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La actriz y escritora británica Michaela Coel, conocida en el mundo anglosajón por su primera y exitosa serie Chewing Gum (2015), que le valió el BAFTA a mejor actriz de comedia en 2016, ha estrenado este año I May Destroy You (Podría destruirte) serie que ha escrito y protagonizado para BBC y HBO.
Coel, de ascendencia ghanesa, cuyo nombre completo es Michaela Ewuraba Boakye-Collinson, atesora una ristra de premios que van desde la poesía a la interpretación y el guion. Chewing Gum, serie que escribió y protagonizó con 28 años, es la adaptación de una obra de teatro suya que triunfó en pequeñas salas de Londres. ¿Os recuerda a algo? Sí, muchos críticos comparan su trayectoria con la de Phoebe Waller-Bridge, aunque Coel es mucho más política que la creadora de Fleabag.
Chewing Gum, que estuvo en el catálogo de Netflix España durante varios años, narra la vida de Tracey Gordon, una joven de 24 años que trabaja en una tienda de dulces, y que intenta liberarse de su férrea educación religiosa, que entre otras cosas le impide explorar su sexualidad. Según la propia Coel, es una serie autobiográfica.
En 2018 la actriz denunció haber sufrido abusos mientras trabajaba como guionista en Chewing Gum, anuncio que creó un gran revuelo en Channel 4, cadena productora de la serie. En un discurso que dio en el Festival de Edimburgo, Coel puso en contexto el sexismo y el racismo inherente en la industria audiovisual. Contó, entre otras cosas, que un productor británico se le acercó en una fiesta y le soltó «¿Sabes las ganas que tengo de follarte?» sin conocerla de nada.
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Coel asestó una buena bofetada a la autocomplaciente industria británica, y a muchos excompañeros suyos que le escribieron pidiendo disculpas por su comportamiento con ella durante los rodajes de Chewing Gum. Incluso, el propio director de Channel 4 publicó el siguiente mensaje: «La de Coel ha sido una poderosa llamada de atención. Ha sacado a la luz cuestiones vitales sobre transparencia e inclusión que nuestra industria necesita afrontar con urgencia.»
Además de en Chewing Gum, la hemos visto protagonizar Black Earth Rising (Netflix, 2018), donde Coel interpreta a Kate, una superviviente del genocidio de Rwanda. La serie, creada por Hugo Blick, quien venía de triunfar con The Honourable Woman y The Shadow Line, contaba también con el imperecedero John Goodman en sus filas.
Años antes, entre 2016 y 2017, la pudimos ver en dos episodios de Black Mirror. La primera de estas apariciones fue en el primer capítulo de la tercera temporada de la serie, ese «Nosedive» premonitorio, y al año siguiente en aquel viaje a las estrellas que fue «USS Callister«.
Y ahora, ‘Podría destruirte’
En Podría destruirte interpreta a Arabella Essiuedu, una chica sin compromiso y despreocupada que se ve coronada como la «voz de su generación», tras petarlo un libro titulado Crónicas de una millennial harta, con toda la presión que ello conlleva. Después de ser agredida sexualmente en un club nocturno, su vida cambia irreversiblemente y Arabella se ve obligada a reevaluarlo todo: su carrera, sus amigos, incluso su familia. Mientras Arabella lucha por aceptar lo que sucedió, comienza un viaje de autodescubrimiento.
El tráiler presenta el mundo de Arabella repleto de fiestas que da un giro inesperado después de una noche que es incapaz de recordar. En el vídeo se pueden ver una serie de escenas fragmentadas y fracturadas que implican que la vida de Arabella es disfuncional y que hay mucho más detrás de escena de lo que sabemos.
Según el crítico de Serielizados, Alberto Rey, «Michaela Coel es la creadora y el rostro principal (magnético rostro, por cierto) de esta incómoda y sofisticadísima reflexión sobre el trauma. Con un planteamiento no demasiado original, un desarrollo brillante y un final tan arriesgado como perfecto, Podría destruirte confirma a Michaela Coel como una autora total. Su serie, más que buena (que lo es) es importante.»
Coel no se vende
Netflix le ofreció en 2017 un millón de euros a cambio de los derechos de autor y de explotación de ese guion que estaba preparando (era el de Podría destruirte). Después de semanas de intensas negociaciones, y de que Netflix se negara, primero, a dejarle mantener un 5% y, luego, ni un mísero 0’5% de los derechos de su propia obra, ambas partes rompieron las negociaciones. Coel no pasó por el aro.
Más tarde, en 2018, llegaron de la mano HBO y BBC para proponerle a Coel una silla en la sala de producción, el 100% de los derechos de la serie y la libertad creativa total sobre Podría destruirte. Ella aceptó y el resto es historia de la televisión.