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Serielizados y serielizades, ha costado, pero lo hemos conseguido. Después de varias listas, un par de debates y algún que otro desacuerdo, habemus lista.
En este artículo cuidadosamente gestado os presentamos las que para nosotros son las diez mejores series series de 2022.
Sin orden de preferencia, estas pequeñas joyas son las que, entre la descomunal cantidad de contenido generado por las plataformas de streaming, han conseguido brillar con luz propia.
¡Play!
Separación
Separación es una de las joyas de la temporada. Lo dijimos en febrero y lo mantenemos en diciembre. La serie, creada por Dan Erickson (en su primer trabajo acreditado) y dirigida por Ben Stiller ha sido toda una revelación gracias a su interesante premisa, su magistral diseño de producción, un reparto espectacular y a su brillante gestión de la revelación de secretos y giros al final de cada episodio. Hasta culminar con un brutal último capítulo que te deja sin aliento y con ganas de más.
Llena de momentos de humor negro e incómodo, de drama devastador y ciencia-ficción distópica esta es una de las propuestas más refrescantes y estimulantes actuales
Separación (o Severance en su título original) plantea en su premisa un escenario, sobre el papel, tan gratificante como terrorífico. Una pequeña intervención quirúrgica permite a los protagonistas dividir su mente en dos; separada entre un yo laboral y un yo personal. Uno no recuerda nada de lo que vive el otro y viceversa. Los asuntos personales no interfieren en el trabajo. Y al revés. Pero la idílica perfección corporativa con la que se quiere presentar el invento, esconde una devastadora verdad. Y los protagonistas, que habitan sus días laborales dentro de esta utopía de gratificación trabajadora, ignorantes de su realidad fuera de las paredes de la empresa, empezarán a cuestionarse su propia existencia.
Una mezcla entre Brazil y The Office llena de momentos de humor negro e incómodo, de drama devastador y ciencia-ficción distópica que resulta ser una de las propuestas más refrescantes y estimulantes de la actual cosecha de series norteamericanas. Además de eso, basta nombrar su reparto principal para seguir con la boca abierta: Adam Scott, Patricia Arquette, Britt Lower, Zach Cherry, Dichen Lachman, Jen Tullock, Tramell Tillman, Michael Chernus y –señoras y señores–, John Turturro y el gran Christopher Walken. En última instancia, Separación nos cuestiona que si tenemos trabajo, tenemos seguridad. ¿Pero vivimos para trabajar o trabajamos para vivir?
The Bear
Creada por Christopher Storer y Joanna Calo (cuyo currículum colectivo incluye títulos cómo Ramy, Hacks y Bojack Horseman), The Bear se centra en la historia de Carmen «Carmy» Berzatto (Jeremy Allen White, ¡nuestro amado Lip! de nuevo rodeado por un grupo de gente casi igual de disfuncional que su familia en Shameless). El cual, después de una brillante carrera como chef en algunos de los mejores restaurantes de alta cocina del mundo, se ve obligado a tomar el control del restaurante familiar tras el inesperado suicidio de su hermano.
The Bear habla sobre muchas cosas. Pero su eje central indiscutible es la cocina. No existe ninguna otra serie que ilustre tan bien, y de forma tan radiante y rabiosa, el desorden y la belleza de la cocina moderna.
Una serie imprescindible para todos aquellos a los que los reboots, spin-off, precuelas, y tramas precocinadas se nos atragantan
Hay algo que atraviesa de forma directa a todos los personajes que la habitan. Una verdad innegable: para ellos, cocinar es un acto de servicio. Una forma de mostrarle respeto a los otros y de estar presentes en la vida del resto. Ellos preparan comida, y su comunidad se la come. Dar de comer es, muchas veces, un gesto de afecto, cercanía, confianza e intimidad. Un gesto de amor.
La forma más sencilla de resumir su experiencia de visionado es haciendo uso del sustantivo PLACER. The Bear es todo corazón. Una serie imprescindible para todos aquellos a los que los reboots, spin-off, precuelas, y tramas precocinadas se nos atragantan.
Pachinko
Oiréis a muchos alabar la excelente propuesta estética de Pachinko. Sus interpretaciones y ambientación. Su «sensibilidad asiática». Pero no es eso. O no lo es en primer término.
La serie, y la novela que adapta, es un poema a la memoria histórica. Quiere reivindicar un momento clave del pasado y de paso dar descanso a un trauma nacional: la invasión japonesa de Corea del Sur en 1910. Acostumbrados como estamos a que nos taladren con episodios de la historia de occidente, Pachinko aparece en los márgenes de nuestra perspectiva para abrirnos la mente.
Kogonada ofrece un amor por el tratamiento del color, de la luz, de la composición cinematográfica y de la ambientación histórica que nos hace viajar
Durante casi 40 años los surcoreanos fueron ciudadanos de tercera, escoria campesina. Sus costumbres, lengua y etnia estuvieron subordinadas y castigadas por la cultura imperial nipona. Todavía sufren las secuelas de esa humillación colectiva y muchos japoneses los siguen considerando inferiores hoy en día.
Además, el director Kogonada ofrece un amor por el tratamiento del color, de la luz, de la composición cinematográfica y de la ambientación histórica que nos hace viajar. Y lejos de ser un instrumento para evocar emociones artificiales y entretener nuestros sentidos, es un vehículo para entender, sentir y soñar. Acompañamos a los personajes y nos emocionamos con ellos.
Better Call Saul
Todas las cosas buenas llegan a su fin. Y en este 2022 si alguna serie ha sabido despedirse por todo lo alto, ésta ha sido Better Call Saul. El spin-off de Breaking Bad llegó sin que supiéramos muy bien porqué y se marchó dejando, para siempre, una duda existencial que será recurrente entre los debates de los fans de este universo seriéfilo: ¿Es mejor que la original?
Better Call Saul se despidió con doble tanda de episodios. La primera, se centró sobre todo, y en un tono similar al del resto de la serie, en hacer chocar por fin los mundos de Jimmy y el cártel. Pero la segunda, nos ofreció un salto al futuro, a un mundo en blanco y negro, que supone no solo un epílogo extraordinario a la serie y al universo de Breaking Bad, sino también una apuesta estética, de ritmo y planificación, de cuidado visual, muy por encima de prácticamente cualquier otra ficción televisiva contemporánea.
La temporada final de ‘Better Call Saul’ es probablemente la más brillante de toda la serie
Es por ello que es inevitable no ver en el final de Better Call Saul, el final también de una era, de una manera de hacer televisión de forma disciplinada y paciente. Sin necesidad de darle el resultado de las operaciones al espectador, porque sabe que todos somos capaces de sumar dos y dos sin que nos lo restrieguen por los morros. La temporada final de Better Call Saul es probablemente la más brillante de toda la serie, culminando la historia de un personaje que parecía el clásico alivio cómico y ha terminado siendo uno de los personajes más trágicos de la televisión reciente.
Los Ensayos
Cinco años después del viaje de autodescubrimiento de Nathan for You, Nathan Fielder vuelve con Los Ensayos, una alocada comedia existencialista que completa ese camino, y nos plantea la llamativa pregunta de: ¿por qué dejar la vida al azar?
¿Y si pudiéramos predecir y practicar nuestro futuro para que saliera tal y como queremos? En Nathan For You Fielder ayudaba a personas en sus negocios con métodos fuera de lo común, pero en Los Ensayos el creador va un paso más allá y ayuda a personas reales -aunque pueda parecerlo, este programa no es ficción- en su vida personal.
Esta maravilla, perfecta para los amantes de la comedia incómoda, es algo nunca visto en televisión
Esta es una serie que hay que experimentar, una serie difícil de explicar debido a su formato, sus giros, sus sorpresas y su constante evolución. En la fina línea entre la ficción y la realidad, esta maravilla -perfecta para los amantes de la comedia incómoda-, es algo nunca visto en televisión.
Con esta serie presenciamos un experimento, un ensayo sobre hacer un programa sobre hacer ensayos, y en definitiva, una serie sobre la inseguridad de las personas, la ansiedad por el futuro, y nuestra necesidad de tenerlo todo controlado. Una rareza original, incómoda, divertida y emotiva sobre el miedo a vivir sin manual de instrucciones.
Irma Vep
En Irma Vep, Mira (Alicia Vikander), una actriz norteamericana en plena crisis sentimental y profesional, viaja a París para para encarnar a Irma Vep en una adaptación del clásico francés del cine mudo Los vampiros.
A través de Mira, Assayas nos habla del peso de la fama, de los egos, de la falta de intimidad, del servilismo de cierta prensa cinematográfica que se dedica a masajear más que a preguntar, o de los límites de la autoría y de la autoridad de un cineasta, en un producto forzosamente colectivo.
Una de las miniseries más estimulantes con que nos podemos topar ahora mismo en las plataformas
Lo que ha construido Assayas, partiendo de este amor por los orígenes del lenguaje cinematográfico y los códigos del cine mudo, es sin duda una de las miniseries más estimulantes con que nos podemos topar ahora mismo en las plataformas.
Un maravilloso ejercicio metalingüístico, en el que la reflexión sobre identidades nacionales deja paso a otro debate, el del oligopolio de las plataformas, y a un interrogante cada vez más acuciante: ¿por qué los llamamos “contenidos”, cuando lo que queremos decir es “series y películas”? ¿Hablar de contenidos es mercantilizar todavía más el arte?
Olivier, si este el resultado de ciertas reflexiones, no nos importará que vuelvas a tu fetiche preferido dentro de otros veintiséis años.
Atlanta
Según Donald Glover, creador de la serie, la única que puede considerarse mejor que Atlanta es Los Soprano. Ahí es nada… Está claro que el polifacético artista quiere crear polémica. Quiere discusión. Busca pelea. Si hay algo de cierto en esta frivolité es que Atlanta es una serie de autor, una obra personal.
Según el jefazo de FX: “Atlanta es el patio de juego de Glover”.
Su mezcla entre costumbrismo y surrealismo hace de esta crítica de la sociedad norteamericana, una obra maestra sin igual en la televisión
El ‘black surrealism’ -subgénero por el que transita Atlanta– no lo ha inventado Glover. Pero sí lo sublima. La primera temporada de Atlanta llegó como un mal viaje. Todos pensamos que nos metíamos en la boca un caramelo de limón, pero el ácido no era del cítrico, sino del trippy. Esta mezcla entre costumbrismo y surrealismo (que Glover hereda de Lynch) hace de esta crítica de la sociedad norteamericana, desde una óptica racial, una obra maestra sin igual en la televisión.
In my skin
Bajo el paraguas del amplísimo concepto coming of age, In my Skin es una conmovedora y desgarradora historia sobre las consecuencias de una entrada forzada a la madurez, y lo que supone crecer y florecer en tierra quemada.
Su protagonista, Bethan (espectacular Gabrielle Creevy), es una chica de 16 años, que además de tener que lidiar con todo aquello que conlleva ser adolescente, es la columna vertebral que sostiene su desestructurada familia. In My Skin nos muestra un tipo de dolor muy concreto: el dolor vinculado a la familia. Este; profundo y lacerante, se enmarca en los ojos de nuestra protagonista. Ser ella, y hacer el ejercicio de meternos en su piel, resulta en muchas ocasiones, agotador.
Un buenísimo ejemplo sobre la empatía, la sorodidad y todo lo que funciona en la ficción social reciente
In My Skin sigue la estela de las grandes series de comedia negra británicas recientes, con su dosis de drama cotidiano, personajes disfuncionales y realismo social. Un retrato certero de la presión lapidaria que ejerce la sociedad y el sistema sobre las víctimas y las supervivientes de violencia machista.
Estamos ante un buenísimo ejemplo de todo lo que está bien y funciona en la ficción social reciente. Una serie llena de empatía y sororidad, que a pesar de su crudeza de trasfondo, logra generarnos cierta nostalgia sobre todo aquello que solíamos soñar cuando éramos adolescentes.
Andor
Cuando los fans de Star Wars pensaban que el 2022 sería un año para olvidar por culpa de chascos como El libro de Boba Fett y Obi-Wan Kenobi, va y se encuentran con que la serie que menos fe y emoción despertaba, Andor, resulta ser la mejor noticia que ha tenido la saga en años.
Pues más allá de su tono maduro y sucio, Andor ha demostrado que se puede hacer una serie de Star Wars con entidad propia. Sin abusar de cameos, alejándose de la nostalgia; desprendiéndose de facilonas concesiones a los fans y referencias constantes a la saga. Se trata, además, de una serie nada complaciente con el espectador, llena de zonas oscuras pocas veces vistas en Star Wars.
‘Andor’ crea un lenguaje y una ambientación propios que resulta apetecible para neófitos de la saga
Un oscuro cuento que nos explica lo que ocurre detrás de lo que luce. Como si de una trastienda o una cocina, se tratara, Andor nos explica lo que no se ve en el resto de cuentos de la saga galáctica. La historia de cómo Cassian Andor pasa de mercenario obligado a tal por un error que le fuerza a huir de la justicia hasta implicarse personalmente en la incipiente Rebelión, hace de sus debilidades aparentes, sus mayores fortalezas.
Andor consigue, además, crear un lenguaje y una ambientación propios que puede resulta apetecible para neófitos de la saga. Como prueba, el arco de tres episodios ambientado en una cárcel imperial que nos ha regalado algunos de los mejores momentos de este 2022.
Esto te va a doler
Se podría decir que Esto te va a doler es el hijo ilegítimo de Scrubs y Fleabag. Por extraño que parezca, esta serie médica conjuga el humor hospitalario de la primera con la honestidad de la segunda. Las tres series, además, comparten mecanismo: la narración en primera persona.
Una serie que demuestra la honestidad de un creador que ha vivido y sufrido esas situaciones y sabe de lo que habla
Su lenguaje directo y el humor negro de Adam Kay, le otorga una frescura muy bienvenida en un subgénero -el de las series médicas-, demasiado explotado.
La humanidad de todos los personajes, con sus virtudes y sus defectos, sus aciertos y sus errores inunda, por suerte, toda la serie. A pesar de los abusos de un sistema saturado que lleva al protagonista al límite de su propia salud física y mental, Esto te va a doler reivindica a todos los profesionales sanitarios que se dejan la piel y el tiempo en primera línea de acción. Y lo hace sin llegar a ser zalamera, cursi o naif. Con la honestidad de un creador que ha vivido y sufrido esas situaciones y sabe de lo que habla. Ahí está la grandeza de esta serie.
Nuestras menciones especiales
Y ahora que ya hemos comentado las series que han provocado el consenso general de la oficina, toca ponernos específicos y destacar aquellas que forman parte de las listas personales del equipo de redacción de Serielizados. En la variedad está el gusto ¿no?
Guillem F. Marí
- The White Lotus T2
- Somebody somewhere
- Barry T3
- El caso Oussekine
- No me gusta conducir
Carlos Perelló
- Peaky Blinders T6
- Esterno Notte
- We own this city
- El último artefacto socialista
- The Boys T3
Alba Pascual
- Hacks T2
- Autodefensa
- Chainsaw Man
- Slow Horses
- Rap Sh!t