Entrevista a Carles Porta
ENTREVISTA A CARLES PORTA

Carles Porta: «En ‘Luz en la oscuridad’ convertimos testigos en personajes»

Aprovechando su visita al Serielizados Fest y el lanzamiento de su nueva propuesta original enmarcada dentro de True Crime, charlamos un rato con Carles Porta en esta entrevista que reproducimos a continuación.
Carles Porta

El 31 de octubre llegará a Movistar Plus+ una nueva serie original de la plataforma, Luz en la oscuridad, que puede suponer un antes y un después en la historia reciente del True Crime en España. Quien la firma es Carles Porta, el periodista detrás del éxito de Crims en Catalunya Ràdio primero y en TV3 después. Un nombre que, para los aficionados a su trabajo, equivale a rigor, credibilidad y factura impecable. 

Antes de su fecha de estreno, muchos han sido los afortunados espectadores que han podido disfrutar de los dos primeros episodios de Luz en la oscuridad en las mejores condiciones: en una pantalla de cine. Primero fue la sesión en el reciente Festival de Sitges y luego, el jueves 26 de octubre en el Serielizados Fest Madrid, en un estreno en el que el creador de la serie también participará en un coloquio posterior.  

En 2017 hicimos contigo una charla en Serielizados Fest sobre el género del True Crime y tu trabajo en el caso de Tor. Aún no habías empezado Crims en Catalunya Ràdio ni en TV3. Ahora en 2023, presentas en Serielizados Fest Madrid tu nueva serie Luz en la Oscuridad. Enlazando estas dos participaciones separadas en el tiempo. ¿Cómo has vivido este auge?

Carles Porta: Qué bueno, ¿guardáis aquella conversación? Porque te aseguro que me encantaría.

Sí, la tenemos grabada, creo. 

C.P: Pues si un día tienes tiempo y la encuentras, me gustaría verla porque ha llovido mucho desde aquel Serielizados Fest 2017 hasta ahora. Mi vida ha cambiado mucho, muchísimo.  La verdad es que yo intuía que podía crecer mucho el consumo del True Crime, pero no me imaginaba que fuera algo que a mí me afectaría tanto en positivo. Pero bueno, aquí estamos

Recuerdo que en esa época le llegué a presentar a una gran productora, una empresa muy grande, un proyecto para hacer una factoría de no ficción, más que de True Crime. Y no lo veían, no lo entendían, no lo entendían. Y hoy, fíjate, es que es una pasada, porque en fin, el cambio es increíble.  

Yo creo que el público en general ha entendido que el buen producto hecho sobre historias reales es muy potente. Y esta creo que es la gran clave del crecimiento de lo que le llamamos True Crime. También creo que hay mucho producto que es vendido como True Crime y que no lo es, que son documentales largos y bonitos, buenos trabajos. Detrás hay buen trabajo, pero no cuenta historias. El True Crime, para mí, siempre ha sido un género narrativo en sí mismo. La no ficción engloba al True Crime  y la no ficción es un género literario. El True Crime es un género narrativo: hay que contar historias para atrapar bien. No se trata solamente de hablar de crímenes, eso son reportajes bien hechos bonitos, largos, con contenido potente, pero narrativamente pobres. Y esto es una diferencia que todavía cuesta de entender, pero poquito a poco se va a ir entendiendo. Sí que creo que desde 2017 hasta ahora ha cambiado mucho el interés por este género y cada vez hay más y mejor contado y eso está bien.

Desde un punto de vista crítico, veo que se está creando un “Universo Porta” –o al menos a mi me gusta llamarlo así– pues de una forma u otra, Luz en la Oscuridad es la expansión de este universo que va creciendo desde los inicios del reportaje de Tor, los programas en Catalunya Ràdio, los podcasts, etc. ¿Te sientes cómodo con este concepto de “Universo Porta”? ¿Hay una intención detrás? Porque yo la veo definitivamente en la iconografía, tu papel como narrador, la puesta en escena. ¿Hacia dónde va este universo?

C.P: Vosotros en Serielizados fuisteis de los primeros que creísteis en mí y la verdad es que os estoy muy agradecido porque este tipo de acciones, cuando no eres nadie, cuando nadie te conoce, te dan confianza y te ayudan a creer en ti. Yo en 2017 tampoco me imaginaba tan lejos. Sí que creo que el concepto “Universo Porta” es más vuestro que mío. Yo vivo dentro de eso, no trabajo para crear eso. Yo trabajo para tener rigor, para no equivocarme, para que cada paso sea muy sólido. Porque llegar aquí es muy difícil, pero resbalar y caerse es muy fácil cuando hablamos de cosas reales. Un patinazo en la realidad es un hostiazo. En la ficción duele, pero en la realidad es terrible.

«Con ‘Luz en la oscuridad, hemos dado un paso más hacia el cine, hacia la narrativa audiovisual, cinematográfica»

Yo lo que busco de verdad es tener una trayectoria muy sólida mirando al futuro para hacer muchas cosas, porque hay muchas ideas y hay muchas posibilidades, pero sobre todo no equivocándome en cada avance. Cada paso tiene que ser muy sólido, muy serio, muy riguroso. Sí que es verdad que como yo estoy en cada paso, pues todos mis productos están tintados de una misma personalidad, de una misma manera de ser. Y bueno, cada paso es una pequeña evolución.

Creo que al final aprendes cuando te vas equivocando, cuando vas trabajando. Aprendes y vas creciendo poco a poco, y ese proceso te da puntos de madurez. Ahora, por ejemplo, con Luz en la oscuridad, hemos dado un paso más hacia el cine, hacia la narrativa audiovisual, cinematográfica. Pero bueno, es algo evolutivo. Luz en la Oscuridad es Crims, y ese Crims es el Crims de radio, y ese Crims de la radio era Tor. Todo tiene su pequeña evolución de lo que vas aprendiendo y cómo vas creciendo. 

Hombre, desde luego me gusta el concepto “Universo Porta” por lo que significa para mí de positivo. una identificación de una manera de hacer, de una manera de trabajar, de una credibilidad. Pero es un término de crítico, de especialista, de observador. Yo hablo de mí porque soy el que lo hace y lo tengo que hacer como yo sé hacerlo y como a mí me gusta. Además, tengo el enorme privilegio de tener al lado equipos maravillosos, tanto en True Crime Factory como en Goroka. Piensa que en True Crime Factory tenemos en estos momentos 25 personas, una redacción de 25 personas, trabajando True Crime. No creo que eso exista en muchas partes, y nosotros lo que buscamos son grandes historias con grandes personajes. Y después tenemos a Goroka que a nivel de ejecución audiovisual es impresionante, su resultado es increíble. Creo que en lo que estamos haciendo en estos momentos no tenemos nada que envidiar a nadie en el mundo. Y eso me enorgullece mucho, estoy muy satisfecho.

Carles Porta en la presentación de ‘Luz en la Oscuridad’.

Sí, y estoy de acuerdo en todo lo que dices. Respecto al salto cinematográfico. Luz en la oscuridad se ha visto en la pantalla gran en Sitges y también en Serielizados Fest Madrid. Y la sensación es que es una serie que respira cine. ¿Fue tu intención ya desde el inicio, dar este paso adelante con Luz en la oscuridad?

C.P: Desde luego, siempre hay una evolución orgánica, pero la voluntad estaba muy clara ya cuando Movistar Plus+ apuesta por nosotros. Cuando compra Crims para traducirlo a Crímenes hace un paso muy importante, porque Movistar no estaba haciendo True Crime, y decide creer en nosotros, en nuestra fuerza, y sobre todo en nuestra legalidad, en nuestra honestidad. Y luego, cuando ven que eso funciona, apuesta por originales. Y ahí es cuando nosotros hacemos la apuesta por ese paso más, esa evolución hacia el cine. No somos cine, desde luego que no, ni tenemos el presupuesto, ni hay una voluntad de hacer solamente cine. No, nosotros hacemos True Crime, partimos de la realidad, pero con una vocación muy clara de ir a buscar lo mejor de cada género, es decir, tener los personajes reales hablando de ellos para ir a utilizar fórmulas narrativas de la ficción. Y la mejor ficción es el cine. Ahora mismo las series ya están a un punto increíble pero a nivel mental todos tenemos en la cabeza que el cine permite unos conceptos narrativos, tanto de contenido, como estilísticos que podemos considerar los más deseados, los más redondos.

«Nuestro lema es relato, relato, relato. Y luego aquello de las tres erres que siempre repito: rigor, respeto y ritmo narrativo»

Desde luego, hoy en día hay series absolutamente excepcionales, mucho mejor que miles de películas. Pero en nuestro caso, siendo serie de televisión para televisión, queríamos buscar claramente unos componentes narrativos y estéticos de cine. Y ahí hemos ido.

En Luz en la oscuridad hay tres conceptos, bueno, hay muchos más, pero hay tres conceptos que son muy potentes: uno, la banda sonora, una banda sonora que tiene un alma muy intencionada, muy emocional y esto está muy buscado aquí. La gente de Can Sons (estudio de grabación) ha hecho un trabajo increíble. Pero luego hay dos conceptos a nivel visual. Nuestros planos son planos pensados para cine. La instrucción que yo di a los directores de foto y al realizador, que realmente han hecho un trabajo excelente, era: menos planos y más bonitos. “Vamos, vamos a buscar la belleza de cada situación, de cada plano, de cada paisaje, de cada entorno”. Tanto en los b-rollers (imágenes de contexto), como en las ficciones, estas imágenes que nosotros creamos para multiplicar sensaciones tienen una voluntad cinematográfica de luz, de encuadre, de todo, que es muy potente.

Y luego, otro concepto que muchas veces pasa desapercibido y que creo que es absolutamente fundamental, es que nosotros convertimos testigos en personajes. Y eso es un gran cambio, porque en muchas producciones de True Crime tienes testigos, o gente que habla de lo que vivió, de lo que conoció, de lo que supo. Pero nosotros damos un paso más y convertimos esos testigos en personajes teniendo en cuenta su personalidad, su entorno, su antes y su después. Y eso es cine. O como mínimo, ficción.

Una narración.

C.P: Claro, nuestro lema es relato, relato, relato. Y luego aquello de las tres erres que siempre repito: rigor, respeto y ritmo narrativo. Pero eso es en el fondo, en la forma es relato, relato, narración, narración. Eso es lo que atrapa a la gente. Y eso es lo que yo creo que nos hace especialmente diferentes.

Totalmente. Entrando en Luz en la oscuridad de esta primera temporada, que el primer caso que es espectacular, el de esos capítulos, el caso de la luz que os hace escoger este caso para empezar un proyecto así. Porque además imagino que debéis tener una colección grande de casos a la hora de decidir para por dónde empezar.

C.P: Nosotros en estos momentos estamos trabajando (te hablo de bloques), en unos con 300 casos, pero claro, tenemos Crims, tenemos en Catalunya Radio, tenemos Porqué matamos en Amazon, tenemos TV3, tenemos Movistar Plus +…tenemos un un abanico de ventanas de emisión muy grande, con lo cual necesitamos muchos casos, pero eso también nos da la posibilidad de escoger cuales tienen los componentes más importantes para ser trasladados al siguiente nivel.

Para Movistar Plus+ estamos trabajando en 12 o 14 casos a la vez, donde influyen dos aspectos muy importantes: uno, la madurez, la maduración del caso. Esto es como un buen vino. Hasta que no está en su punto no podemos colocarlo a la venta porque no estará bien. En el caso de ‘Daniela, Dulce y Bella’ –título del primer episodio– es un caso que tiene todo lo que necesitábamos, que es: Estaba maduro, es decir, teníamos a todos los personajes que creíamos necesarios. Teníamos los elementos audiovisuales y documentales que nos permitían rodar el caso.

Y el segundo aspecto es que todos estaban dispuestos a ser entrevistados y ser filmados en ese momento. Porque tenemos casos que son muy potentes con muchos testigos que podemos convertir en personajes, pero ellos no están a punto. Porque es gente viva, no son actores con los que puedes quedar un día a una hora, les pagas y ya está. No, nosotros dependemos de su estado emocional, dependemos de si el policía de turno está en una investigación en curso y puede venir, y muchos otros factores.

«Nosotros no enseñamos cadáveres, no adjetivamos, no enseñamos sangre. Ponemos todo el empeño y toda la fuerza en la narración, en la tensión de la historia»

Con ‘Daniela, Dulce y Bella’, teníamos los tres grandes elementos que necesitamos para un buen caso: giros narrativos; acceso a mucha documentación audiovisual y al sumario (algo que nos da mucha fuerza); y tercero y muy importante, teníamos acceso a los personajes protagonistas de esta historia. Desde los investigadores, hasta las víctimas. Bueno, y en este caso en concreto a Julián.

Para mí Julián es la clave.

C.P: Es un personaje impresionante. Por su honestidad, por su valentía, por su manera de explicar. Es como tener un gran protagonista en tu historia. Y eso si lo tienes, tienes una gran historia. Y si no lo tienes, pues no es una gran historia.

Imagino que, como narrador, estos personajes son como golosinas cuando los encuentras.

C.P: Claro. Encontrar personajes como Julián, o como otros que vais a ir viendo, porque ‘El niño pintor’, que es lo que viene después, veréis que también… El paso de testigo a personaje es un elemento increíble. El encontrar personajes de este estilo, de esta profundidad, de esta honestidad, es media serie. Porque te dan una verdad, te dan una intensidad que la ficción es muy difícil que te dé. Quiero decir, poder se puede encontrar una interpretación de Óscar, pero tener acceso a ella en la realidad está otro nivel. Es muy superior porque la cantidad de verdad, de intensidad… la empatía que genera un personaje así es insuperable. Y eso es maravilloso. Al final, la dificultad y la gracia de todo el proceso es encontrarlos. Es muy difícil encontrar a gente así, pero cuando los tienes todo se multiplica en positivo.

Fotograma de ‘Luz en la Oscuridad’.

Con eso que decías de la maduración. Sí; Julián es un caramelo, pero también hay un trabajo de saber esperar, saber tratarlo y al revés, también con las personas que no quieren participar. Imagino que debe haber un momento en que tú también ves cuando no, no hay más posibilidad de estirarlos o de llevarlos a tu terreno.

C.P: Nosotros intentamos tener muchísimo respeto por todo el mundo, incluyendo los asesinos y sus entornos. Eso no quiere decir que no podamos contar lo que hicieron, lo que pasó y los elementos determinantes. Pero si somos respetuosos con los asesinos, ¿cómo no lo vamos a hacer con las víctimas? Eso sería inconcebible. Y es una de las cosas que a mí me gustaría que la gente se diera cuenta de que eso forma parte de lo que tú llamabas “Universo Porta”. 

Nosotros no enseñamos cadáveres, no adjetivamos, no enseñamos sangre. Nosotros ponemos todo el empeño y toda la fuerza en la narración, en la tensión de la historia. No en la truculencia, no en lo macabro, sino en el thriller, en el elemento narrativo. Entonces, claro, encontrar a una persona como Julián no es nada fácil. Convencerle para que salga en televisión, no es nada fácil. Hay un elemento muy importante que es la paciencia y el acercarse adecuadamente a ellos.

Por ejemplo, tenemos otro caso que es muy interesante, que cuando lo podamos explicar será muy potente, pero una de las víctimas principales no está emocionalmente preparada para contarlo y llevamos casi un año esperando. Vamos a esperar porque no podemos sustituir a una víctima por un periodista que te cuente lo que dice la víctima. Eso no funciona. Ahí es donde está el gran reto. En convencer a las plataformas, a los compradores, e incluso a los receptores de este producto, de que esto requiere mucho tiempo y paciencia. Es un producto de cocción muy lenta. Es una artesanía que requiere una pasión, intensidad, calma y paciencia a la que no están acostumbrados en el mundo televisivo. Las hojas de Excel de producción pueden cuantificar cuántas noches de rodaje o cuántos días de rodaje necesitas para algo. Pero, ¿cómo se cuantifica los meses y meses de convencimiento, de investigación y de acercamiento que necesitas para convencer a un gran personaje? Eso es lo que al final te da la gran diferencia.

Creo que eso es lo que siempre he valorado más del género documental, el conseguir convencer a un sujeto real y central del relato, es más de media batalla. Y una vez lo tienes, lo demás no es que sea pan comido pero sí que imagino que para vosotros debe ser todo un respiro una vez conseguís esta “media batalla”, ¿no?

C.P: Sí, porque hay elementos mucho más controlables. El capturar la belleza de las imágenes que grabamos en Los Monegros y en us entornos, desde luego requiere un gran talento. Y aquí la gente de Goroka tienen ese gran talento. Son personas creativas te van a dar un gran resultado.

En cambio, conseguir a Julián es una incógnita muy grande, porque en cualquier momento puede tener un cambio de opinión o decidir que «Oye, mira, yo no voy a contar mi historia en la televisión» y tiene todo el derecho del mundo. Faltaría más. Pero en cambio aquí tuvimos la suerte de que tanto él como su hijo fueron valientes, se atrevieron y nos han dado un resultado increíble.

Y esto, como iréis viendo, nos pasa en cada caso y en cada capítulo. Si no tenemos ese ingrediente, es cuando ponemos el caso en la nevera hasta que esté adecuado, hasta que esté maduro. Y eso es lo que cuesta entender, porque cuando a ti te plantean unos presupuestos, estos tienen unos límites (que aunque son lógicos), no entienden la dificultad de este género.

Por eso hay muy poca gente que haga buen True Crime de verdad. E incluso nosotros, tengo que reconocerte, que tanto con Luz en la oscuridad, como con Crims estamos, para mí, en una parte un poquitín más baja del nivel de True Crime al que a mí me gustaría llegar. Esto es porque estamos trabajando muy rápido: hemos industrializado una artesanía. Nosotros en realidad tardamos un mínimo de un año y medio en cada caso, y fíjate que tenemos a 25 personas, entre periodistas, documentalistas…trabajando en cada caso con toda la paciencia necesaria, y dejando muchos por el camino. Hay un montón de historias a las que se les dedican tres o cuatro meses y que finalmente no conseguimos sacar adelante. Y también nos ha pasado en algunos casos que son muy potentes (de los que prefiero no darte el nombre), que venga la familia de una víctima y te pida por favor que no lo hagas, que no lo han superado y aún están muy mal por ello, y acabas aceptando no hacerlo cuando ves su situación. Luego hay gente que te dice “mira, yo no voy a participar, haz lo que quieras, pero hazlo con respeto” Y entonces si que seguimos. Pero hemos abandonado muchas historias porque las condiciones no eran las óptimas y eso cuesta mucho dinero. 

Decías que estáis por debajo de lo que realmente te gustaría hacer. ¿Cuál sería el ideal para ti o un referente en ese sentido? 

C.P: A ver, aquí estamos ante dos situaciones. Al final también tienes que comer y facturar, y te mueves entre todas las posibilidades y lo que te ofrecen ahora. Y en este caso, la posibilidad que tenemos ahora, tanto con Crims como con Luz en la oscuridad, es magnífica. TV3 se está portando de maravilla, cree en el producto, y el espectador de TV3 es increíblemente agradecido y amable. Una pasada. Y yo creo que con Luz en la oscuridad nos vamos a encontrar con algo parecido. En Movistar se están portando también genial. Hemos crecido de presupuesto y eso se nota en la pantalla. Nosotros pensamos como Johan Cruyff cuando decía “el presupuesto tiene que estar en el campo”.

Además, con sus opiniones y sus comentarios, Movistar nos ha ayudado a crecer, ya que son grandes observadores. Y eso es muy bueno, pero nunca es suficiente. Yo ahora mismo estoy delante de un reto que probablemente sea mi mayor reto hasta la fecha, que es Tor, y que si todo va bien emitiremos la primavera que viene (primero en TV3). Hombre, son 27 años con una historia, eso sí que es poco frecuente. Ahí sí que debemos darlo todo. Ahí sí que debe notarse esa evolución. En Tor es donde prácticamente nace ese universo que tú dices y estoy súper contento con lo que estamos haciendo. Tor va a ser algo de otro nivel.

Ahora, con Luz en la oscuridad, estoy súper contento. El resultado es una maravilla. Es muy difícil encontrar con que compararlo, y está feo que lo diga yo, pero ‘Daniela dulce y bella’ creo que es un paso adelante impresionante. Mira los True Crimes que se hacen en el mundo y dime cuales tienen este nivel. Tanto esta como el ‘Niño Pintor’. 

‘Luz en la Oscuridad’ está disponible en Movistar Plus+.

Eso que quería preguntarte, ¿Qué puedes explicarnos de ‘El Niño Pintor’?

C.P: Es la historia de un chaval que desapareció en Málaga hace 30 y pico años. Queríamos contar la historia entera pero desde el punto de vista de la familia de este chaval, que aunque parece una película, es real. Y cuando te metes dentro de la historia como nosotros lo hacemos, yo creo que atrapas a la gente por las emociones. Y eso hoy en día es muy difícil de conseguir. Lo que diferencia una buena serie, de un producto efímero, es el atrapar a la gente por las emociones primarias. Yo creo que nosotros lo hacemos y ese es nuestro objetivo. 

A mí me gusta mucho gustar y para gustar tienes que seducir. Y para seducir, tienes que empatizar. Y para empatizar tienes que emocionar. Y todo eso lleva a que atrapes a la gente por el corazón y por el estómago. No por el morbo, no por la sangre: por las emociones primarias. Ese es nuestro reto. Y poquito a poco lo conseguimos.

Estoy de acuerdo y eso para mí es una virtud de tu producto. Me intriga saber cómo evitas caer tú mismo en la oscuridad, tratando con todos estos temas para  tener siempre de mente esa luz que ilumina la oscuridad. ¿Cómo mantienes la luz? No debe ser fácil.

C.P: Primer, tengo un equipo maravilloso, empezando por Anna Punsí, y todo el equipo de redacción, en este caso, Carlos Torres y Ona Tura. Ellos están en la trinchera, en el primer frente. Los disparos emocionales los reciben ellos y esto a mí me cubre un poco. Aunque también es verdad que todos pasamos, en un momento u otro, por algún punto de dudas emocionales o éticas. Siempre hay alguna reflexión a hacer detrás de cada elemento, de cada personaje, de cada cosa por contar. 

Todo eso te hace reflexionar mucho. Pero a mí la oscuridad me ha enseñado a valorar más la luz. Sin oscuridad no habría luz. La maldad existe, y saberlo te hace ir por la vida con los ojos más abiertos, pero sobre todo te hace apreciar mucho más el amor y la bondad. Y esto yo creo que nos convierte en mejores personas. Nosotros con tantas historias al final lo que hacemos es ponernos el mono de trabajo y sacarlas adelante. Sí que es verdad que hay momentos en que empatizas mucho con las víctimas y siempre intentamos ir con cuidado. Nosotros seguimos teniendo contacto con la inmensa mayoría de víctimas que han sido protagonistas de nuestros casos, tanto en Crims como en Luz en la oscuridad. Entre otras cosas porque se crea un vínculo muy potente. Te cuentan su dolor y cosas que generalmente sólo lo haces o en terapia o con amigos. Y en situaciones como estas nos acabamos convirtiendo en amigos o en personas próximas a los que te abres y les muestras tu desgarro emocional.

Sin empatía no puedes contar este tipo de historias, pero eso también requiere que te pongas o te quites el mono de trabajo. A mí un psicólogo amigo mío me dijo que no hay que llevarse el trabajo a casa, porque sino, no desconectas jamás. Y bueno, eso es lo que intentamos muchas veces, no llevarnos estas historias a casa, aunque muchas veces es imposible. Pero bueno, si no, no haríamos lo que hacemos.

Para ir cerrando, y quizás te lo han preguntado ya mil veces en el último mes, quería saber tu opinión sobre El cuerpo en llamas. A mi personalmente me parece que, desde fuera, que la serie acaba haciendo mejor tu producto. Algo que ya me pareció con el caso de The Staircase y su serie de ficción. Me parece que con estos casos, la ficción acaba teniendo las de perder frente a la no-ficción. ¿Cómo has vivido el estreno de El cuerpo en llamas?

C.P: A mí lo que más me entusiasma es que Netflix, que es la plataforma que marca tendencia hoy en día y que tiene un impacto mediático y popular más importante, estrene una serie sobre el crimen de la Guardia Urbana y que todo el mundo acabe hablando de Crims. Claro, esto es maravilloso, esto es increíble. Para mí esto es muy difícil de superar. 

Es más que un elogio. 

C.P: Claro. No he visto la serie, la veré porque seguro que técnicamente está bien hecha y tengo ganas de verla, pero por lo que he leído es una serie que aporta poco y prefiero ver Winning Time, por ejemplo, que es una serie con la que aprendo a cada minuto. Pero la veré y entonces ya te sacaré conclusiones.

Gracias por atendernos Carles. Honestamente, como consumidor de True Crime, creo que hay pocos productos en el mundo a la altura del vuestro y me ha devuelto la fe en este género, porque creo que en general estaba algo estancado tras el boom reciente. Y espero que el público de Luz en la oscuridad la reciba como ha hecho el público de Crims en Cataluña porque tanto tú como todo tu equipo hacéis un equipo fantástico. 

C.P: Pues no sabes cómo te lo agradezco de verdad. Gente como tú sois muy importantes porque veis muchas cosas. La gente al final consume con una cierta compulsividad y también necesita alguien que te diga mira, esto es maravilloso y esto no, punto. Y yo soy como tú, consumo mucho porque al final es de donde aprendes, viendo es como aprendes. Y la verdad es que me cuesta mucho encontrar buenos True Crimes que sumen grandes historias con productos bien hechos y bien realizados. Y ese era el gran reto.

en .