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14 de febrero de 2016. No sólo de San Valentín vive el mundo: HBO estrena su nueva serie-bandera, Vinyl. Una ficción ambientada en la industria discográfica durante 1973, el mismo año que el productor y co-creador de la serie Mick Jagger publicaba Angie, dentro del álbum Goats Head Soup. El mismo año que también el otro ilustre co-creador, Martin Scorsese, estrenaba su éxito iniciático y pieza fundacional del estilo Scorsese, Malas Calles. Respirad, habéis leído bien. Mick Jagger y Martin Scorsese firman la creación de Vinyl junto a Terence Winter (Boardwalk Empire) y el escritor Rich Cohen. La combinación Jagger/Scorsese/HBO ya debería ser una excusa más que suficiente para ver este nuevo estreno que se aventura como mi próxima adicción. Pero vayamos al grano, porque hay varias excusas más:
1- Es una peli de Martin Scorsese
¿Hace falta decir nada más? El primer episodio de Vinyl no es un piloto cualquiera; es una película de dos horas dirigida por el maestro Scorsese. Con ella, la HBO se asegura un crack dirigiendo y el revuelo mediático/publicitario que conlleva el nombre del director que ha firmado obras maestras como Taxi Driver, Toro Salvaje o Uno de los nuestros, por nombrar sólo las más típicas. Además de dirigir el piloto y constar como co-creador y productor, el director de Queens ha asegurado que su implicación en la nueva serie será mayor que en Boardwalk Empire, en la que dirigió el piloto y poco más. Scorsese asegura que por ambientación y temática, se siente la serie muy suya y quiere mojarse participando en la producción y dirigiendo más de un capítulo. Su huella sugiere que tendremos muchos de los ingredientes “scorsesianos” que tanto hemos llegado a amar como la narración con voz en off, los movimientos frenéticos de cámara y un protagonista trágico que expía sus pecados a base de flagelarse de una manera u otra.
2- Es el turno de los 70… y de Bobby Cannavale
Después de la invasión sesentera liderada por Mad Men llega el momento de volver a poner de moda la década de los 70. Crisis del petróleo, drogas, corrupción, decadencia y una explosión de estilos musicales y bandas urbanas que son el Big Bang de nuestra sobrecargada cultura actual: en la Nueva York de Vinyl se mezclaran el punk, hard rock, glam rock, disco, funk e incluso el proto-hip hop. En cuanto a Cannavale, sólo hace falta verle sobrevivir a un baño de sangre en bolas en Boardwalk Empire –por la que ganó un Emmy– para tener ganas de ver su primera serie como protagonista. Más allá de sus virtudes como actor, todo apunta que su personaje en Vinyl, Richie Finestra, puede convertirse en el nuevo “hombre en crisis” de la televisión yanqui, sucediendo a Tony Soprano, Walter White y Don Draper.
3-El argumento
Nueva York, 1973. Richie Finestra preside American Century Records, una discográfica que se va a pique i está a punto de ser vendida a un gran conglomerado empresarial. En plena crisis existencial, Richie descubre un nuevo grupo que le devuelve la fe en su negocio. Mick Jagger le propuso hace décadas a Martin Scorsese hacer juntos una película, “algo así como Casino o Uno de los Nuestros ambientada durante cuatro décadas del mundo de la música”. De ahí nació The Long Play, que iba sufriendo infinitas reescrituras y nunca veía la luz por la ajetreada agenda de Scorsese. Finalmente cuando Terence Winter ocupó la silla de guionista -escribió también El lobo de Wall Street– el proyecto fue mutando en serie de televisión hasta transformarse en Vinyl. La HBO debía ser su casa natural, que confió en darle una temporada entera antes incluso de existir el primer episodio.
4. El repartazo
Ya hemos hablado de Cannavale y sus posibilidades. Ahora toca el resto del reparto, excelente como no podía ser menos. Olivia Wilde vuelve a la televisión como la esposa del protagonista. No esperamos una esposa florero de manual ya que si nos fiamos de sus declaraciones, aceptó el papel precisamente por alejarlo del tópico de la sufrida esposa y mostrar un registro diferente. A juzgar por otras “mujeres Scorsese” el papel de la buena de Olivia será jugoso siempre y cuando se ensucie las manos tanto o más que su marido. Siguiendo por el lado femenino de la serie, a destacar Juno Temple y Birgitte Hjort Sørensen. La primera, interpreta a una joven empleada que llevará al protagonista a descubrir la música que se está perdiendo desde su despacho. Temple lleva unos años muy interesantes, demostrando una mezcla explosiva entre sexualidad, inocencia y locura. Si no me creéis, mirad Killer Joe. De la segunda pocos detalles sabemos más allá del nombre del personaje. Pero contar con Katrine de Borgen me excita aún más si cabe.
En cuanto al bando de la testosterona, prometen repetidores del mundo Scorsese/Terence Winter como P.J. Byrne, J.C. Mackenzie i Max Casella pero sobre todo un par de elecciones de casting, de esas de chapó: Ray Romano y Andrew Dice Clay, dos humoristas venidos a menos que en Vinyl tendrán la opción de reciclarse y llevar al límite a sus personajes. Ray Romano incluso protagoniza un trío, su primera escena de sexo tras años de carrera. Lejos quedan los ñoños días de Todo el mundo quiere a Raymond. La guinda del pastel la podría poner James Jagger. El apellido no engaña. Sí, es hijo de Mick y Jerry Hall y lo sé, el nepotismo no es algo muy prometedor. Pero si ha heredado algo del carisma y talento de su padre, por poco que sea, tendrá aquí oportunidades de triunfar como el líder de una banda ficticia de punk.
5- Música, sexo, drogas y violencia
Todos los ingredientes anteriores nos llevan a frotarnos las manos ante el desfase que ese avecina. Las alcantarillas de la industria musical en toda su gloria: conexiones con la mafia, flashbacks violentos, estrellas y divos caprichosos, adicciones llevadas al límite y un largo etcétera rockero. Disfrutaremos de la presencia, y también de la música, de las versiones ficticias de bandas de la época como Led Zeppelin o New York Dolls. Así como de otras bandas inventadas para la ocasión, como los Nasty Bitz, que lidera el personaje de Jagger hijo. Un momento clave en la escena musical de una Nueva York en quiebra, sumida en una crisis tan decrépita que acabó produciendo algunos de los músicos más relevantes del momento así como también algunos de los directores de cine que lideraron el Nuevo Hollywood de los 70. Por eso suena tan bien la sintonía de Vinyl, sucia, descarada y brusca pero auténtica, como un buen LP analógico. Si nos fiamos del tráiler, Vinyl es Scorsese puro y duro y nada puede hacerme más feliz.
Bonus track: – ¡Aparece David Bowie!
Bueno, más o menos. Aunque pretenda ser sensacionalista y arrastrar el nombre del mito a este artículo, lo cierto es que David Bowie será un personaje de la serie –no sabemos hasta qué extensión– en el episodio 6 de la primera temporada. Lo interpreta Noah Bean (visto en Damages) que la verdad, es bastante “clavao”. Su inclusión puede sonar a oportunismo pero da igual, Bowie es Bowie y debe estar allí.