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Aunque durante años la plataforma de streaming ha mostrado su conformidad a que sus usuarios compartieran una misma cuenta, en las últimas semanas ha empezado a estudiar cómo restringir el uso de las cuentas compartidas.
Algunos usuarios han difundido en sus redes que al intentar usar su suscripción de Netflix han recibido un mensaje para verificar que son los dueños de dicha cuenta. «Si no convives con el propietario de esta cuenta, debes crear tu propia cuenta para continuar viendo«, dice el mensaje. Como parte del proceso de confirmación, el titular de la suscripción recibe un código a su email o teléfono que debe introducir.
Netflix también da la opción de «verificar más tarde» y permite al usuario seguir viendo contenido, aunque en este caso el mensaje vuelve a aparecer más tarde. Y por último, llama la atención que una de las opciones dadas es crearse una cuenta nueva con un periodo de prueba gratuito de 30 días.

«Si no convives con el propietario de esta cuenta, debes crear tu propia cuenta para continuar viendo»
Es muy común que Netflix lleve a cabo este tipo de pruebas con nuevas funcionalidades antes de implementarlas. Sin ir más lejos, en lo que llevamos de 2021, ya han anunciado un test para implementar un temporizador que pause la reproducción de lo que el usuario está viendo en móvil cuando pasen los minutos previamente configurados, (algo perfecto para aquellos que se suelen quedar dormidos mientras ven una serie o para evitar quedarte sin batería); autodescargas con contenido recomendado por su famoso algoritmo; o la la inclusión de un botón de «shuffle» para que se muestre contenido aleatorio cuando el usuario no sabe qué ver.
Pero, ¿por qué restringir?
Cada uno de los tests que han llevado a cabo hasta ahora parece intentar resolver un problema o mejorar una herramienta existente, así que, ¿por qué intentar restringir las cuentas compartidas?
Según el analista del grupo financiero Citi, Jason Bazinet, Netflix podría estar perdiendo hasta 6 mil millones de dólares al año en ingresos como consecuencia de las cuentas compartidas.
En 2020, Netflix obtuvo unos ingresos totales de casi 25 mil millones, un 24% más que el año anterior. Además, en tan solo dos años, Netflix ha duplicado su número de abonados: de 111 millones en 2018 a 204 millones a finales de 2020. Y para el primer trimestre de 2021 se calcula una suma de otros 6 millones.
Dada la cuota de mercado que ya ha cubierto ¿qué más puede hacer Netflix para crecer? Por una parte, necesita una estrategia de retención de clientes fuerte y, por otra, aumentar el margen de beneficios por suscriptor. Hace unos años la plataforma de streaming acortó el periodo de prueba a 14 días, para más tarde eliminarlo por completo. De esta manera consiguió aumentar dichos beneficios, al tener clientes pagando desde el primer día.
Limitar el número de cuentas parece ser el segundo paso para poder mantenerse en la cima de la que muchos llaman «la guerra del streaming«.
Entonces, ¿ha llegado la hora de decir adiós a las cuentas compartidas?
Aunque algunas de las pruebas que Netflix ha llevado a cabo se han quedado en tan solo un experimento, en este caso no se trata de mejorar la experiencia de usuario. Con la restricción de cuentas compartidas, Netflix se está centrando en lo que realmente importa a cualquier negocio: obtener beneficios.
La industria del streaming es demasiado reciente y la mayoría de las plataformas involucradas se encuentran en una primera fase centrada en la expansión. Es decir, la prioridad de Disney+, Amazon Prime y HBO, entre otras, es llegar al mayor número de hogares posibles.

Disney Plus ha superado los 100 millones de suscriptores 16 meses después de su lanzamiento. Netflix tardó 10 años en alcanzar este hito.
Sin embargo, Netflix, que fue uno de los primeros en entrar en esta industria, ha crecido tanto en los últimos años que tiene muy complicado seguir ampliando su base de suscriptores y, consecuentemente, empezar a obtener beneficios a través de ellos (recordemos que, aunque han aumentado sus ingresos, aún no han cerrado ningún año obteniendo beneficios industriales). Así que, ¿qué alternativas les queda? Por ahora, hay tres opciones claras.
- La primera es la subida de precios, y ¡malas noticias!, todo apunta a que pronto tendremos otra. Aproximadamente cada dos años, Netflix tiende a subir sus precios y en España la última fue en verano de 2019. Además, Canadá, Estados Unidos y Reino Unido siempre son los que la sufren primero y, desafortunadamente, la plataforma acaba de subir los precios en estos territorios.
- La segunda es vender su contenido original a terceros. Según la multinacional de medios The Information, Netflix podría estar en negociaciones con ViacomCBS y NBCUniversal para venderles parte de su contenido original para que se puedan ver en otras plataformas de vídeo. Por el momento, este sería el movimiento que más sorprendería, ya que sería volver a una estrategia similar a la que Netflix usó en sus orígenes.
- Y por último, pero no por ello menos importante (o menos factible), está la opción de limitar las cuentas compartidas. De esta manera, Netflix espera que aumente el número de suscriptores y, así, se acerquen más a obtener beneficios.
Tendremos que esperar al próximo episodio para ver qué sucede, pero todo apunta a que se avecinan cambios en nuestra suscripción de Netflix, y, spoiler alert, seguramente incluyan el no poder seguir compartiendo nuestra cuenta tan libremente.