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Steve Pemberton fue uno de los invitados principales del Serielizados Fest 2019 / Crédito: Xavier Torres-Bacchetta
El nombre de Steve Pemberton (Blackburn, Reino Unido) ha aparecido definitivamente en el radar internacional tras haberse llevado el BAFTA 2019 a mejor actor de comedia por su trabajo en Inside No. 9, serie que además escribe y dirige junto a su inseparable Reece Shearsmith, y que representa una de las ficciones británicas más originales y eclécticas de la última década.
Pero este reconocimiento es solo la guinda a una vida dedicada al arte dramático. Y aunque se le considera un maestro del humor negro -véase sus anteriores creaciones como Psychoville o la más reciente y multipremiada The League of Gentleman– según afirma él mismo en esta entrevista «las cosas que tuvieron mayor impacto en mí siempre fueron los dramas».
Es en uno de los dramas más crudos que recuerdo, Happy Valley (2014-, BBC), por el que quizá muchos espectadores españoles lo reconozcan. En esta obra maestra de Sally Wainwright, Pemberton interpreta de manera magistral a un atormentado padre cuya hija ha sido secuestrada. Y si vamos unos pocos años atrás, se puso el gabán de un inquietante criminólogo en el thriller Whitechapel (2009-2013, BBC).
Si algo destaca del Pemberton actor, es su infinita capacidad de vestir cualquier disfraz como si hubiera nacido con él puesto. Solo en Inside No.9 ha dado vida a 30 personajes completamente distintos. Y no sólo a través del vestuario, su virtuosismo con el cuerpo y la voz bien le valen el apelativo de camaleón. Los que hayan visto varios capítulos de la serie habrán experimentado esa duda inicial que acompaña a todas las apariciones de Pemberton en pantalla -«¿Es él?…«-. Estamos hablando de un intérprete genuino.
En ocasión del estreno mundial de la quinta temporada de Inside No. 9, que se celebró en el Serielizados Fest 2019, me siento a charlar con él en las instalaciones del CCCB. Me encuentro con un hombre tranquilísimo, de una cortesía nipona, y un acento británico que me empuja a disculpar el mío, en un reflejo estúpido por cortar el hielo cuanto antes. «En absoluto, me ha sorprendido mucho lo bien que lo habláis aquí… Pero pienso analizar tu inglés durante la entrevista y evaluarlo al final«, me responde. Risas. Esto solo puede ir bien.
Antes de empezar con las preguntas, varios de los presentes tratamos de descifrar el misterio de por qué Inside No. 9 ha triunfado tanto en Reino Unido, España y… China. Nadie en la sala, ni en los estudios de la BBC, parece saberlo.
Estamos a punto de acudir al estreno mundial de la quinta temporada de ‘Inside No. 9’, aquí en el Serielizados Fest Barcelona… ¿Qué podemos esperar de esta nueva temporada? ¿Qué cosas esconden estas seis nuevas habitaciones «número 9»?
Una de las grandezas de Inside No. 9 es que tú nunca sabes lo que vas a ver… Yo siempre digo que esperes lo inesperado. Hay un par de capítulos que hemos filmado de una forma muy distinta a cualquier anterior. Ya que siempre intentamos experimentar con la forma. En uno de ellos optamos por una estructura muy poco convencional y también improvisamos bastante. Y lo grabamos de una manera muy próxima al cine de Ken Loach.
Y claro también está el primero, que estrenamos hoy aquí en Barcelona, que nos sitúa en el vestuario de un equipo de árbitros de segunda división, antes de un gran partido por el ascenso. Un lugar en el que, seguramente, poca gente ha estado (risas). Este fue un reto interesante.
La mayoría de episodios suceden en hogares totalmente normales, pisos normales. En la temporada pasada había un episodio llamado «To have and to hold» que parecía hablarnos de una pareja normal de en una familia normal, y luego ves que él tiene esos secretos oscuros y tremendos. Por eso no queremos adelantar nada. Simplemente confiad en nosotros, en que os hemos preparado seis grandes historias con algunas sorpresas.
¿Cuando creas los episodios, junto a Reece Shearsmith, quién empieza a pensar, Steve el actor o Steve el guionista?
«‘Inside No. 9’ se basa en conseguir grandes guiones… incluso cuando no los buscamos, ellos terminan manifestándose»
¡Buena! Pues mira… Esa relación ha cambiado a través de los años. Al principio Steve el guionista servía a Steve el actor, y el ego de este segundo no paraba de gritarle al otro: «¡Escríbeme un gran personaje!«. Por ejemplo, The League of Gentleman era casi todo sobre la interpretación. Pero ahora creo profundamente que la parte más importante de lo que estamos haciendo en Inside No. 9 es la escritura. Se basa todo en conseguir grandes guiones. E incluso cuando no los buscamos, ellos terminan manifestándose.
Entonces… sí, la relación entre el actor y el guionista está en constante fluctuación. Pero ahora no decidimos qué roles vamos a interpretar en cada uno de los episodios hasta el final. En este sentido, ahora no estás tan pendiente de escribir para ti mismo, y darte a ti mismo un gran papel, sino que haces que cada personaje sea interesante. Y es solo al final, cuando leemos los seis episodios nuevos del tirón, cuando Reece y yo empezamos a decidir qué personajes podemos interpretar cada uno.
Recuerdo muy bien ese episodio sin diálogos, el segundo de la primera temporada, llamado «A quiet night in», en el que dos ladrones entran a robar a casa de un matrimonio burgués. Toda la trama, y los diálogos y pensamientos internos, se transmiten a través de la mímica y las situaciones de conflicto. ¿Cómo construisteis ese episodio? ¿Fue escritura sobre papel o dirección de escena?
Intentamos visualizar una estancia y un gran ventanal, para poder tener a los dos ladrones bien cerca aun estando fuera de la casa. Sabíamos que queríamos una planta bien amplia y diáfana, en la que los personajes pudieran esconderse, y estar en el mismo espacio sin ser conscientes del otro. Y sencillamente… empezamos a escribir como si estuviéramos dirigiendo la escena, como si estuviéramos allí, describiendo todo lo que pasaba. Y cuando lo leíamos de corrido, era curioso porque no actuábamos, no le dábamos ningún matiz, realmente no tenía ningún sentido. Solo podíamos cerrar los ojos y visualizarlo, y calcular cuánto tiempo nos haría falta para terminar esa escena o esa otra con éxito.
¡Pero no sabíamos cuándo parar! Y no sabíamos de qué estarían hechos esos 30 minutos de acción. Realmente fue complicado… Y además en cuanto fuimos a la casa que habíamos escogido para filmar el capítulo, nos pusimos rápido a cambiar todo el guion para adaptarlo al espacio (risas). Sí… yo creo que fue un maravilloso reto hacerlo sin diálogos y se ha convertido en uno de los episodios más icónicos de la serie.
‘Inside No. 9’ es reconocida por mezclar géneros como el drama personal y el humor negro, pero lo más característico son las pinceladas de terror psicológico. Y yo quería preguntarte si éstas guardan alguna relación con tus miedos vitales.
(Se lo piensa un largo rato) Mmm… Probablemente. Durante muchos años tuve miedo al caos. A eso y a los animales con grandes dientes (risas). Recuerdo una serie de televisión en la que trabajé ambientada en una granja de animales en la que todo era muy caótico. Y ahí pude dominar y superar mi miedo al caos. Y anoche me encaré con otros miedos actuales, que fueron la idea de perder un avión o estar encima de un escenario y no tener palabras, no saber qué ideas te van a venir a la mente.
Lo que ahora más temo es que llegue un día en que no sepa actuar. Creo que mucha gente tiene miedo a no poder hacer aquello por lo que estás hecho y preparado. No soy particularmente supersticioso, tampoco creo en nada esotérico, fantasmas y todo eso, pero… Sí, creo que toda aquella situación en la que me veo incapacitado para comunicarme es lo que más temo.
Y a partir de qué cosas empezáis a crear cada episodio…
Hablamos mucho sobre de qué va, cuál es el tema principal o lo que queremos decir… Y es muy difícil cada vez, porque cada episodio se empieza desde cero y solo somos dos personas escribiendo. Hay grandes salas de guionistas ahí fuera que traen nuevas ideas y experiencias constantemente, y nosotros hacemos lo mismo siendo dos. Y has de mirar muy de cerca lo que estás escribiendo. Y nos lo tomamos muy en serio. Por ejemplo, el primer episodio de todos, «Sardines«, no queríamos ser frívolos con el trauma por abusos que sufre el personaje, o no tomárnoslo en serio, y leímos e investigamos mucho sobre cómo es ser una víctima. Cómo deber ser encontrarte de nuevo con el que fue tu abusador.
Y en términos de terror psicológico, queremos de verdad desconcertar a la gente y nuestro mayor objetivo en cada uno de esos episodios es que al final te deje… impactado. Te quedas sorprendido, y quizás empiezas a ver cosas de la trama que antes no viste. Si podemos conseguir eso, es que hemos hecho nuestro trabajo.

Steve Pemberton nos escribe sus tres series favoritas / Serielizados Fest 2019 / Crédito: Xavier Torres-Bacchetta.
Acabas de ganar el BAFTA 2019 a mejor actor de comedia, y hace poco fuiste nominado a otro premio a mejor actor de drama (recordemos que Pemberton tuvo un papel dramático memorable en series como ‘Happy Valley’ o en el thriller ‘Whitechapel’). ¿Qué género te ha dado los retos más estimulantes y los momentos más satisfactorios?
Sabes… en términos de comedia y drama yo creo que los mejores dramas tienen comedia en su interior, y algunas de las mejores comedias contienen mucho dolor y verdadero drama. Es por ello que no las diferencio mucho. Por ejemplo, el episodio «Bernie Clifton’s Dressing Room» (4×02), por el que gané el BAFTA, es terriblemente triste y conmovedor, y cuando estábamos terminando la última escena estábamos los dos (Reece y él) llorando. Las emociones estaban a flor de piel. Y creo que eso también pertenece al humor.
En cuanto a puro drama, hice la serie Happy Valley, en el que interpretaba a un padre cuya hija es secuestrada. Y es algo de lo que estoy muy orgulloso. Fue un verdadero hit en Reino Unido, y en todo el mundo, de hecho. Y yo miraba mi personaje y pensaba en cuál debía de ser la intención del guionista. Nunca he intentado como actor sobreponer mi ego a todo lo demás. Si sirves a la escritura, nunca irás mal encaminado… si la escritura es buena (risas).
Ahora me matarás con esta pregunta, pero tengo que hacértela. Estoy seguro de que tu respuesta valdrá la pena: ¿Quién fue antes, el drama o la comedia?
«Ese instinto dramático, de subvertir la comedia, es todo lo que siempre he querido hacer»
(Piensa largo) Mmm… Yo diría que las cosas que tuvieron mayor influencia en mí cuando estaba creciendo fueron… Yo tenía una televisión en mi habitación y solía ponerla por la noche, y veía películas hasta las tantas. Amaba el cine. De los ocho a los doce años veía películas como El hombre de mimbre (1973) o Amenaza en la sombra (1973), y todas esas increíbles películas de terror psicológico. A esa edad no podía procesar bien toda su complejidad, pero sabía que sentía una poderosa atracción hacia aquello. Hacia esa sensación de ser sorprendido e impactado. Y no podía asimilar esos finales, me dejaban realmente… tocado.
También adoro ver televisión con mi familia, comedias como The Two Ronnies (1971-87, BBC) y todas esas sitcoms británicas. Pero las cosas que tuvieron mayor impacto en mí siempre fueron los dramas. Y he usado siempre mi amor por la comedia, y mi amor por trabajar con mis colegas, con los que siempre reímos mucho… pero creo que todos nosotros tenemos ese amor por el buen drama. Así que sí… diría que ese instinto dramático, de subvertir la comedia, es todo lo que siempre he querido hacer.
En una hora estarás presentado la premiere mundial de la nueva temporada de ‘Inside No. 9’ aquí en Barcelona, antes incluso de su emisión en Reino Unido (BBC). La sesión está agotada desde hace semanas. Cuáles son los ingredientes que han hecho del humor británico algo popular en todo el mundo y, sobre todo, qué cosas crees que ese humor dice sobre vosotros, los británicos.
(Risas) Obviamente ahora somos un país tremendamente dividido. Y hay una gran lucha abriéndose paso, lo que es muy duro de asimilar para todos nosotros. Siempre hemos tenido una gran tradición en comedia. Sobre todo en silly comedy, visual comedy, pantomima, travestidos, slapstick… También lo que yo llamo british seaside humour. O las Carry On films (basadas en los populares cómics británicos del género music hall). Y la tradición love of language, que viaja hasta Shakespeare… Todo ello está mezclado en este gran crisol de culturas y durante muchos años la comedia estuvo al servicio de toda la familia.
Lo que yo creo que ha cambiado recientemente es que ahora cada cual puede encontrar su propio nicho, y lo que le interesa particularmente. Y puedes escoger entre comedias dramáticas, o comedias oscuras, cosas que nunca hubieran sido populares solo unos años atrás… Sentimos una gran complacencia a la hora de experimentar, y a la vez de disfrutar de nuestro patrimonio, ambas cosas. Yo creo que lo que nuestro humor dice de nosotros es que somos muy… complejos (risas).