Comparte
Nuestra sección La veo o no la veo… quiere solucionar uno de los problemas que más os estresan. ¿Cuál de estas tropecientas series empiezo? Los catálogos son cada vez más extensos y el hype cada vez menos piadoso. No tenéis tiempo de verlo todo, pero nosotros sí. En cada análisis desglosaremos las virtudes y los vicios de un estreno para que podáis tomar vosotras la decisión: ¿La veo o no la veo?
Esta semana es el turno de Sospechosos, estrenada en Apple TV+ el 4 de febrero con doble episodio, y cada viernes uno nuevo hasta los ocho totales.
Background
El nuevo thriller de la factoría de Apple TV+ cuenta con Uma Thurman como principal reclamo artístico. La serie es un remake de la israelí False Flag (2015) -que en España se estrenó en Fox bajo el título Falsa Identidad– en la que cinco ciudadanos israelís descubren a través de los medios que han sido acusados por el gobierno ruso de haber secuestrado, en Moscú, al ministro de defensa iraní. En Sospechosos cambian Rusia por Estados Unidos y los ciudadanos son británicos.
Este es el último remake de la efectiva conexión Israel-EEUU. En Terapia, Euphoria, Homeland, Your Honor… La lista no es poca cosa precisamente, y ello hizo inflar ligeramente el globo del hype. El encargado del remake, Rob Williams, venía además de firmar la tremenda The Victim para BBC. Y podemos ver a Kunal Nayyar, el mítico Raj de Big Bang Theory, metido en un papel cien por cien dramático, en el rol de perseguido.
¿Cómo arranca?
La serie empieza como una bofetada. La cámara sigue a un adolescente que camina escuchando música por los pasillos de un hotel de Nueva York. No hay nada que parezca preocuparle. De pronto, cuatro enmascarados lo empotran, golpean, le cubren la cabeza y se lo llevan metido en una maleta de viaje sin dejar rastro. Pim, pam. Y nadie ha visto nada.
Lo curioso es que las máscaras de estos secuestradores son caricaturas de la familia real británica. Isabel II, Carlos, Guillermo y Kate. Por alguna razón que desconocemos, el cuarteto criminal logra hacerse con el registro de las cámaras de seguridad y colgar el vídeo del rapto en Internet. En pocas horas se hace viral y conocemos la verdad: el adolescente secuestrado es Leo, el hijo de una magnate de la comunicación: Katherine Newman (Uma Thurman).
Los Windsor secuestrando a un niño de mamá neoyorquino. ¿Qué mensaje hay oculto?
¿A qué nos recuerda?
Lo cierto es que Sospechosos sigue fielmente el canon de series del tipo conspiración-secuestro-investigación. La primera y más evidente es la propia Homeland, con la que comparte productora, Keshet. La diferencia es que en la serie de Apple TV, las tensiones internacionales son entre Reino Unido y Estados Unidos, que deben trabajar unidas para resolver el delito, a pesar de sus modus operandi antagónicos.
Otra referencia clara es el secuestro real de Patricia Hearst, nieta y heredera del imperio de comunicación Hearst, por el Ejército Simbiótico de Liberación en 1974. ‘Patty’ terminó asimilando el discurso revolucionario anticapitalista de sus raptores y militando en sus filas. Ella popularizó el Síndrome de Estocolmo y ha servido de inspiración para libros, películas y series.
Te gustará si…
Sospechosos te gustará si lo que buscas es un thriller de secuestros canónico sin pretensiones de revolucionar el género. Si algo tiene esta serie por encima de todo es su honestidad. Ya que, desde el inicio, la serie muestra su arsenal de armas de doble filo, tan típicas del género. Somos testigos del delito, pero no sabemos el móvil. Nos muestra a los sospechosos, pero ninguno encaja con el perfil. El personaje de Uma Thurman es el protagonista, pero casi no aparece y no sabemos nada de ella… Porque la magnate esconde una verdad inconfesable.
La serie es también una crítica encubierta a la violación de la intimidad ciudadana y a las conspiranoias que esto genera en la población civil. En Londres, donde se sitúa la acción de la serie, hay 689.000 dispositivos de CCTV (Circuito Cerrado de Televisión) para una población de 9 millones de personas: 76,8 cámaras por mil habitantes; la mayor cuota de vigilancia fuera de China. ¿Hasta dónde podemos regalar nuestra intimidad en favor de la seguridad nacional?
No te gustará si…
Por motivos similares, puede que Sospechosos no te entre en absoluto. Su falta de originalidad se topa de morros además con un despliegue de personajes insulsos con los que cuesta una barbaridad empatizar. El primer capítulo podría durar 20 minutos. Pero se alarga hasta rozar la hora para introducirnos a esos cuatro «sospechosos» que, si bien cumplen religiosamente con las cuotas raciales y de género, podrían ser interrogados con los métodos de Guantánamo y no sentiríamos lástima.
La crítica a la sociedad cibernética cojea por todos lados. La serie quiere atizar la frivolidad de las redes sociales y le sale mal. Me explico: El vídeo sobre el secuestro se viraliza y pronto se convierte en carne de memes absurdos, y en una parte de la historia sin recorrido narrativo. El resultado es una mirada blackmirroriana oportunista y cero efectiva, ya que no queda claro a quién critica, cuál es la postura de los creadores y las consecuencias que esta clase de maltrato digital tiene en la sociedad.
Nuestro veredicto
Mira Homeland, Line of Duty o The Americans.