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Si Abed Nadir tuviera que describirse a sí mismo probablemente lo hiciera a partir de TV tropes, tropos televisivos, técnicas narrativas que de la repetición pasan a convertirse en clichés de género. TVTropes.org, los creadores del concepto, los definen como estrategias o convenciones que utiliza el guionista siendo consciente de que forman parte de las expectativas de la audiencia. Según estos, podemos clasificar a Jeff como el Protagonista Masculino Blanco, Annie es Adorable y psicópata y Britta es Tan poco graciosa que hace gracia. Desde el piloto, Community se ha apropiado de estos tropos para utilizarlos incluso como motivos de trama y temáticas de episodios, uno de los motivos por los que Internet alza la sitcom al terreno de lo genial.
«No hay episodio de Community en el que Abed no rompa de alguna manera la cuarta pared»
El amor por lo meta se plasma abiertamente en el personaje de Abed Nadir y en la manera en que proyecta los tropos en la vida real. Cumpliendo el papel del antiguo coro griego, no hay episodio en que Abed no rompa de alguna manera la cuarta pared. Nos ha dejado con ello grandes citas para el recuerdo, como la del segundo capítulo de la serie en referencia a los constantes anuncios del decano por megafonía: «Parece el comienzo de una nueva escena en una serie de televisión. Obviamente la ilusión se mantiene sólo hasta que alguien dice algo que nunca se diría en televisión, como lo mucho que su vida se parece a la televisión. Ya está, se acabó.» Por esto, y porque traducir los nombres de los tropos del inglés sin caer en el ridículo es todo un reto, creo que la mejor manera de entender a Abed es definiéndole como lo haría él mismo: a partir de tres clichés que le definen como personaje.
Adorkable
«Abed sólo es capaz de empatizar con sus compañeros a partir de referencias a la cultura pop»
Adorkable, a parte de a Zooey Deschanel, se les dice a aquellos personajes que resultan adorables precisamente por ser, en algún sentido, ineptos. Pueden ser torpes, demasiado inocentes, demasiado apasionados, o simplemente incapaces de actuar con normalidad en situaciones sociales. Es el caso de Abed, que sólo es capaz de empatizar con sus compañeros a partir de referencias a la cultura pop. Esto, curiosamente, tiene la función de buscar la identificación de la audiencia con la serie (ya me diréis si funciona).
Por ineptos que sean socialmente, estos personajes nos fuerzan a cogerles cariño y son a menudo motivo de aaaaws y oooohs entre el público. Sólo hay que pensar en uno de los últimos capítulos emitidos de Community, en el que (alerta de spoiler) Abed se despide de Troy. O, más bien, su clon en la batalla contra la lava se despide del de Troy, ya que él mismo es incapaz de afrontar la realidad del adiós. Si no se os humedecieron los ojos… es porque no tenéis alma.
Adorkables son también, por ejemplo, la misma Annie de Community, Ross de Friends o el John Watson de Martin Freeman (Sherlock). Además, como referencia totalmente atemporal, sería un pecado no mencionar a Steve Urkel y sus tirantes (Cosas de casa/Family Matters).

Genio en las nubes
«Se trata de personajes que destacan por su inteligencia pero, al mismo tiempo, tienen problemas al ponerla en práctica»
Originalmente «Ditzy Genius», se trata de personajes que destacan por su inteligencia pero, al mismo tiempo, tienen problemas al ponerla en práctica. Como en el caso de Abed, su fuerte no es el sentido común ni los razonamientos mundanos. Nadie es capaz de seguir su ritmo en lo que referencias a películas ochenteras se refiere, pero no entiende el sarcasmo y pierde el control en el momento en que se produce el más mínimo cambio en su cotidianidad. Por ejemplo, entra en pánico cuando toca cambiar la hora en verano porque «no tiene ninguna lógica».
La estereotipación de los nerds en el cine y la televisión les lleva a caer a la gran mayoría en este tropo, siendo la muestra más clara los personajes de The Big Bang Theory. Sheldon Cooper y compañía más que representar la figura del nerd, la ridiculizan, llevándola al extremo del cliché y pasando de la comedia a la parodia sin apenas inmutarse.
También entran en esta categoría, a parte de otros nerds por definición como el entrañable Moss de The IT Crowd, personajes como Sherlock (Sherlock), la Doctora Brennan de Bones, la mayoría de reencarnaciones del Doctor (Doctor Who) o el mítico primo Carlton de El Príncipe de Bel-Air.
Tablas de género
«Desde el punto de vista de Abed, sus compañeros no son personas sino personajes, los años, temporadas y, su vida, una serie de clichés cinematográficos uno detrás del otro.»
Probablemente la característica que define más claramente a Abed es la de Genre Savvy. Hablamos de un personaje que, pese a no saber que él mismo es ficticio, conoce de tal forma el género a partir de otras historias que es capaz de definir el mundo que le rodea en base a él. Desde el punto de vista de Abed, sus compañeros no son personas sino personajes, los años, temporadas y, su vida, una serie de clichés cinematográficos uno detrás del otro.
Habiéndose pasado la vida consumiendo televisión y cine, Abed alcanza un nivel de conocimiento enciclopédico de los recursos dramáticos que le permite incluso avanzarse a las tramas: en el noveno capítulo («Debate 109«), el grupo de estudio descubre que Abed había filmado un vídeo en el que intervenían a Jeff por dormir en su coche… una semana antes de que pasara en la realidad.

Este tipo de personajes nunca serían los primeros en morir en una película de terror, como en Scream, porque han visto suficientes películas para saber que separarse del grupo para investigar ruidos extraños en el sótano es mala idea. Serían los últimos en ser asesinados, a parte de Abed (sólo hay que ver el capítulo «Horror Fiction in Seven Deadly Steps«), la mayoría de los personajes de Buffy the Vampire Slayer o It’s Always Sunny in Philadelphia, Hurley de Lost e incluso, no gracias al consumo de televisión precisamente sino a su astucia, Renly Baratheon (Game of Thrones).
Escrito por Irina Cruz en 10 marzo 2014.
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