'El libro de Boba Fett'- Recap 1x05: Mandaloriano al rescate
'El libro de Boba Fett' (1x05)

Mandaloriano al rescate

Estamos ante el mejor capítulo de 'El libro de Boba Fett' hasta la fecha...lástima que no sea un capítulo de 'El libro de Boba Fett'.

Din Djarin y Boba Fett en un momento de la segunda temporada de 'The Mandalorian'.

Nivel de spoilers: Alto

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¿De qué trata?: Vuelve el mandaloriano, ¿hace falta decir algo más?

El episodio anterior nos dejó la promesa de un retorno mandaloriano. El cliffhanger musical no engañaba y una semana después la promesa se ha cumplido. Vuele Din Djarin, vuelve Pedro Pascal y las acciones de El libro de Boba Fett cotizan al alza de nuevo. Pero, ¿a qué precio? 

Y es que para conseguir eso, El libro de Boba Fett ha renunciado a ser El libro de Boba Fett. El quinto episodio de la serie, titulado ‘El regreso del Mandaloriano’ se erige directamente como un episodio extra de la –más exitosa– The Mandalorian. Lo peor del tema es que la jugada les sale bien, pues estamos ante el mejor episodio de la serie hasta la fecha.  Sin embargo, es una jugada arriesgada porque pone en evidencia lo visto hasta ahora en El libro de Boba Fett. Eso sí, estratégicamente, tiene todo el sentido del mundo. Ya que tras este episodio, el revuelo mediático será considerable y el interés en El libro de Boba Fett estará más caliente que nunca de cara al desenlace de la serie.

En los últimos días se hicieron públicas unas declaraciones de Temuera Morrison (Boba Fett) en las que comentaba que aprovechó una jornada en la que Jon Favreau no estaba en el set para reclamar que su personaje no tuviera tantos diálogos. El actor admitía que no era propio de Boba Fett ser tan parlanchín. Y aparentemente, Favreau no opina lo mismo. Al volver al set unos días más tarde se encontró las escenas con menos diálogos de los que escribió y se tuvieron que volver a rodar.

La ruta elegida por ‘El libro de Boba Fett’ es muy descarada y pone en evidencia la confianza que tiene la serie en sí misma.

Curioso ver a un actor pidiendo hablar menos. Puede pasar. Y en el caso de Tamuera/Boba le doy toda la razón. Pues este es uno de los problemas que hemos ido detectando a lo largo de los recaps: hay algo en esta redefinición de Boba Fett que parece no funcionar. Para muchos espectadores, este Boba Fett no es el que imaginaron o «consumieron» en otros medios como las novelas del universo extendido –que, recordemos, no forma parte del Canon oficial–. Pese a que estoy de acuerdo en que existe cierto alejamiento de las características más definitorias del personaje, para mí resulta más preocupante el blanqueo hacia héroe de un Boba Fett diseñado para ser villano colateral o si acaso, un anti-héroe.

Ahí es donde veo a la serie más coja: no tiene claro qué tipo de protagonista quiere. Lo que sí tengo claro es que El libro de Boba Fett quiere explorar precisamente la evolución de un personaje que muere metafóricamente en El retorno del Jedi para dejar atrás su vida anterior. El camino de Boba Fett consiste primero en evolucionar su personalidad y filosofía vital, tras pasar años conviviendo con los Tusken. Luego, en cumplir su deseo de formar un clan y infundir respeto como líder, con su propio sentido de la justicia. En esta línea, las desviaciones de lo que entendíamos como propio de Boba Fett, sí me cuadran. Y verlo dialogar tanto no creo que sea un problema enorme.

Fennec Shand (Ming-Na Wen) aparecerá para reclutar a «Mando».

Todo esto viene al caso porque, casualidad o no, si Temuera Morrison no quería diálogos, parece que el creador Jon Favreau ha dicho «¿No querías menos diálogos? Pues dos tazas». Por asombroso que parezca, en este nuevo episodio de El libro de Boba Fett no hay ni rastro de Boba Fett. Si lo queréis ver, conformaros con el «en episodios anteriores» previo al capítulo.

No es algo descabellado encontrar un tipo de episodio así, que funciona como intersección entre series, en una saga destinada a tener crossovers y spin-offs. El concepto de episodio-evento en el que unir series es algo tan antiguo como el concepto mismo de crossover. Sin embargo, la ruta elegida por El libro de Boba Fett es muy descarada, e insisto, pone en evidencia la confianza que tiene la serie en sí misma. Olíamos que se apoyaría en «Mando» para cerrar la temporada, ¿pero era necesario virar tanto la nave hasta perder la propia identidad?» Hoy estoy contento porque he disfrutado como un bebé viendo a «Mando» de nuevo, sí. Pero me pregunto si definitivamente hemos puesto a Boba Fett en el rincón de pensar.

El retorno del Mandaloriano

El nuevo capítulo de The Mandalorian, perdón, de El libro de Boba Fett abre en un matadero, con sus trabajadores klatoonianos cargando grandes piezas a hombros. Pronto entra una figura conocida. Una silueta en la que vislumbramos el casco mandaloriano y la pose del héroe que hemos aprendido a amar en dos temporadas. Din Djarin está de vuelta, en uno de esos bolos propios de un cazarrecompensas. El escenario y la colección de personajes que tiene esta escena en particular nos recuerda por qué el rincón televisivo actual de Star Wars nos es tan atractivo. Gracias al empeño de Dave Filoni y Jon Favreau constantemente vemos nuevos espacios, nuevas criaturas y escenarios que suelen estar detrás de la cortina. Algo que las películas recientes han hecho muy de pasada. 

Las diferencias entre clanes mandalorianos repartidos por el espacio podría ser una de las tramas principales de las próximas temporadas de ‘The Mandalorian’.

A Din Djarin pues, lo recuperamos ahí donde lo dejamos, más o menos. Ya no está con Grogu (oooooh) y lleva con él una nueva arma: la legendaria espada oscura. Con ella completa su encargo pero le vemos poco suelto con tal ancestral espada. Las escenas posteriores refuerzan esa idea de la expansión que comentaba anteriormente y nos regalan un paisaje que no habíamos visto aún. Vemos de nuevo las estrellas del espacio –aún no habíamos salido de Tatooine como espectadores– y nos encontramos en una estación espacial espectacular. Con forma de anillo y toda una estructura urbana encima, es precisamente un escenario nuevo en el Canon actual. La dirección de Bryce Dallas Howard, que repite tras El Mandalorian, vuelve a ser impecable, situándonos perfectamente en la geometría de la localización.

Es en esa estación donde, sin embargo, se esconde el principal objetivo de Din, un refugio mandaloriano. Allí se reencuentra con la Armera y Paz Vizsla y nos enteramos que desde que se encontraron por última vez en el planeta Nevarro, tan solo quedan tres miembros. Solos en el universo, sus creencias se mantienen más rígidas que nunca y pondrán a prueba, una vez más, la pureza y el compromiso de Din Djarin con el credo mandaloriano.

This is the way

Pese a que el retorno de Din Djarin con los suyos no acaba bien para él, nos sirve como lección express de lore mandaloriano.  Después de mostrar el sable oscuro, la Armera explica el origen del arma y lo que conlleva ganarla en combate. Vemos también un pequeño flashback sobre la llamada Gran Purga de Mandalore y luego la Armera fuerza a Din a fundir su lanza de Beskar porque el credo mandaloriano tan solo permite que este metal sea utilizado en armaduras, no en armas. La rigidez de sus creencias los acerca a ser una secta y de sus palabras, nos enteramos que Bo-Katan y los suyos ya no son buenos mandalorianos según su código. Las diferencias entre clanes mandalorianos repartidos por el espacio, ahora que Din Djarin posee el sable oscuro, podría ser una de las tramas principales de las próximas temporadas de The Mandalorian.

La Armera vuelve a hacer acto de presencia.

De la fundición de la lanza Beskar surge una nueva armadura, pequeña, muy pequeña. Será un regalo para Grogu, que en su nueva vida como aprendiz de Jedi, la va a necesitar. La Armera envuelve la prenda en un pañuelo cuyo nudo nos recuerda la cara del entrañable «Baby Yoda». Una imagen que se irá repitiendo a lo largo del episodio para remarcar lo muy unido que aún está Din con el pequeño. Incluso su frase final anticipa que Grogu volverá, de una forma u otra. Aunque posiblemente se guarden eso para The Mandalorian.

Aunque toda esta parte del episodio puede ser considerada como exposition, la verdad es que resulta muy gratificante oír hablar de tanta mitología mandaloriana y abrir puertas que más tarde podrán ser exploradas. La riqueza de este Universo así lo permite y si, por ejemplo, has seguido las tramas mandalorianas de la serie animada Las Guerras Clon, el retorno es inmediato. Ahora bien, por muy gratificante que ha sido este reencuentro para los espectadores, a Din le ha supuesto ser expulsado del clan, por rebelar que se ha quitado la máscara en algún momento. Algo que la Armera considera ir en contra de su credo, en contra de «el camino» y  por tanto, ya no le considera un mandaloriano.

Cruce de caminos en Tatooine

El siguiente paso de «Mando» es recuperar un medio de transporte, tras perder su preciada nave Razor Crest. Y para ello, se sube a un transporte público que lo llevará a la ciudad de Mos Eisley. En un momento particularmente divertido, un droide le pide guardar todas sus armas ya que no están permitidas en un vuelo comercial. Pequeños detalles sobre la cotidianidad de la galaxia son una maravilla.

Amanece en Tatooine.

Una vez en Tatooine se reencuentra con Peli Motto (Amy Sedaris) que tiene a bien conseguirle una nueva nave, en la que está trabajando. Juntos se ponen manos a la obra para poner la nave a punto, resplandeciente y más veloz de lo que esperaban. De nuevo, la dirección de Bryce Dallas Howard pone énfasis en el montaje y la dinámica entre los dos personajes, dando para un pasaje muy entretenido sin que apenas ocurran cosas importantes. De hecho, eso resume muy bien lo que es este capítulo en su globalidad: Din recolectando y recuperando ítems para encara lo que será su próxima aventura. Es decir, es todo un teaser de lo que está por llegar para él.

Sin embargo, cuando todo parece cerrado en este teaser de The Mandalorian, El libro de Boba Fett vuelve a hacer acto de presencia con la llegada al taller de Peli de Fennec Shand (Ming-Na Wen) que ofrece a Din la oportunidad de ayudar a Boba en su conflicto con el Sindicato Pyke. Din acepta, incluso dice que lo hará sin cobrar una vez «haga una visita a un pequeño amigo» (guiño, guiño). Es fascinante como el relato propio del episodio acaba trasplantándose inevitablemente en una relación meta entre ambas series. Din Djarin aceptando ayudar a Boba Fett en su propia guerra. O lo que es lo mismo The Mandalorian al rescate de El libro de Boba Fett.

Anotaciones galácticas

  • El símbolo que marca donde se esconden los mandalorianos es el esqueleto de un Mythosaurio. Una criatura de gran embergadura que fue emblema del planeta Mandalore.
  • Junto a la Armera encontramos al grandullón Paz Vizsla, miembro de una larga dinastía de mucha importancia. Tal y como se nos explica, su antepasado Tarre Vivzla, un jedi mandaloriano fue el que fabricó originalmente el Sable Oscuro.
  • Durante la escena de la Gran Purga, un acontecimiento del que hemos oído hablar mucho y en el que participó Moff Gideon (Giancarlo Esposito), la devastación es total. Con aire de escena de Terminator, el paso del imperio por Mandalore en lo que se conoce como la «noche de las mil lágrimas» es brutal. Bombarderos TIE y robots K2SO (como el que interpretó Alan Tudyk en Rogue One) acaban con todo a su paso. Cronológicamente, este pasaje de Canon sucede en el año 19 BBY, es decir 19 años antes de Una nueva esperanza. 
  • Los fans de las precuelas recuperamos la sonrisa cuando Peli muestra el caza que está reconstruyendo. Se trata de un caza estelar N-1 de la guardia real de Naboo. Una nave de un diseño precioso que en su día, durante la antigua República, pilotó Anakin Skywalker durante el clímax de La amenza fantasma. Una vez reparada, la nave vuela a las mil maravillas y Din no tarda en disfrutar de la velocidad de sus motores. Ahora plateada, para conjuntar con su armadura, será el nuevo vehículo del protagonista de The Mandalorian. 
  • Probando la nueva nave, primero a ras de suelo, Din pasa por el circuito de vainas de La amenaza fantasma. 
  • Durante su vuelo de prueba, a Din lo paran dos rangers de la Nueva República volando los ya clásicos X-Wings. Uno de ellos es Paul Sun Hyung Lee (La Tienda de Kim) que vuelve a interpretar al Capitán Carson Teva. Su presencia nos hace recordar al spin-off anunciado Rangers of the New Republic.Aunque, como se hizo publico hace unos meses, su desarrollo ha sido cancelado.

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