Coletillas para el recuerdo
Jesse Pinkman, Barney Stinson, Dale Cooper, Clay Davis...

Coletillas para el recuerdo

Expresiones que hicieron famosos a personajes televisivos

Los humanos somos seres complejos, pero con atracción por lo simple. Resumimos y sintetizamos todo lo que nos rodea con la intención de reducirlo a una imagen o a una palabra. Aunque generalmente sólo aportan una visión unidimensional y superficial también sirven para iconizar el hacer de una persona. De esa manera es más fácil retenerlos en la memoria. Asociamos a la gente a sus gestos, expresiones y coletillas. Así como con el «mire usted» de Rajoy o el «apoyaré» de Zapatero. Eso sucede en todos los campos y la ficción televisiva no es una excepción.

Para recordar la ingente cantidad de series que consumimos tendemos a relacionarlas con un concepto o idea (o incluso con un tagline). También lo hacemos para no perdernos en los entresijos de una trama. ¿De qué manera sino podríamos tener claros los flashbacks y flashforwards de Lost o los múltiples arboles genealógicos de Game of Thrones sin que nos rebentara la cabeza cual Ned Stark (a estas alturas eso ya no es ni un spoiler)?

Por eso, repasamos algunos de los personajes del mundo seriéfilo que se han hecho famosos por sus expresiones. O, aún más simple, analizamos las coletillas que han popularizado a cuatro grandes personajes televisivos:

1. Jesse Pinkman – Bitch
Bitch
Es la última gran interjección televisiva y, con mucha probabilidad, el caso más viral. La fascinante Breaking Bad ha sido un fenómeno de masas mundial y ha conseguido arrastrar al bitch de Jesse Pinkman a la cima de la cultura pop. Entrevistas, entregas de premios, carteles, parodias… esta coletilla –de uso común en el ámbito callejero y con un profundo sentimiento machista– ha sido la seña de identidad de este yonki desarraigado convertido en maestro de la metanfetamina y escudero del todopoderoso Heisenberg. Su bitch funciona a la perfección, haciendónos sonreír en los momentos alegres, sintiendo la impotencia en los momentos de rábia contenida o en las lágrimas de trágica desesperación. Aunque esta expresión formaba parte de los guiones de Vince Gilligan para ilustrar la naturaleza pandillera de Pinkman (cosa que consigue a la perfección), se ha convertido en algo más. El tiempo dirá si queda en un recuerdo cómico o en una losa demasiado pesada para Aaron Paul.

2. Barney Stinson – Legendary

No es su pene, ni sus estrategias de ligue. El mejor dote de este fucker neoyorquino es sus inacabables recursos semánticos y juegos de palabras. Awesome, bro, suit up, high five, daddy’s here… Pero si hay algún adjetivo que describe a la perfección a este manipulador mujeriego es legen…(wait for it)… dary. Después de ocho temporadas– cada vez más forzadas y menos ingeniosas –el humor de este soltero de oro reconvertido cae en la repetición, aunque a veces sigue arrancándonos una sonrisa macarra. Su época de oro es el gran momento de How I met your mother, que se sostiene gracias a una divertida trama de (des)amores y, sobre todo, gracias al peso del personaje interpretado por Neil Patrick Harris. Sus cientos de teorias y tácticas rocambolescas para llevarse a la cama a cualquier mujer –recogidas más tarde en el Playbook– son esenciales para mantener el ritmo rápido y entretenido de las nueve temporadas. De esa manera se hace imposible imaginar un capítulo de esta serie sin las excentricidades de Barney Stinson. Y, por supuesto, sin su legendary.

3. Dale Cooper – Diane…
Dale Cooper
El excéntrico agente especial del FBI, encargado de resolver el misterio que envuelve la muerte de Laura Palmer en Twin Peaks, es un personaje místico con dos objetos fetiche. Además de una buena taza de café negro –imprescindible para enfrentarse al frenesí de este inquietante pueblo– Cooper siempre va acompañado de su grabadora. «Diane» es el nombre que repite incesantemente. Relata detalles de la investigación, de sus pensamientos más profundos y sus dudas, pero sin saber nunca a quién o a qué se dirige. Diane es otro de los enigmas de este fantástico mundo nacido en la mente de David Lynch y un detalle que marca a Dale Cooper durante toda la serie. Sin Diane no nos adentramos a la introspección del agente y nos perdemos, aún más, en el delirio de Twin Peaks.

4. Clay Davis – Shiiiiiiiiiiiiiit!

Éste es un caso especial. No es un protagonista, ni tan siquiera un secundario. Clay Davis forma parte de las ramificaciones del universo de The Wire, un personaje complementario, aparentemente irrelevante pero arquetípico de la corrupción política. Su desarrollo narrativo no importa, sino que nos situa en las altas esferas de Baltimore y nos permite ahondar en los tejemanejes de figuras clave como Stringer Bell o Tommy Carcetti. Aún así, Clay Davis es recordado por todos. Y no hay otra razón que su particular y hilarante shiiiiiiiiiiiiiit! siempre que se ve con el agua al cuello. No nos da más información más allá de la curiosidad, pero esta interjección –que al parecer viene de la forma de hablar del actor que lo encarna– sigue siendo un gesto cómico memorable.

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