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Chernobyl
ALOÑA FERNÁNDEZ
Además de ser una ficción sobresaliente sobre un suceso fundamental en la Historia del siglo XX, Chernobyl fue un pequeño fenómeno de primavera que nos recordó los placeres del visionado semanal. Aunque fuese a base de provocarnos angustia y frustración como pocas series antes.
JEPPE GJERVIG (AUTOR DE BORGEN)
De la nada llega una mini serie sobre una catástrofe provocada por el hombre detrás del telón de acero durante los años 80, que se convierte en la serie del año, a través de la excelencia pura de una narración de los hechos elegante y audaz. HBO, junto con Sky, lo ha hecho otra vez y nos ha sorprendido a todos al NO tratar de ir a lo seguro, y creando la serie de televisión más horripilante, inquietante, tensa y extrañamente hermosa que provoca que sus competidores estén deseando también hacer miniseries. Una obra maestra.
ELENA NEIRA
Por haber demostrado que no importa que tu estreno tenga lugar en el peor momento posible y que la historia que cuentes sea durísima. Cuando una serie está bien hecha, bien contada y bien interpretada, es capaz de encontrar una audiencia fiel, sufridora y paciente ante la espera semanal.
Succession (T2)
CARLOS PERELLÓ
En televisión hay muchos productos de usar y tirar, y una cultura del reciclaje que los reabsorbe de manera cíclica. Pero a lo largo de un año aparecen de entre la montaña de basura una serie de artículos que nos recuerdan que la artesanía todavía existe, y enamora. Y si he de escoger una me quedo con Succession. Esta segunda temporada deja claro que estamos ante una serie sin fecha de caducidad.
VICTOR SALA
Qué segunda temporada. Qué arco el de Kendall Roy. Qué sorpresa y disfrute nos han dado con esta segunda temporada. Empecé a ver Succession como quien va al teatro a ver un clásico. Ni se me ocurrió parpadear o mirar de reojo el móvil. Esta serie es como una pequeña locomotora que empieza midiéndose, pero que cuando coge velocidad, es un tren del que no puedes ni debes bajar. Podría ser un ‘los ricos también lloran’, pero es mucho mejor. Visitas una família ‘real’ en decadencia (el apellido no es casual), en un mundo a punto de estallar y con unos personajes que se aferran al poder como a un hierro ardiendo. Todos son odiosos, cualquier gurú o manual de guión te diría que te falla la empatía con los personaje para conectar con el espectador. Pero quizás esta es la norma que rompe Succession. Y las grandes series siempre rompen una norma, que hasta ahora era ley. ¿Quién se acuerda de Trust?
GUILLEM F. MARÍ
La segunda temporada la confirma como una de las series más adictivas de los últimos años. Conjuga de forma excelente el entretenimiento con un retrato feroz de la Norte América corporativa. En ella, los imperios están construidos sobre frágiles naipes, sostenidos tan sólo por la apariencia del poder. Además, puede que desde ‘Seinfeld’, ‘Succession’ sea la serie que mejor nos lo ha hecho pasar con personajes deleznables.
Peaky Blinders (T5)
JOSEP M. BUNYOL
Aunque existen series de estreno que podrían merecer esta distinción, como Chernobyl, Years and Years o Watchmen, en su quinta temporada esta crónica criminal de entreguerras sigue estando a años luz de buena parte de la oferta televisiva (también a años luz de otras creaciones de Steven Knight), con una puesta en escena siempre impecable y un reparto poseído por sus personajes. Es una obra maestra, vaya. El cabecilla de los Shelby ha entrado en los pasillos de Westminster y ha plantado cara a un enemigo inesperado, el fascismo; la banda sonora moderna de esta historia ubicada en los años 20 sirve ahora para hablarnos de temas igualmente contemporáneos que vuelven a sacudir Europa.
The Crown (T3)
JAVIER OLIVARES
The Crown, porque podía competir como mejor serie de la década con Line of Duty. Sutil, profunda sin parecerlo, divertida, una producción que es LA producción… Escuela BBC al más alto nivel. Me tiene atado ante la pantalla hablándome de un tema (familia real inglesa) que nunca me importó una mierda. Tal vez porque ese tema es una excusa para hablar de la(s) época(s), de un pasado no tan lejano. Y del ser humano.
Watchmen
JAVIER OLIVARES
Brillante en su reinterpretación del comic de Moore. Y no era fácil. Crea un universo de un futuro cercano con elementos históricos distorsionados (como Moore) para contarnos, paradójicamente, un retrato real de la sociedad actual. Su estética visual (siempre en función de la narración), es admirable.
Fleabag (T2)
ALEJANDRA PALÉS
Si casi medio año después de ver una serie sigues recordando algunos de sus diálogos es que dicha serie ha hecho algo muy bien. Eso pasa con Fleabag, cuya segunda y última temporada ha tocado (y roto) el corazón de muchos espectadores con unos personajes que hablan de la complejidad del ser humano y de las dificultades del querer. Su primer episodio es con toda seguridad uno de los mejores capítulos que hemos visto este año, una coreografía dialéctica que deja sin respiración.
The Virtues
MARC RENTON
Vaya por delante que haré trampa: señalaré las que son para mi las dos mejores series del año, pero mencionaré el nombre de alguna más. Será el espíritu navideño, pero me estalla en el pecho la necesidad de repartir bondades. Vamos allá. En primer lugar, y de forma totalmente indiscutible, la mejor serie que he visto este año es The Virtues. Una historia tan dura, tan cruda, tan desgarradora y, a la vez, tan bella cuando desnuda emocionalmente frente a los ojos del espectador a un Stephen Graham soberbio en su papel de ser humano abatido por el pasado, el presente y el futuro. La media hora final de su último capítulo no es solo lo mejor que he visto este año, es quizás lo mejor que he visto nunca. En el género dramático me siento con el deber de destacar también a The Victim y Chernobyl.
Elegir la segunda mejor serie del año me ha traído de cabeza. Tenía tres opciones danzando en mi cabeza: Fleabag, After Life y The Boys. El fin del amor, el fin de la vida y el fin de los héroes. Mi fascinación por encontrar la luz cuando todo es oscuro me hizo decantarme finalmente por After Life. Ricky Gervais se saca de la chistera un espléndido relato de cómo nos golpea el ocaso -el de nuestros seres queridos y el nuestro propio cuando estos fallecen- y lo hace con sus dosis habituales de hilarante humor negro. Spoiler: a algunos les jodió el final feliz de la serie porque creen que el personaje de Gervais deja atrás la pena; a mi me jode que haya personas incapaces de comprender que no la deja atrás, simplemente aprende a vivir con ella en vez de a morir por ella. Qué magnífico 2019 de series, amigas y amigos.
Years and Years
BETU MARTINEZ
Si hay una serie que nos ha jiñado más que las noticias sobre la salud de nuestro planeta, esta es Years & Years. Creada por el genio Russell T. Davies une dos universos: la familia y la distopía. A través de la cotidianidad de los Lyons inicia un viaje acojonante sobre lo jodidos que podemos estar entre 2019 y 2029 por culpa del cambio climático, el populismo, el uso de la tecnología o las políticas sociales de las principales potencias. Lo que hubiera podido quedar en un episodio del Black Mirror de Channel 4, se ha convertido en una serie deliciosamente caótica, dominando el drama más oscuro y el humor más fino (el británico). No hay robots, ni guerras interplanetarias ni inteligencia artificial, Years & Years es terroríficamente real, una aproximación a lo que somos y a lo que seremos en zero coma. La distopía es el presente.
La muñeca rusa
RICARDO JORNET
Sacando oro de una premisa mil veces vista, la imposibilidad de escapar de un bucle temporal, Muñeca Rusa es muchas cosas: un recital interpretativo por parte de Natasha Lyonne, una reflexión sobre los errores del pasado y nuestra (in)capacidad para superarlos y, sobre todo, una comedia negrísima protagonizada por una anti heroína que, solo por su peculiar forma de fumar, ya forma parte de la historia de la televisión.
La peste (T2)
CONCHI CASCAJOSA
Una segunda temporada más estilizada y luminosa sin perder la complejidad y ambición estética de la primera. Un thriller trepidante que traza un fascinante retrato social y político sobre la dificultad de la movilidad social, las diferencias de clase, los poderes económicos que trabajan en la sombra, la relación entre el centralismo y los gobiernos periféricos… No solo de Sevilla o Andalucía, «la Peste» es un agudo retrato de cómo funciona España.