josep M. Bunyol, mientras que de parte de la mafia italoamericana se encontraban Pep Prieto y Alex Santaló. Si alguien quería escuchar una discusión seria y con argumentos racionales, se debió sentir decepcionado; pero que le den a esa gente, nunca me han gustado las personas que se creen los rankings hasta el límite de enfrentar a dos obras maestras. El “debate” en este caso era una excusa para hacer una aproximación distinta a ambas series, desde un punto de vista más cómico y desenfadado, y sobre todo para hacer reír al público. No tuve tiempo de anotar todas las barbaridades que se soltaron, aunque aquí os dejo un par de ellas para que os hagáis una idea de por dónde iban los tiros: “The Wire es una recopilación de anécdotas”, o “¿Qué tipo de gángster llora por unos putos patos?”. Si a estos le añades algún “in your face, bitch”, un vapuleo generalizado de The Newsroom y acusaciones de pertenencia al Partido Popular te queda una hora de debate hilarante. Todos lo sentimos por Guillem Fernández, el sufrido moderador atrapado entre un fuego cruzado imparable.

«El debate ‘The Wire’ vs ‘The Sopranos’ fue el momento más divertido del día»
Si bien el The Wire vs The Sopranos fue el momento más divertido del día, el más interesante a nivel de contenidos fue su sucesor en la tarima: una charla entre jóvenes creadores que luchan por sacar adelante sus series. Los creadores de El Mort Viu, Air, Hipsterland y Vosté no és aquí compartieron impresiones acerca de las dificultades de financiar sus series, colocarlas posteriormente en la televisión y las posibilidades de Internet como plataforma para series y webseries. Si ayer David Simon dijo que se jodiera el espectador casual, en esta mesa redonda se dijo que se joda al espectador de Internet que se cansa a los diez segundos de vídeo. Amén a eso, hermanos.
Llegó el turno para el debate sobre humor y corrección política, donde para muchos se destapó el MVP del día: Antonio Baños. Cada perla que soltaba era divertida a la vez que sustancial, pero cuando nos terminó de robar el corazón fue con la anécdota real de atletas paralímpicos ciegos chocando contra paredes adrede para hacer reír a otros atletas paralímpicos ciegos. Insuperable. Sus compañeros de debate, Facu Díaz y Toni Soler, también elevaron el listón a gran altura y demostraron una vez más la puntería de la organización para traer a la gente perfecta para cada tema propuesto a lo largo del festival. Y si a estos tres grandes los sucede el pase de Aúpa Josu, la excelente y divertidísima tv movie protagonizada por Carlos Areces -lo amo- y dirigida por Borja Cobeaga, estamos hablando ya de un día que roza la perfección.

«El final de fiesta lo puso un capítulo del ‘Ministerio del Tiempo’ y posterior charla con sus creadores y guionistas.»
El toque femenino y feminista de este viernes fue la proyección de los capítulos de dos grandes series donde las mujeres son el centro gravitacional del universo: Inside Amy Schumer y Broad City. Diversión es una palabra femenina y no es casualidad, quedó muy claro. El final de fiesta fue un capítulo del Ministerio del Tiempo y posterior charla con sus creadores y guionistas. Digo muy en serio que no había visto antes un efecto groupie de tal magnitud, lo de los ministéricos es un caso digno de estudio. Es una alegría ver productos nacionales de calidad y sobre todo que apuestan por ideas arriesgadas y diferentes. Menos Gym Tony y más Ministerio del Tiempo, amigos productores que lean esto.
Y así, a lo tonto, habían pasado quince horas de festival y el Arts Santa Mónica era ya como una casa para mí. Salir por fin al exterior fue reparador, aunque el Síndrome de Estocolmo acechaba; es bonito estar agotado tras un día de curro intenso pero a la vez saber que todo ha salido a pedir de boca. Estábamos en el ecuador del festival y sabíamos que si los dos días siguientes eran igual de buenos que los dos primeros, este festival dejaría una huella eterna. Es trabajo de otro cronista relatar las jornadas que venían por delante, pero sin que sirva de precedente voy a lanzar un spoiler: también fueron una pasada. Cierro el ordenador y empiezo a contar los días para el Serielizados Fest del año viene.
– La Revista del Fest:
- Primera jornada: ‘Bienvenidos al universo Simon‘.
- Tercera jornada: ‘Del Big Bang al futuro de la televisión‘.