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A finales de los 80, Ámsterdam se convirtió en la capital de una revolución cultural, llena de sexo, música house y drogas.

Basada en el libro de Fred Saueressig, 06‑Cowboys, la serie nos sitúa en la Ámsterdam de 1987, con la guerra fría dando sus últimos coletazos. La sociedad neerlandesa estaba inmersa en una vorágine de cambios sociales, al igual que los países del entorno occidental.
En este contexto encontramos al joven ejecutivo Frank Stigter (Minnie Koole) quien ha fracasado varias veces en el intento de crear su propia empresa. Pero cuando la telefónica holandesa empieza a dar números de tarifa especial cree ver su oportunidad. Con ayuda de sus hermanos y de varios inversores nada halagüeños, crea la primera compañía de sexo telefónico de Europa.
Y aquí es a dónde llega Marly Salomon (Joy Delima), una joven estudiante de psicología que acepta un trabajo a tiempo parcial en esa empresa nueva llamada Teledutch. Lo que en un inicio es un experimento improvisado en un garaje se convierte en un negocio millonario de la noche a la mañana.
Ámsterdam se estaba convirtiendo en el epicentro de una nueva revolución cultural. La juventud europea se lanzaba a vivir la vida al máximo dejando atrás el pensamiento apocalíptico al ver que la Guerra Fría terminar. Y la aparición de un nuevo estilo de música, el house, y una nueva droga de diseño, el éxtasis, llamada ‘droga del amor’, hicieron el resto.
«El auge de las discotecas en Ámsterdam, con su dinero rápido y su inevitable lado oscuro, brinda el telón de fondo perfecto»
Las líneas eróticas telefónicas daban la posibilidad de experimentar sexo anónimo de nuevas maneras impensables hasta esa fecha, cambiando la moral de las personas que las utilizaban y también de quienes las crearon. El surgimiento del negocio del sexo telefónico es el gancho para explicar cómo alguien tiene la intuición de ver un nicho de negocio más que rentable en toda Europa.
Líneas Eróticas tiene puntos de conexión con con la americana Halt and catch fire. Esta serie, ambientada en la misma década, explica el inicio de la informática y toda su evolución hacia casi la aparición de las redes sociales.
Pieter Bart Korthuis, creador de la serie, ha comentado al respecto del proyecto que «Líneas Eróticas ofrece una visión de finales de los ochenta, época en que los Países Bajos atravesaron grandes cambios. El auge de las discotecas en Ámsterdam, con su dinero rápido y su inevitable lado oscuro, brinda el telón de fondo perfecto para una serie que lidia con la sexualidad y el poder.»