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Kamala Khan es el personaje de cómic perfecto para los tiempos actuales. Su aparición por primera vez en 2013 vino seguida de una acogida fulgurante y un éxito genuino. Pronto, Kamala se convirtió en una Ms. Marvel que, como superheroína, conseguía ser de las más populares de toda la casa Marvel.
Casi diez años después alcanza la consagración final: dar el salto a la pantalla y formar parte del Universo Cinematográfico Marvel. Pocos personajes de las viñetas han dado el salto en tan poco tiempo. Con el estreno reciente de la serie Ms. Marvel y su participación confirmada en la secuela de Capitana Marvel, titulada The Marvels, está claro que Kamala Kahn ha llegado para quedarse y ser parte importante del futuro de esta saga.
Entre dos mundos
El primer capítulo de la nueva serie estrenada por Disney+ es un fiel reflejo de todo lo que hace única a su protagonista. Y responde muy bien a porqué es un personaje perfecto para los tiempos actuales. Kamala Khan es ante todo, una fan descarada de Marvel. Y en una era en la que el fenómeno fan, los cosplays y las grandes convenciones están a la orden del día, eso es clave.
‘Ms. Marvel’, en consecuencia, se mueve entre dos mundos: el del fandom fantasioso y el de los superpoderes de fantasía.
Además, que la protagonista de tu nueva serie de superhéores sea fan de tu propio universo va más allá de lo metarreferencial. Tiene un razonamiento previo con todo el sentido del mundo. Pues apela directamente al público objetivo. ¿Qué mejor para seguir enganchando a nuevos públicos a las historias de super humanos en mallas que convertir a un/a fan en uno de estos superhumanos? La lógica, como vemos, es aplastante. Las acciones de Kamala en las diferentes situaciones en la que nos la presentan al inicio de Ms. Marvel son un grito constante: «¡Ei, yo soy una de vosotros!», parece decirnos.
Ms. Marvel, en consecuencia, se mueve entre dos mundos: el del fandom fantasioso y el de los superpoderes de fantasía. La protagonista se pasa la mayor parte de su día a día soñando despierta, como vemos a lo largo del primer episodio. Vive su realidad como un engorro del que evadirse constantemente imaginando que tiene los poderes de la superheorína que más admira, la Capitana Marvel (Brie Larson).
El Universo Cinematográfico Marvel no ha dudado en autorrefenciar los eventos del mismo a través de sus protagonistas o, en otros casos, secundarios que ejercían ese papel de geek del UCM. Lo vimos recientemente con Kate Bishop en Ojo de Halcón, por ejemplo. Los eventos vividos en Vengadores: Endagme han resonado constantemente en la fase actual del UCM y ahora, en Ms. Marvel lo hacen a un nivel más terrenal, regados del entusiasmo de una chica que escucha podcasts de Ant-Man, sube vídeos a youtube y recrea con animaciones las aventuras de sus héroes.
Ese escapismo juvenil, sin duda, es lo que aporta a la serie una frescura visual que rompe con la línea de las otras producciones de Marvel Studios hasta la fecha. De esos sueños de fan Kamala pasará, por medio de un artefacto místico que acaba en sus manos, a ser la superheorína que tanto desea ser. Entonces será el momento de preguntarse –y de paso preguntarnos nosotros también– si los sueños valen la pena cuando se cumplen. Ya sabéis, cuidado con lo que deseas…
De Jersey City a Los Vengadores
La serie también recoge con acierto el otro gran rasgo distintivo de su protagonista: su etnicidad. Kamala es una adolescente hija de migrantes paquistaníes criada en Jersey City. Como tal, desde pequeña conoce lo que es vivir (de nuevo, un tema recurrente) entre dos mundos. El del país donde nació y se crió y el de sus padres, que sufren porque ella no pierda su propia cultura y costumbres. Algo que genera el principal punto de conflicto entre las dos generaciones familiares y que, como hemos visto en tantos relatos sobre familias desplazadas, es uno de los hechos distintivos que conlleva ser hijo de migrantes. En este sentido, Kamala es la primera figura del UCM a la que le ocurre esto. Y la serie lo aprovecha a su favor para, de nuevo, encontrar esos elementos diferenciales que aporten un sabor distinto a la misma fórmula de siempre.
Y por eso, otra vez, Kamala emerge como el gran nuevo personaje Marvel del siglo XXI que es. Su función representativa no es algo que desdeñar y en tiempos en los que, acertadamente, se busca ofrecer inclusividad y diversidad en las series y películas, se debe poner en valor cuando esa misma inclusividad surge de forma genuina y orgánica. Sin calzadores llenos de postureo y faltos de contenido real. Algo que ha pasado en demasiadas ocasiones anteriormente y que The Boys, por ejemplo, no ha dudado en parodiar con tino. En el caso de Ms. Marvel su posición vital y sus propios rasgos distintivos dan un plus de discurso a su desarrollo como personaje.
En esta línea, ‘Ms. Marvel’ es el producto más teen del UCM desde que llegó la primera película de su, hasta ahora, personaje más teen, Spider-Man.
De esos conflictos contínuos de una Kamala siempre entre dos mundos surge el gran problema de nuestra protagonista al inicio de la serie. Sus padres no la comprenden y, pese a que se esfuerzan por conectar con ella, existe una brecha difícil de salvar. Y como buena geek que es, el problema de Kamala no está en su deseo de salir de fiesta o irse a tontear con chicos –como veríamos en cualquier drama teen habitual y es lo que se teme su madre– sino en sus ganas de vestirse de Capitana Marvel y asistir a la VengaCon, la primera convención fan sobre Los Vengadores. Y si bien hoy en día ser geek y cosplayer parece estas más de moda que ser un fiestero/a o un/a deportista, sin el contraste de mentalidades entre unos padres paquisteníes y una hija norteamericana, ese conflicto tendría poco sentido.
El rincón teen del UCM
Finalmente, la otra gran pata sobre la que se sustenta la nueva Ms. Marvel de Disney+ es su vertiente adolescente. La serie abraza descaradamente la estética teen y podemos decir sin reparos que de todos los productor del UCM es el que está más directamente orientado a un público adolescente. Aunque al igual que sucede con sus historias en los cómics, eso no es impedimento para que cualquier otro tipo de público pueda disfrutar o empatizar.

Yasmeen Fletcher es Nakia y Matthew Lintz es Bruno, los. únicos amigos de Ms. Marvel/Kamala Khan (and Iman Vellan) en el instituto.
En esta línea, Ms. Marvel es el producto más teen del UCM desde que llegó la primera película de su, hasta ahora, personaje más teen, Spider-Man. Las películas dirigidas por John Watts apostaron fuerte por presentarse como una extensión de las míticas películas de John Hugues llevadas a su propio terreno. Y ahora que la trama llevará a Peter Parker a etapas más adultas, Kamala Khan toma el relevo.
Así, las angustias de no ser popular en el insti, las dificultades para ser comprendida a ojos de los demás y la unión que tiene con su núcleo duro de amigos son el marco ambiental en el que toda la serie tendrá lugar. Hasta qué punto ese entorno teen se verá afectado por la llegada de los superpoderes y el mundo más amplio al que irremediablemente Kamala deberá formar parte, será otra de las grandes cuestiones a resolver por la serie. Por ahora, la Kamala Kahn interpretada por la recién llegada Iman Vellani es un soplo de aire fresco que personifica de forma excelente todo el optimismo del personaje original. Sin ella y su aportación, Ms. Marvel lo tendría más difícil para convencer y se sentiria alejada de todo lo que representa este personaje.