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En sus memorias, Lamar Odom llegó a reconocer que se gastó '100 millondes de dólares en drogas'.
Abierta la veda por el –para muchos– mejor jugador de básquet de todos los tiempos, parece que las docuseries sobre estrellas NBA son tendencia. El éxito de The Last Dance ha dado pie a un creciente interés en este tipo de documentales, ya sea recuperando catálogo escondido o produciendo nuevos.
Ahí está, por ejemplo, la apuesta descarada de Amazon Prime Video con producto propio reciente sobre Fernando Alonso, Carolina Marín, Sergio Ramos, LaLiga (Six Dreams) o la genial serie All or Nothing, que ha repasado los interiores de equipos tanto de football americano como de fútbol.
Ahora se ha sabido que Lamar Odom, dos veces campeón de la NBA con los Lakers, tiene ya rodada y editada su propia serie, donde lo cuenta todo. Su vida y carrera son uno de esos ejemplos en los que el talento y el éxito se dan de la mano con los vicios, los problemas emocionales y la autodestrucción. Su declive fue público y notorio. Con un destacado episodio en España, cuando fichó brevemente por el Baskonia, donde mostró ser un cuarto de la sombra de lo que llegó a ser.
El exjugador no es ajeno a la televisión. Participó en Dancing with the stars –el Mira quien baila yanqui– y sobre todo se dejó ver por Las Kardashian, cuando era el marido de Khloe. De ese matrimonio no salió nada bueno excepto un spin off, Khloe&Odom que duró tan poco como la unión.
De todo ello promete hablar Lamar Odom en su propia docuserie, que ya ha empezado a circular buscando cadenas y plataformas que la distribuyan mundialmente. En la serie participan también algunos de sus antiguos compañeros en la NBA como Chris Paul, Dwyane Wade, Trevor Ariza y Jeanie Buss, propietaria de los Lakers.
Con una vida como la de Odom, ingredientes para el morbo no faltarán: sexo, fortuna, drogas y Kardashians. Ni tampoco momentos extremos como su sobredosis en 2016 en Las Vegas, dejándolo en coma durante varios días, y llegando a sufrir doce derrames cerebrales y seis ataques cardiacos. O aquella vez que, según confesó, utilizó en pene falso con orina en los JJ.OO. de Atenas 2004 para pasar un control antidoping.
Escrito por Serielizados (@serielizados) en 26 noviembre 2020.