Netflix activa ya su plan contra las cuentas compartidas
Se acabó lo que se daba

Netflix activa ya su plan contra las cuentas compartidas

Desde hoy, la plataforma inicia en cuatro territorios –España, Portugal, Nueva Zelanda y Canadá– nuevos cambios en los planes de subscripción que buscan dar coto a la compartición de contraseñas. Spoiler: no serán tan duras como las propuestas en Chile, Costa Rica y Perú.

Ha llegado el día. ¿Nos daremos todos de baja de Netflix? O solo nos quejaremos durante un rato con memes para luego volver a flipar compartiendo el baile viral de Jenna Ortega en Miércoles? El debate está servido y de buen seguro, el anuncio de que Netflix pone en marcha, desde hoy. nuevas mesuras para acabar con la práctica de compartir contraseñas, será el tema de las tertulias de oficina. Por no hablar de las discusiones familiares o grupales entre quienes comparten contraseña.

Un estudio reciente de Barlovento Comunicación nos daba una cifra sobre las cuentas compartidas en nuestro país. En la encuesta realizada a más de 2.000 personas, el 61,3% reconoció compartir cuenta en Netflix. Además, más de la mitad de los suscriptores afirmaron que se darían de baja en el caso de no poder compartir sus cuentas. Así las cosas, el plan que pone en práctica Netflix en España (además de Portugal, Nueva Zelanda y Canadá) busca, precisamente, suavizar el impacto y «seducir» a los usuarios tentados de abandonar la plataforma, en comparación con el plan más agresivo que sí implementó, a modo de prueba, en Chile, Costa Rica y Perú.

Ese plan, que se filtró por error y corrió como la pólvora en los medios, dando por hecho que se aplicaba en todo el mundo, consistía en apretar las tuercas a los usuarios, obligándoles a conectarse una vez al mes al wifi (o IP) correspondiente al declarado como principal. Esto dio a entender que la plataforma no solo se ponía seria con este tema, sino que adoptaba una actitud proactiva y casi coercitiva, como bromeaba The New Yorker.

¿Seguirá Netflix siendo el rey del salón?

Pero eso era solo un simulacro y en el caso de España, nos tocará vivir otro tipo de simulacro que a efectos prácticos, puede que sea el modelo a seguir a partir de ahora. El nuevo sistema de Netflix en España busca amortiguar la posible sangría de usuarios ofreciendo una solución a todos aquellos que deseen compartir. Y como en todo, esta solución significa, como no, por «pasar por caja».  A partir de ahora, se deberá asignar un usuario principal y confirmar una ubicación principal. Esto es importante porque, a partir de esta configuración, Netflix controlará si la cuenta se utiliza en distintos hogares. Dentro del hogar, se podrá seguir teniendo varios usuarios y dispositivos. 

Si queremos compartir, debemos añadir un usuario extra y pagar 5,99€ mensuales por usuario. Es decir, un cambio de mentalidad. Ya no compartimos, ahora añadimos. Y lo que prima es el concepto hogar o domicilio. Dentro de un mismo hogar, no hay problema. En el momento que los otros usuarios tienen otro hogar y por tanto, otra red Wifi, deben ser miembros «añadidos» al plan.

Ojo, porque estos 5,99€ euros mensuales en España por cada uno de estos usuarios extra, tendrán unas cuantas particularidades: tendrán cuenta y contraseñas propias pero el coste adicional se pagará desde la cuenta inicial. O sea, quien tiene contratada la tarifa inicial de Netflix también debe abonar el suplemento por cada usuario adicional. Además, hay limitaciones. La tarifa estándar, que tiene un coste de 12,99€, sólo permitirá incluir un suscriptor extra. En el caso de la tarifa premium, que cuesta 17,99€ y que incluye la posibilidad de ver los contenidos en 4K, permitirá incluir dos suscriptores extra. Las tarifas básicas, ya sea con o sin publicidad, no permiten incluir usuarios adicionales.

Recientemente, Reed Hastings dejó de ser CEO de Netflix tras 25 años en el cargo.

A fin de cuentas, una reestructuración que busca sacar del atolladero económico a una plataforma cuyo crecimiento está estancado. A la vez que aspira a minimizar la posible pérdida de suscriptores. Todo puede acabar dependiendo de la laxitud o restricción que aplique Netflix con esta medida. Tal y como está planteada, si te conectas desde otra ubicación, tendrás que confirmar con un código enviado a tu correo. Si esto es un paso que ocurre aleatoriamente cada X tiempo, quizás no moleste a la gente que siga compartiendo contraseña con amigos y familiares. Pero si se aplica cada vez y acaba resultando engorroso, sí puede suponer un desgaste que haga que la gente claudique y pague o se de de baja. En el centro de ayuda de Netflix, explican cómo aplicarlo. 

Veremos. Pues estamos ante un momento muy particular de la industria del streaming, con Netflix sufriendo en la Bolsa y viendo estancado su crecimiento. Ayer mismo, Disney admitió que había perdido subscriptores de Disney+ en Estados Unidos el último trimestre del año. La misma Disney ha anunciado despidos masivos en un contexto de reestructuración que también están viviendo grandes actores tecnológicos como Amazon, Meta o Twitter. Por no hablar de las fusiones, desapariciones o refundaciones de otras plataformas.

Es evidente que el modelo «viva la vida» de hasta ahora, en el que ya le iba bien a Netflix que la gente compartiera, es caduco. El mercado es finito y el crecimiento tiene límite. Ahora, lo que toca es reestructurar el negocio. Y las decisiones pasarán siempre a tener una lógica numérica aplastante. También las creativas, como hemos visto con todo el guirigay de las cancelaciones. O como la solución de ofrecer un plan básico con publicidad que, a la larga, mitigará las perdidas por subscriptores y se puede convertir en el estándar para cada plataforma.

Por otra parte, a nosotros como usuarios, nos iba de fábula este sistema pues, nos permitía estar en todas (o casi) todas la plataformas sin que nuestro bolsillo se resintiera demasiado. Sin embargo, a partir de ahora, puede que cambiemos también nuestra manera de consumir. Es muy posible que nos convirtamos en usuarios «nómadas», desplazándonos de una plataforma a otra a lo largo del tiempo, saltando de un contenido específico a otro.

Es ahí donde quizás empieza a perder sentido ofrecer temporadas enteras y maratones y cobre (de nuevo) importancia la emisión semanal para fidelizar a los subscriptores. Una táctica despreciada por Netflix hasta ahora y que, ante los buenos resultados de fidelidad que esto provoca en HBO Max, por ejemplo, y fenómenos como La Casa del Dragón y The Last of Us. Los tiempos cambian constantemente y lo que ayer era una realidad, hoy es pasado en el mundo de las guerras del streaming. Por suerte, aquí tendremos tiempo y espacio para observar y analizar qué supone todo esta sacudida en el sector, en el corto y largo plazo.

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