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1. Por su piloto
El primer episodio no es necesariamente el mejor de una serie, ni tampoco tiene por qué serlo. Pero en el caso del ‘thriller’, es en el piloto donde se establecen unos pilares narrativos que, en caso de ser disfuncionales, perjudican todo lo posterior. No es el caso de The Sinner, que empieza con un espléndido capítulo en que te pasas todo el metraje preguntándote de qué va todo esto. Contiene, además, uno de los asesinatos más sobrecogedores, violentos y mejor rodados de la televisión moderna. Con tanta serie de género, sorprender no es nada fácil, pero lo consigue. Vaya si lo consigue.
2. Por su punto de vista
¿Justicia o venganza? ¿Heroína o villana? ¿Verdadero o falso? ¿Orden o caos?
Cualquier enigma depende de la percepción de cada uno. En The Sinner esta idea se trabaja en la mayoría de escenas, concebidas como elementos de un debate sobre las dualidades. ¿Justicia o venganza? ¿Heroína o villana? ¿Verdadero o falso? ¿Orden o caos? La serie fuerza al espectador a cuestionarse lo que ve y cree saber sobre la trama y el personaje principal. Y nos viene a decir que lo que ocurre dentro de cada casa es el verdadero misterio: nunca conocemos del todo a las personas, por cercanas que nos parezcan.
3. Por sus (antipáticos) personajes
Estamos acostumbrados a que los relatos más turbios acaben siendo meros pretextos para la redención. En The Sinner hay cierto tránsito de la oscuridad a la luz, pero tiene el mérito que nunca se hace a costa del realismo de los personajes. Éstos son ambiguos, distantes, extraños e incluso antipáticos. No sufres por ellos, sino con ellos. La serie los hace vivir en una atmósfera violenta, de medias verdades y llantos contenidos, que nos convierte en cómplices de lo que no se dice. Por todo esto es una serie más a contracorriente de lo que parece.
4. Por su final (no spoilers)
Esta historia forma parte de la (necesaria) tendencia a hablar del apoderamiento femenino
No lo vamos a revelar, por supuesto, pero The Sinner tiene un buen final. Coherente, duro y, como el resto de la serie, melancólico. Hay quien lo ha criticado por poco sorprendente, pero es que la vida es así, un cúmulo de expectativas que se quedan a mitad de camino, sobre todo desde Lost. Conviene no olvidar que esta historia, más allá de su vuelta de tuerca al relato detectivesco, forma parte de la (necesaria) tendencia moderna a hablar del apoderamiento femenino. Pero con un punto de vista radicalmente distinto. La percepción, otra vez.
5. Por Jessica Biel
Sabíamos que era una buena actriz, pero es que aquí demuestra que es una actriz extraordinaria. Consigue ser frágil, ambigua y terrorífica en una misma escena, y rompe todos los tópicos asociados a su imagen. Además, es parcialmente autora de la serie, ya que su implicación como productora fue determinante para que saliera adelante. Los que siguen su carrera cinematográfica pueden entender rápidamente lo que le atrajo del proyecto: en la película de terror The Tall Man, también producida y protagonizada por ella, encarna un personaje muy parecido al de The Sinner.