Nicolas Cage en tu serie favorita
El rey de la jungla

Nicolas Cage en tu serie favorita

¿Qué pasaría si Nicolas Cage hubiese protagonizado ‘Los Soprano’ o ‘True Detective’? Condenamos a nuestro colaborador Marc Renton a pasar días enteros visionando lo más crudo de la filmografía del actor californiano para tratar de despejar esta incógnita. Este artículo recoge los resultados de dicho experimento a la vez que pulveriza la poca integridad que conservaba su autor.

En Serielizados hemos tenido el privilegio de tratar con figuras tan importantes del mundo de las series como Dan Harmon y David Simon (Dios bendiga el Serielizados Fest), pero hemos querido ir un paso más allá y dar el salto directamente a la élite de Hollywood. Tras leer varios reportajes sobre Nicolas Cage y las locuras que ha perpetrado a lo largo de su vida, decidimos que era necesario que el propio Cage escribiera un artículo en nuestra página web acerca de la idea de convertir su vida en una serie. Ante la imposibilidad de contactar con el bueno de Nicolas, que actualmente anda algo perdido por Las Vegas, decidimos recurrir al único colaborador de nuestra publicación cuyo desequilibrio mental puede competir con el del mítico actor estadounidense: Marc Renton. Le obligamos a visionar del tirón El Motorista Fantasma, El Motorista Fantasma II, Bangkok Dangerous, La Búsqueda, El Aprendiz de Brujo y Tokarev (algunas de las grandes basuras cinematográficas protagonizadas por Cage estos últimos años), para que se metiera en la piel del actor y el artículo fuera lo más realista posible. Lo que no esperábamos es que nuestro redactor entrara en un trance enloquecido, ojos en blanco y espasmos incluidos. Después de unos segundos de pánico, Renton hizo una mueca desquiciada imposible de confundir: tras días viendo sus películas, Nicolas Cage se había apoderado de su alma. Fue entonces cuando le dimos papel y bolígrafo para que nos escribiera el ansiado artículo, y he aquí el resultado.

Aclaración: todos los episodios vitales del señor Cage relatados a continuación son reales, aunque parezca imposible.

 

Si mi vida fuera una serie, por Nicolas Cage

Hola, soy Nicolas Cage y soy el puto amo. Algunos me conoceréis por mis películas, otros por ser un Dios de los memes y la gran mayoría por ser un Dios a secas. Lo que se me ha planteado aquí es relacionar mi omnipotente figura con el mundo de las series, así que voy a ser claro y conciso: cualquier serie en la que puedas pensar, incluyendo tu favorita, mejoraría con un servidor en el reparto. Así de fácil. Y no es prepotencia, a los hechos me remito. Mi vida ha tenido una serie de episodios jodidamente épicos, mejores que lo mejor que podrían escribir el mejor grupo de guionistas del planeta. No sería exagerado decir que en un martes tranquilo de mi vida me suceden cosas más interesantes que a Walter White, Jon Snow y Elliot Alderson en una de sus pretenciosas temporadas. ¿Queréis ejemplos? Pues tomad dos tazas.

«Cualquier serie, incluyendo tu favorita, mejoraría con un servidor en el reparto. Así de fácil»

Empecemos por lo más normalito. Todos nos acordamos de la obsesión de Tony Soprano con los patos que se congregaban en su piscina, ese tremendo contraste entre la crueldad intrínseca de un capo de la mafia italoamericana y la sensibilidad que Soprano nos mostró hablando con su psicóloga tras la marcha definitiva de las aves en busca de climas cálidos. Bien, genial. Ahora imagínate esto pero cambiando los patos por algunas de mis mascotas: un pulpo, un cocodrilo, un tiburón y dos cobras gigantes. ¿Mejora o no la cosa? ¿Empezáis a entenderme? Siento si esto es una herejía para algunos, pero me meo en Tony Soprano; un tipo que llora por unos putos patos no tiene nada que hacer conmigo, que yendo de la habitación al lavabo para mear me encuentro más animales mortíferos que Frank de la Jungla en uno de sus programas.

Hablemos ahora de uno de mis retoños, mi queridísimo Kal-El. Sí, mi hijo se llama Kal-El. Solo los frikis habrán apreciado la belleza de este nombre, el resto de los mortales que estén leyendo esto pensarán que más que un nombre se trata de una putada para el chaval. Error. Kal-El es ni más ni menos que el nombre original de Clark Kent aka Superman en su planeta de origen, Krypton. Pues bien, en vez de esa bazofia de Smallville, que intenta contar la vida de un joven Superman con menos expresividad que Keanu Reeves en un funeral, hubiera sido mucho mejor que yo mismo hubiera grabado con el móvil los primeros años de vida de mi querido Kal-El; para serie quizá no hubiera dado, pero para algún que otro vídeo viral de “Bebé a punto de ser devorado por cocodrilo” o “Niño llora desconsoladamente al ver a su padre en otra película de mierda”, seguro que sí. De momento ya me he ventilado a Tony Soprano y a Superman, y esto es solo el principio.

«Me di de hostias con Vince Neil, el cantante de Mötley Crüe. No hubo puñetazos, fue más bien una patética enganchada con agarrones del cuello y gritos«

Una de mis historias favoritas ahora: me di de hostias con Vince Neil, el cantante de Mötley Crüe. A ver, si tengo que ser franco, no hubo puñetazos sino que más bien fue una patética enganchada con agarrones del cuello y gritos, provocada por algunos suplementos vitamínicos que ambos habíamos ingerido horas antes. Drogas, música y violencia, no me digáis que no os viene la cabeza Richie Finestra, protagonista absoluto de la malograda Vinyl. Esa serie me gustaba, una lástima que hayan cancelado la segunda temporada. También os digo que me ponen a mí a interpretar a Finestra en vez de a Bobby Cannavale y la serie lo hubiera petado hasta límites insospechados. Sigamos, y ahora voy a por ti, True Detective. Resulta que tengo una colección de calaveras de animales exóticos y pigmeos guardadas en un mausoleo, donde de vez en cuando me siento a tener conversaciones con ellas. Estás como una puta cabra, Nicolas, pensaréis. Pues no. En Hamlet el tipo coge una calavera y suelta la chorrada de “¿Ser o no ser? Esa es la cuestión” y todos decimos que Shakespeare es un genio; hablo yo sobre la vida y la muerte con la calavera de un pigmeo y estoy loco de remate. La doble moral de esta sociedad enferma. Ahora pilla la primera temporada de True Detective y cambia a Rust Cohle por un servidor y a Marty Hart por una de mis calaveras. El 80% de la temporada se basa en Woody Harrelson poniendo cara de susto mientras McConaughey suelta sus discursos de nihilismo oscuro, y eso te lo puedo hacer yo tranquilamente y tienes que pagar solo un sueldo. Pizzolato, ahí no estuviste avispado.

Me tomo un respiro y dejo de hablar sobre mí un segundo. Quiero proponer ahora un spin off sobre una de mis ex-mujeres, Lisa Marie Presley. Me casé con ella diez días después de conocerla y nos separamos antes de los cuatro meses. Esto es Hollywood, nada raro. Lo que es acojonante es que esta señorita es ni más ni menos que la hija de Elvis Presley y no solo ha contraído matrimonio conmigo sino que también con Michael Jackson en su momento. Si esto no merece una serie, nada lo merece. Pero volvamos a mi figura, treinta segundos hablando de otra gente y ya me empezaba a venir jaqueca. El gobierno de Mongolia me robó una calavera de dinosaurio. Ala, ahí dejo caer la bomba, sin avisar. Gané una subasta por dichos restos fósiles pagando casi 350.000 euros, pero el gobierno mongol (en ambos sentidos) se puso quisquilloso con que la calavera había sido extraída en su país y no sé qué del expolio americano y demás chorradas. Total, que la tuve que devolver. No sabéis cómo desearía ser el protagonista de Hora de Aventuras o Rick & Morty para ir a Mongolia a recuperar mis fósiles en un viaje psicotrópico y repleto de inventos imposibles. Y no lo neguéis, os encantaría un Nicolas Cage de dibujos animados. Ya veis, la series de animación tampoco se me resisten.

Para acabar, deciros que una tarde tonta me dio por zamparme unas cuantas setas alucinógenas a pachas con mi gato. A la hora y media de haberlas tomado, el gato empezó a hablarme y yo me sentí como en
Sabrina, cosas de brujas. Mi gato se convirtió literalmente en Salem, esa especie de estropajo con ojos que en la serie simulaba ser un gato hablante con poderes mágicos. Me acojoné y lo tiré a los tiburones, pero eso es otra historia. En fin, que sin el menor esfuerzo he dado motivos suficientes para que veáis que con Nicolas Cage habrían mejorado enormemente series de culto como Los Soprano o True Detective, series normales como Vinyl o Smallville, series de animación como Hora de Aventuras o Rick & Morty o series de mierda como Sabrina, cosas de brujas. Toco todos los palos, amigos.

A modo de conclusión diré que mi vida nunca podría ser una serie, porque las series tarde o temprano siempre terminan, y yo, Nicolas Cage, soy eterno.

 

Postdata del equipo de Serielizados: Ningún Marc Renton ha sido lastimado en la realización de este artículo. Un sacerdote le realizó con total éxito un exorcismo estándar para arrancar a Nicolas Cage de su alma. Tras varios días en estado catatónico, Renton volvió a su estado mental y físico habitual, que es igual de catatónico pero con una cerveza en la mano.

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