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Hay una ley no escrita y es que Atlanta es una serie de visionado obligatorio para todos aquellos a los que les gusta ficción televisiva. Dicho esto, hace ya unos cuantos años, en el estreno de su primera temporada, Donald Glover demostró ser un artista de lo más polifacético a la hora de construir de forma tan inteligente esta ficción.
El actor, cantante y guionista (un verdadero hombre del renacimiento) se las arregló para entrelazar las diferentes historias de un grupo de personas que intentan encontrar su camino en sus carreras, amistades y perspectivas de futuro. Ahora, cuatro años después de los elogios, el éxito y una inmensa libertad narrativa, Atlanta dice adiós.
Después de que la tercera temporada llevara a los protagonistas de gira por Europa, Earn (Glover), Paper Boi (Brian Tyree Henry), Darius (Lakeith Stanfield) y Van (Zazie Beetz) vuelven a su ciudad de origen, -misma que da nombre a la serie-, poniendo fin a sus aventuras y desventuras en tierras lejanas.
En esta temporada final la serie seguirá a Earn durante su día a día, mientras intenta redimirse a los ojos de su ex novia Van, que también es la madre de su hija Lottie; así como de sus padres y su primo Alfred y Darius.