"Debemos aceptar que las mujeres no son genuinamente más éticas"
Jeppe Gjervig, guionista de 'Borgen' y 'Follow the money'

«Debemos aceptar que las mujeres no son genuinamente más éticas»

Nos tomamos un café en la Berlinale con Jeppe Gjervig que, tras triunfar mundialmente con 'Borgen', asalta la banca con 'Bedrag' ('Follow the money').

FOTO: Bjarne Bergius Hermansen - DR

Jeppe Gjervig (Odense, Dinamarca – 1976) fue uno de los primeros europeos en darse cuenta de que esto del formato seriado era el futuro. En 1999 ya entró a trabajar en la televisión danesa TV2 y en 2009 escribió junto a Adam Price el éxito internacional Borgen. Me encuentro con este gigante nórdico en el bar del Zoo Palast de la Berlinale, donde ha venido a estrenar el spin-off de su última serie: Bedrag (Follow the money), un drama sobre la crisis financiera y los demonios que la controlan.

Tu última serie, ‘Follow the money’, cuyo spin-off has venido a estrenar aquí en Berlinale Series 2019, todavía no tiene distribución en España. ¿Podrías explicarnos un poco la trama y por qué escogiste este tema?

Cuando hicimos Borgen, estalló la crisis financiera, y pensamos que el drama político era algo «del año pasado», porque esperábamos que todos se pusieran a hacer dramas financieros, ya que era un tema tan importante y actual. Pero cuando terminamos Borgen, todavía nadie había hecho una serie así. Y pensé: «Entonces, la voy a hacer yo». La razón por la que nadie lo había hecho, por supuesto, fue porque los temas financieros son un material muy delicado, y estoy seguro de que hubo muchos proyectos en desarrollo que no vieron la luz porque los ejecutivos se asustaron.

Pero nosotros pensamos, bueno, «en la DR podemos hacerlo. Así que vamos a empezar a hacerlo «. Fuimos los primeros que yo sepa en hacer una serie dramática sobre grandes finanzas. Para mí es un tema muy importante. Pero también es muy difícil tratar de escribir sobre algo que las personas encuentran difícil de entender. Bedrag (Follow the money) es siempre un desafío.

Trabajaste como guionista en ‘Sommer’ y después en ‘Borgen’, mano a mano con Adam Price. ‘Follow the money’ (2016) es tu primera serie como showrunner. ¿Qué cosas has aplicado en la writer’s room de tu experiencia en ‘Borgen’, y cuáles has incorporado? ¿Qué tipo de showrunner eres?

Lo que traje de Borgen conmigo fue la estructura de la writer’s room. Trabajamos allí con un showrunner y solo dos escritores de episodios. Anteriormente, había trabajado muy cerca de Adam Price, en triángulo, creando las historias, todo juntos. Por supuesto Adam era el jefe, y los dos jóvenes guionistas escribimos todos los episodios. Él estaba supervisando y escribiendo desde una perspectiva más amplia. Eso lo copié para Follow the money. Conmigo como el escritor jefe y dos escritores más.

Durante las dos primeras temporadas de Follow the money estuve trabajando con escritores de mi edad, dos muy buenos amigos míos, y eso hizo que todo fuera un poco más difícil -aprender a ser el jefe con compañeros de tu generación- pero al final encontramos el ritmo óptimo. Y ahora, en esta tercera temporada (spin-off), estoy aún más cerca de esa estructura de Borgen, porque ahora tengo dos guionistas más jóvenes, jóvenes y hambrientos que quieren demostrar su valía en la sala. Y eso hace que mi trabajo sea más fácil, ya que ahora soy el viejo escritor experimentado.

Ha sido una sala ideal esta temporada final, extremadamente productiva. Disfruté todas las fases que condujeron a su desenlace, pero también disfruto de la sensación de que he mejorado mis habilidades, soy mejor showrunner que antes.

Háblanos un poco de tus inicios en la televisión pública danesa. Sé que tuviste un contacto muy directo con la ficción que se estaba haciendo en Estados Unidos a finales de los 90.

Cuando tenía diecinueve años conseguí un trabajo en una de las dos principales televisiones danesas, TV2, y cuando tenía 24 años me ascendieron a consultor de adquisiciones de series extranjeras. Básicamente, lo que estaba haciendo era ver buenos programas de televisión a jornada completa, también vi muchos de los malos (todos los programas estadounidenses, pero también europeos) y me enamoré completamente del formato seriado.

«En los años 90 era tanta la calidad en la televisión americana, y por el contrario, los largometrajes eran estúpidos e inmaduros»

Comencé ese trabajo en 1999, el mismo año que HBO estrenó El ala oeste de la Casa Blanca. Y Homicide: Life on the Streets, uno de mis programas favoritos de todos los tiempos, todavía estaba en producción. Aun por aquel entonces, todos en la industria cultural danesa hablaban mal de las series de televisión estadounidenses. Si alguna película era mala, decían: «Es como la televisión americana». Y yo pensaba que estaban completamente locos. Porque era tanta la calidad en la televisión americana… Y además, por el contrario, los largometrajes que estaban haciendo eran estúpidos e inmaduros.

Salieron Los Soprano. Un drama muy cercano al cine americano de los años 70. Y todavía nadie se había dado cuenta de esto en Dinamarca. Yo me inscribí en la escuela de cine porque quería hacer televisión. Probablemente fui el primero en hacer eso. Cuando empecé, nadie quería hacer televisión en la academia de cine. Pero mucho cambió en esos dos años; cuando terminé, todos mis compañeros de estudios estaban más abiertos a hacer televisión. Me encantó ser parte de ese cambio. Eso fue entre 2005 y 2007.

Cuando tú escribes algo como ‘Borgen’ o ‘Follow the money’, ¿esperas una respuesta por parte de la audiencia? ¿Has notado que en tu país, Dinamarca, hayan provocado algún cambio de mentalidad?

Espero que sí. Después de Borgen, hubo una universidad que hizo un estudio y demostró que las personas que habían visto la serie estaban más interesadas en la política que antes. Todos estábamos muy orgullosos de eso. Con Bedrag (Follow the money) no se ha realizado un estudio como ese, pero siento que una parte de la audiencia parece tener menos miedo de escuchar noticias sobre finanzas. Pero honestamente no lo sé… sin embargo, realmente lo deseo. Pasé mucho tiempo investigando, tratando de hacer la serie lo más realista y creíble posible. Así que espero que no sea solo entretenimiento.

Podemos sumergirnos y entender la corrupción y la crisis financiera mundial viendo grandes documentales. ¿Por qué escoger la ficción?

Me encantan los buenos documentales. Pero creo que la ficción es mucho más fuerte cuando se trata de entrar en la mente de los personajes. Dentro de las mentes de las personas que cometen este tipo de delitos. Si te sientes estrechamente vinculado a alguien que es moralmente corrupto, ese es un lugar muy interesante para estar, dentro de su mente. En la primera temporada (de Follow the money) quise crear un CEO que fuera básicamente un sociópata, pero que también te gustara. En la tercera temporada, intentamos centrarnos aún más en los personajes y hacer que las personas realmente apoyasen a los criminales. No porque queramos más criminales en la sociedad, sino para hacer que la gente entienda cuáles son las fuerzas motrices en este tipo de contextos.

En tus series siempre hay uno o varios personajes femeninos de gran poder y personalidad, y algunas ‘femme fatales’. ¿Estos personajes te surgen de manera natural o son algún tipo de reivindicación?

«Con Walter White, piensas que ‘por supuesto tiene que ser un hombre’. Pero y si … ¿Y si fuera una mujer?»

Con Borgen teníamos tres personajes principales. Uno de ellos era un chico: Kasper, que era un spin doctor. Y dos mujeres muy idealistas, ambas puras. Por supuesto que podían cometer errores a veces. Pero eran heroínas de una manera bastante pura, tal vez también algo ingenua… Eran mujeres realmente capaces de hacer el bien. Pero no creo que eso sea cierto en muchas mujeres. Si queremos tener igualdad entre los sexos, debemos aceptar que las mujeres no son genuinamente más éticas que los hombres. Y en las primeras dos temporadas de Follow the money quería hacer a Claudia como Kasper en Borgen. Quería probar que también es un personaje creíble. Que existen mujeres como ella. Yo he conocido mujeres así, jóvenes abogadas que son tan malas como Kasper.

En lo que respecta a nuestro nuevo personaje femenino, Anna, una banquera madura, que se convirtió en lavadora de dinero, una referencia muy clara fue Breaking Bad. Me gusta mucho esa serie y obviamente estuve influenciado por Walter White. Sin embargo, con Walter White, piensas que «por supuesto tiene que ser un hombre». Pero y si … ¿Y si fuera una mujer?

La cadena pública danesa (DR) es toda una institución en el país, y un referente a nivel mundial en cuanto a ficción televisiva, con métodos de producción que se están imitando en toda Europa. ¿Cuál es tu relación con la cadena durante el proceso de creación?

Escribo en DR. Producimos en DR. Y mis productores son empleados directamente por DR. Pero el rol de DR en la producción es bastante discreto. Les lanzo una idea para un show y se la vendo («pitching»), pero después de eso intentan interferir muy poco. Por supuesto, si voy en la dirección equivocada, intentarán guiarme en la correcta. Pero fuera de eso, normalmente tratan de mantenerse fuera de mi camino. Porque tienen la tradición de creer realmente en los escritores.

Honestamente lo admiro porque creo que es muy valiente para una televisión, es arriesgado. Pero realmente piensan que la buena manera de hacer grandes series es tener una voz fuerte que cuente la historia y no interferir demasiado. De hecho, el director de drama en DR quiere estar a cargo de las ficciones en proceso, pero nunca controlarlas, porque las personas que deberían tener el control son los escritores. Recibo notas del director de drama, pero esas son las únicas notas ejecutivas que recibo. Sólo de él o ella. Es un lugar muy libre y maravilloso para trabajar como escritor.

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