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La leyenda de que Rob Delaney y Sharon Horgan se conocieron en Twitter es demasiado perfecta para ser verdad. Otra (casi) leyenda, la de que Delaney abandonó un proyecto propio e importante en EE.UU. para escribir Catastrophe con su amiga virtual británica también es demasiado perfecta para ser verdad. Pero, como Catastrophe, es ambas cosas: verdad y perfecta. Lo típico: empiezas de risas y DMs con una tipa inglesa y terminas nominado a un Emmy de guion por algo que has escrito con ella. Lo normal.
Cuando conecta con Delaney, definido muchas veces como «la persona más graciosa de Twitter«, Sharon Horgan ya es una guionista conocida en Reino Unido. En series como Pulling o Dead Boss, esta londinense de 1970 escribe e interpreta. Su estilo para ambas cosas, mezcla de cinismo e inocencia, ya está en esos trabajos. Pero será con Catastrophe donde se revelará en todo su esplendor.
La serie sigue a Sharon y Rob, desde que se conocen hasta que ya son una familia con niños… y problemas. Bautizando a los personajes como ellos mismos, Rob Delaney y Sharon Horgan generan un divertido (y a veces incómodo) juego con el que cuesta creer que en la vida real la guionista y el cómico nunca han sido pareja. Como ocurre con Larry David y Cheryl Hines en Curb your enthusiasm o Sarah Jessica Parker y Chris Noth en Sexo en Nueva York, el espectador (ver: yo) puede negarse a asumir que Rob Norris y Sharon Morris no son Rob Delaney y Sharon Horgan. Y es que, como las dos comedias de HBO citadas, Catastrophe es uno de los mejores retratos de la pareja contemporánea que hemos visto en una pantalla. Normal que podamos llegar a creer que algo tan perfecto no puede ser una ficción escrita por alguien, un invento.
La manera que tuvo Sharon Horgan de confirmarnos que, por mucho que Catastrophe tuviera mucho de las experiencias personales de ella y su coguionista, la magia de la serie procedía de su talento como escritora fue firmar Divorce. En la dramedia de HBO logró algo que creíamos imposible: sacar (extirpar casi) a Sarah Jessica Parker de Carrie Bradshaw y situarla en el centro de una historia que sería capaz de rebatir una a una las incontables (e inevitables) comparaciones con Sexo en Nueva York que generaría. Sin mudar a la Parker de Nueva York ni negarle una pandilla de amigas apabullantes (las maravillosas Talia Balsam y Molly Shannon), Horgan la convierte en otro concepto completamente distinto. Le da así a la estrella más encasillada de la televisión regalazo: la Frances de Divorce es a la vez evolución y negación de la Carrie de Sexo en Nueva York.
‘Motherland’ es una muestra más del talento de una guionista extraordinaria
También es, un poco, la hermana estadounidense de la Sharon de Catastrophe. Sin embargo, lo que en la comedia británica era esperanza, en la americana es derrota realista. Si Catastrophe se aferra con impresionante energía a «el amor podrá con toda esta mierda», Divorce asume que «el amor no va a poder con toda esta mierda». Son dos maneras de ver las cosas y Sharon Horgan las maneja igual de bien.
Horgan, madre de dos hijas, es una de las guionistas que con menos recato se ha acercado a eso que la televisión últimamente explora tanto: Ser Padres. Así, con mayúsculas, a veces solemnes y otras, mayúsculas irónicas. ¿Si tener hijos ha existido toda la vida por qué ahora algunos tratan la maternidad y la paternidad como si fuesen fenómenos nuevos, invenciones posteriores a Instagram o Pinterest? Quizá es que cosas como precisamente Instagram y Pinterest han entrado a saco en el desagradecido y loco mundo del tener niños pequeños en casa, pretendiendo a veces eliminar de la ecuación todo lo que no es fotogénico de (atención: mayúsculas irónicas) Fundar Una Familia.
Los personajes de Motherland, coescrita por Sharon Horgan y que llega a COSMO el 23 de abril, están en eso. La serie, como las interesantísimas Bendita paciencia (Breeders) o SMILF, aborda la crianza con humor y retranca. Porque hoy por hoy es la única manera de hacerlo. Cocreada por Holly Walsh, colaboradora habitual de Horgan y Graham y Helen Linehan (The IT Crowd), esta ficción amparada por la BBC es otra muestra de lo mucho que saben hacer los británicos con pocos episodios de poca duración cada uno.
Con un reparto de caras familiares para los aficionados a las series de Reino Unido (Diane Morgan, Lucy Punch…) y una directora, la experimentada Juliet May, al mando de casi todos los episodios, Motherland es una muestra más del talento de una guionista extraordinaria y que, como los grandes ahora, tiene un proyecto denominado provisionalmente «Untitled Sharon Horgan/Amazon Project». No hace falta decir de qué va la serie o quién sale: con que su creadora y responsable sea Sharon Horgan nos sirve. Podrían publicarse aquellos primeros DMs entre ella y Rob Delaney. Compraría y leería ese libro con ansia. Incluso, por qué no, el que contase las interioridades de Divorce. Todo lo de Sharon Horgan me interesa. Si ya hubiera merchandising de «Untitled Sharon Horgan/Amazon Project», yo lo compraría.