La mejor serie de la década | 2010 - 2019
2010-19

La mejor serie de la década

Este año vamos a escoger qué serie se corona como la mejor de la última década. Nuestros autores se mojan, esta vez más que nunca.

'Fleabag' y 'The Americans', las dos series más elegidas.

‘Fleabag’

ELENA NEIRA
Por no ser otra historia sobre la búsqueda del amor, mujeres solteras y familias desestructuradas. Por el camino ha conseguido demostrar que, como en la vida, puede haber ternura en lo tragicómico, que claudicar también es una victoria y que amar a tus discípulos está bien pero ¿por qué no explorar qué pasa cuando te los follas?

CONCHI CASCAJOSA
Sus dos temporadas funcionan como un díptico perfecto sobre ser mujer y joven en el mundo actual, sobre el amor y el sexo, sobre errores catastróficos y segundas oportunidades, sobre por qué amamos a nuestras familias y a la vez las queremos matar… Un riqueza de temas extraordinaria que Phoebe Waller-Bridge explora con un lenguaje propio, atrevido y provocador, y un concepto narrativo que lleva hasta sus últimas consecuencias. Una serie que a través del «yo» resume lo que va a ser esta década para muchas mujeres.

‘The Americans’

JOSEP M. BUNYOL
Con permiso de Juego de tronos, que ya aparecerá en otras listas con toda justicia por su intensidad shakespeariana y su espectacularidad digital, alguien tiene que acordarse de los Jennings, protagonistas de una absorbente intriga de espionaje en la era Reagan que al mismo tiempo era una radiografía de pareja de las más complejas jamás vistas en una pantalla, el Secretos de un matrimonio de la Guerra Fría. The Americans, también en los repartos de premios, fue siempre aquella pequeña gran serie que ocupó pocas portadas. Y lo merecía por muchos motivos: por la ambientación de época y el uso del cancionero de los siempre rentables años 80, por la química entre los intérpretes (Matthew Rhys con Keri Russell, el propio Rhys con su vecino Noah Emmerich), por ser quizás la serie que mejor ha sabido integrar un personaje juvenil en una trama adulta sin hacer explotar el rabiómetro… En tiempos de finales controvertidos, el de The Americans fue indiscutible, de aquellos cocinados a fuego lento para optimizar el sabor y resolver expectativas largamente mantenidas sin defraudarlas.

ALEJANDRA PALÉS
Una de las series underdog por excelencia y uno de los dramas más compactos y coherentes que hemos visto en la última década. La grandeza de The Americans reside en retratar las costuras de un matrimonio a través de un, aparentemente, tradicional relato de espías. Durante sus seis temporadas no solo no perdió su pulso, si no que fue creciendo hasta ofrecer uno de los finales más desgarradores de la televisión, sin caer en el efectismo.

‘Breaking Bad’

ALOÑA FERNÁNDEZ
Si la creación de Gilligan ha resultado trascendental para la historia de la televisión ha sido en esta. Fue la primera serie que vivió en sus carnes los beneficios de la emisión de las temporadas previas en Netflix, aumentando notablemente sus audiencias. A su trayectoria previa y su brillante temporada de despedida le siguieron un poco reconocido spin-off, víctima de los tiempos que corren, y una película, que puede ser o no innecesaria, pero que alguien como Netflix acogió con agrado. Breaking Bad se resiste a cerrar la puerta porque sus personajes, su localización y sus diálogos se convirtieron en referencias e iconos inmediatos. Walter White cogió el testigo de Tony Soprano y el profesor acabó convertido en capo de la droga. Ya no hace falta tener orígenes sospechosos o amistades peligrosas para ser un narco. Ni grandes estrellas para lograr una serie impecable.

‘The Night Of’

JEPPE GJERVIG (autor de BORGEN)
Entre tantos títulos brillantes en esta edad de oro de la televisión, es tal vez una elección un poco controvertida. Al menos no la he visto en muchas de las listas sobre las mejores series de la última década. Pero para mí reinventó por completo cómo contar una historia de crimen y fue una gran influencia en mi forma de escribir. The Night Of construye de forma magistral un suspenso casi insoportable y lo mantiene durante toda la serie al enfocarse estrechamente en personajes fuertes y procedimientos policiales y penitenciarios de la vida real. Un ejemplo de escritura excelente, al contrario de lo que hacen el 99,99% de las series sobre crimen que dan todo tipo de giros y vueltas. Y además de todo esto, tiene una fotografía y actuación brillante, cosa que hace de The Night Of una obra maestra moderna y completa.

‘Atlanta’

CARLOS PERELLÓ
Sólo puedo decir que no he visto nada parecido a Atlanta. Hay otras diez o doce series que me gustaría destacar, pero todas tienen rasgos de otras. Atlanta es Atlanta, prácticamente un género en sí misma, y aunque lleve sólo dos temporadas para mí es la serie de la década. Nadie está explicando mejor que Donald Glover, autor y coprotagonista, el mundo delirante en el que vivimos.

¡Y mención especial para Bob Odenkirk! Que entre Breaking Bad y Better Call Saul nos ha dado el personaje de la década: Saul Goodman/Jimmy McGill.

‘Louie’

VICTOR SALA
Hannah Gadsby no me perdonará que ponga a Louie como mejor serie de la década. Lo siento, Hannah. Sé que no quieres que separemos el arte del creador, y creo que esto lo tienen que tener en mente los canales a la hora de contratar nuevos proyectos. Pero el arte hecho, hecho está. E igual que me cuesta no valorar a Dalí o Picasso, lo mismo me pasa con Louis CK. Puesto en su correcta perspectiva y contexto, es del espectador la tarea de juzgarlo. Y a mí personalmente, su obra me sigue pareciendo una de las comedias que rompe la narrativa de los capítulos como quiere. Consiguió hacer del arte del stand-up algo cinemático. Se siente libre para explorar ramas que le pasan por la cabeza y que se entretiene y enreda con ellas, y vuelve o no al punto de partida. Exactamente como en la estructura de sus monólogos.
Sin él, seguramente no tendríamos la estructura libre de muchas de las buenas comedias que hemos tenido a lo largo de esta década como Master of None, Fleabag u obviamenteBetter Things. Pero duele mucho volver a ver algunos fragmentos y no pensar en su persona y su mal comportamiento. Qué rabia que fuese un genio de cintura para arriba y un imbécil de cintura para abajo.

‘Juego de Tronos’

CATI MOYÀ
Elegir la serie que más me ha gustado, interesado u obsesionado en estos últimos diez años es, como mínimo, difícil. Y lo es, además de por mi condición de indecisa crónica, porque en esta última década hemos llegado a estrenar «la mejor serie del año» una vez por semana. Mi preferida sería, probablemente, Transparent (la serie, no el musical) pero, claro, también tendrían que estar en la lista Black Mirror, Stranger Things y Big Little Lies. Y Crematorio, El cuento de la criada y el final de Mad Men. Por no hablar de Sherlock, Frankie Martino y Rust Cohle, y por encima de todos ellos Vilanelle, Hannah Horvath y ay, Paquita. Sin embargo, sólo si los juntáramos a todos ellos, con sus respectivas familias, aliados y enemigos, podrían empezar a disputarle el título de serie de la década a Juego de tronos, con sus más y sus menos, capaz de congregarnos y reflejarnos a todos, para bien y para mal, clásico instantáneo más allá de dudas y suspicacias, serie total donde las haya: suyo es el trono de hierro.

‘Mad Men’

GUILLEM F. MARÍ
Aunque empezó en la década anterior, acabó en esta (2015) y su vacío aún se siente muy dentro de uno. Parece que hayamos vivido cientos de vidas desde el 2015. Las plataformas han llegado y la oferta se ha multiplicado, sí, pero pocas series han podido acercarse al listón que dejó Mad Men. Recogiendo el testigo de Los Soprano, Mad Men mató definitivamente, en esta década que cerramos, el mito de la masculinidad clásica con la caída al abismo de un tipo que se hacía llamar Don Draper.

‘Line of Duty’

JAVIER OLIVARES
Porque sus temporadas abarcan toda la década (desde 2012), replanteando el género policial y el concepto «interrogatorio», creando escuela. Si bien las últimas temporadas no han sido tan perfectas como las tres primeras, su universo de héroes imperfectos en un universo corrupto, me parece un buen símbolo de los signos de estos tiempos.

‘Peaky Blinders’

BETU MARTÍNEZ
Lleva desde el 2013 a un ritmo vertiginoso. Estamos viendo crecer a los Shelby como lo hemos hecho con los Soprano, los Fisher o cualquiera de las familias seriéfilas de culto. Tommy, Polly, Arthur y compañía se merecen estar en lo más alto de la década. Cinco temporadas finiquitadas donde hemos gozado de su trayectoria, empezando por las peleas a mamporro de boina afilada en el barro de un Birmingham deshecho post Primera Guerra Mundial y acabando su ascenso meteórico (por ahora) en el parlamento británico como amos absolutos de su territorio, en pleno crack del 29. Pocas series de época consiguen ser tan atractivas como la de la BBC. Nos deleita con sus tramas, nos sube la bilirrubina con sus personajes y nos toca la fibra con temazos de Radiohead, PJ Harvey, Nick Cave o Joy Division. Lo mejor es que aún le queda mecha al serión creado por Steven Knight. Habrá dos temporadas más seguro. Que no decaiga. Fucking coppers!

‘The Leftovers’

RICARDO JORNET
Aunque creo que la mejor temporada de serie de los últimos diez años es la segunda de Fargo (con su platillo volante y todo), el premio a la mejor serie, en cuanto a cómputo global, debería ser para The Leftovers, ese experimento dramático, cortesía de Damon Lindelof, que nos llevó de la tragedia más humana a la fantasía más surrealista. Por hacer honor a sus obsesiones: The Leftovers fue poco menos que un milagro.

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