Las plataformas y sus éxitos de Schrödinger
Verdades y mentiras

Las plataformas y sus éxitos de Schrödinger

Aunque las plataformas no revelan sus datos de audiencia, no se cortan a la hora de presumir de sus éxitos. Sin embargo, los datos de terceros muestran en muchos casos que esos éxitos no son reales.
Citadel Prime Video

Fotograma de 'Citadel', ¿Es la segunda serie más cara de la historia un fracaso?

¿Cómo puede una serie ser un éxito y un fracaso al mismo tiempo?, ¿A quién hay que creer?, ¿A las plataformas o a las compañías de medición de audiencia?

El experimento del gato de Schrödinger plantea que, si encerramos un gato en una caja junto con un mecanismo que puede matarlo de forma aleatoria, hasta que abramos la caja el gato se encuentra en un estado de superposición, estando simultáneamente vivo y muerto. Y al igual que solo al observar el interior de la caja sabremos el estado real del gato, solo podemos saber el éxito real de una serie si miramos sus audiencias.

Las plataformas no revelan datos de audiencia, o al menos, no revelan datos concretos. No podemos saber cuanta gente ha empezado The Witcher o Cobra Kai en Netflix, cuantos capítulos han visto o si la han terminado. Sí podemos saber otros datos. La propia Netflix revela semanalmente en un listado su top 10 de series más vistas de la semana, medidas no en espectadores si no en millones de horas reproducidas globalmente, mientras que Nielsen hace lo mismo pero con un top 10 de las series más vistas de la semana en las principales plataformas -Netflix, Prime Video, Disney+, Hulu, Max, Apple TV+, Paramount+ y Peacock- medidas en millones de minutos, en este caso contabilizando únicamente Estados Unidos. Otras compañías, como Samba TV, Antenna o Parrot Analytics, tienen sus propias formas de medición. Es así como acabamos con múltiples datos de audiencia para la misma serie.

Lo general es que coincidan, y que, aunque los datos revelados por cada compañía de medida de audiencias nunca sean exactamente iguales, todas digan que por ejemplo Miércoles es un éxito, algo que además se puede comprobar al mirar su popularidad en redes sociales como Twitter, TikTok o Instagram.

Hay múltiples razones por las que las plataformas guardan los datos reales de sus series en la caja fuerte como si se tratase del ingrediente secreto de la Coca-Cola. Una de ellas es para que los guionistas, actores y demás trabajadores no sepan su valor real. Si no saben cuanta gente está viendo su serie, no tienen el poder de usar ese dato como carta de negociación a la hora de pedir una subida salarial, siendo esta una de las razones -entre muchas otras- por las que los guionistas de Estados Unidos llevan más de un mes en huelga y por la que los actores podrían unírseles en julio.

Miércoles Netflix

Fotograma de la serie ‘Miércoles’.

Otra razón, y es en la que vamos a centrarnos, es que ocultando los datos reales las plataformas pueden manipularlos y usarlos como herramienta de marketing.

Estos son algunos titulares reales:

  • Star Trek: Strange New Worlds ha logrado el mejor debut de una serie de Star Trek, consiguiendo un nuevo récord al ser la serie original de Paramount+ perteneciente a la franquicia más vista en sus primeros 90 días.
  • Halo ha logrado un nuevo récord al convertirse en el estreno de una serie de Paramount+ más visto a nivel global en sus primeras 24 horas, superando el récord de 1883 -de la cual se dijo lo mismo-.
  • La Rueda del Tiempo ha sido el estreno más visto del año y está en el Top 5 de mejores estrenos de todos los tiempos en Prime Video.
  • Nine Perfect Strangers es la serie original de Hulu más vista tanto en su día de estreno como cinco días después.

Hay muchos más ejemplos. Cada vez que una serie funciona -o al menos, la plataforma dice que funciona- se lanza una nota de prensa del estilo diciendo que ha sido la serie más vista de su historia y que ha roto todos los récords y demás grandilocuencias. Y siempre hay algo en común: no hay números. A veces dicen porcentajes como “ha superado en un 25% la audiencia de la anterior número 1”, ¿pero qué valor tiene eso si no sabemos los números de esa anterior número 1?

Hay veces que está claro cuando la plataforma miente y presume de un éxito que no tiene

La tendencia de ocultar audiencias reales llega a tal punto de resultar ridículo, como el caso de Netflix, que en la primera semana de Miércoles anunció que había sido vista 341 millones de horas y que eso significaba que había sido vista en más de 50 millones de hogares porque era el resultado de dividir esas 341 millones de horas entre las 6,8 horas que duraba la temporada. Que teniendo los datos reales -¡porque los tienen!- anuncien en nota de prensa que ha sido vista en más de 50 millones de hogares porque es el resultado de la división de las horas vistas con la duración de la temporada no solo es absurdo, sino directamente vergonzoso.

Pero aunque son datos inexactos -o inexistentes- nadie puede negar el gran éxito de Miércoles y de los ejemplos que he mencionado en líneas anteriores. Sin embargo, hay veces que está claro cuando la plataforma miente y presume de un éxito que no tiene. Los dos casos más sonados son de la misma plataforma, Prime Video, y han resultado ser las dos series más caras de la historia: Los Anillos del Poder y Citadel.

La primera temporada de Los Anillos del Poder tuvo un coste de 465 millones de dólares, convirtiéndola en la serie más cara de la historia. Tras su lanzamiento, Prime Video presumió de éxito anunciando que había sido vista por más de 25 millones de espectadores en todo el mundo en su primer día de disponibilidad -uno de los raros casos donde una plataforma dio números-, siendo el mejor estreno de la historia de la plataforma, llegando a ser vista por más de 100 millones de espectadores en total -un buen dato teniendo en cuenta que Prime Video tiene alrededor de 200 millones de suscriptores globales-, y logrando 24 mil millones de minutos vistos -lo que son 400 millones de horas, un número que visto así ya no parece tan impresionante-. Hasta ahí bien, quizás no sean datos suficientemente llamativos para ser la serie más cara de la historia, pero para nada son malos.

Los Anillos del poder

Fotograma de la serie ‘Los Anillos del Poder’.

Pero las alarmas sonaron cuando un reportaje de The Hollywood Reporter se reveló que solo un 37% de los espectadores de Estados Unidos que habían comenzado la serie, y un 45% en el resto del mundo, habían visto la temporada completa. Si le damos el beneficio de la duda a Amazon y aceptamos como cierto el dato de que la serie ha sido vista por 100 millones de personas, eso significaría que la serie ha sido vista completa por 45 millones de usuarios de los 200 millones que tiene la plataforma. Menos de un cuarto de los suscriptores de Prime Video han visto completa no solo su serie más cara, sino la serie más cara de la historia en general. Y eso tiene una palabra: fracaso.

Cuando Amazon -o cualquier plataforma- revela que una serie ha hecho récords, que ha sido vista en 100 millones de hogares y subiendo, que ha sido vista tropecientos mil millones de minutos, da una sensación de éxito. Pero hay que fijarse en lo que no dice, ¿cuánta gente acabó la temporada?, ¿cuánta solo vio la mitad?, ¿cuánta solo vio un episodio y se quedó ahí?, ¿cuánta no fue capaz ni de terminar el primer capítulo?

¿Por qué fingir que ‘Citadel’ es un gran éxito cuando claramente no lo es? Porque Amazon necesita que lo sea y que se perciba como tal

Sin embargo, aunque sean datos maquillados, los datos de empresas de medición de audiencias, como Nielsen que anunció que Los Anillos del Poder había sido la 15ª serie original de streaming más vista en Estados Unidos en 2022 con 9,4 mil millones de minutos vistos, corroboran que no son totalmente falsos -aunque quedó por debajo de Love Is Blind, yo lo dejo ahí-. La trampa con dicha serie no consistió en decir que fue muy vista y que su primer episodio hizo récords, ya que por el atractivo de su IP no me cabe duda de que lo fue, sino que la trampa reside en no decir cuanta gente se quedó con ella hasta el final.

Otro caso es el de Citadel, cuya primera temporada -de solo 6 capítulos de 40 minutos- costó 250 millones, convirtiéndose así en la segunda serie más cara de la historia. Tras su estreno, Amazon reveló que la serie había logrado “una de las audiencias globales más grandes de la historia de Prime Video” y “el mejor estreno de una serie original de Prime Video basada en una IP original”.  Decir eso es como no decir nada, ¿una de las audiencias globales más grandes entre cuantas series?, ¿qué mérito tiene ser el mejor estreno de una serie basada en IP original cuando la mayoría de series de Prime Video son adaptaciones de libros hechas para que los compres en su web cuando las veas?

Citadel

Richard Madden y Priyanka Chopra en ‘Citadel’.

Su forma tan vaga de anunciar ese “éxito” hace sospechar que ocurre algo. Hace sospechar que no lo es, algo que Nielsen corrobora. En sus primeras dos semanas -con 3 episodios contabilizados- no logró entrar en el ranking semanal de las 10 series originales de streaming más vistas. Sin embargo, gracias a filtraciones tenemos los datos: en su primera semana Citadel fue vista 306 millones de minutos, y en su segunda semana 273 millones. Por comparar, en su primera semana hizo peores datos que la cancelada Night Sky, Ellas dan el golpe -que finalizará con una abreviada segunda temporada- o The Peripheral -que fue renovada únicamente por el contrato de desarrollo de Nolan y Joy con la plataforma-. Series de acción de la plataforma destinadas a un público similar, como Reacher o La lista final, debutaron en el ranking de Nielsen con datos muy superiores, 1843 millones y 1106 millones respectivamente.

¿Pero por qué fingir que Citadel es un gran éxito cuando claramente no lo es? Porque Amazon necesita que lo sea y que se perciba como tal. No solo sería admitir el fracaso de que la segunda serie más cara de la historia no haya funcionado ni en audiencia ni en crítica -que la ha vapuleado-, sino que además estaban tan seguros de su éxito que han ido a muerte con ella antes de incluso estrenarla. No solo la renovaron por una segunda temporada, sino que pusieron en desarrollo varios spin-offs: uno italiano –Citadel: Diana, ya rodado-, uno indio y uno mexicano, con rumores de que se está trabajando en alguno más todavía sin anunciar. La idea de Amazon es que Citadel fuese la primera gran franquicia global. Varias series producidas en varios países y en varios idiomas, todas conectadas entre sí. Una idea ambiciosa en la que no tuvieron en cuenta lo más importante: si la primera serie no funcionaba, la estructura caería como un castillo de naipes.

Hay éxitos inesperados -nadie en Netflix se esperaba lo que ocurrió con El juego del calamar– y apuestas que parecen seguras y acaban no funcionando -nadie en Netflix se esperaba lo que ocurrió con 1899-. La industria audiovisual siempre ha sido así. Unas veces se gana, y otras veces estrenas John Carter y acabas perdiendo más de 200 millones de dólares. Si cuando una serie es un éxito la plataforma presume, pero cuando es un fracaso también presume, ¿qué valor tiene lo que digan?

Sin números, sus series son éxitos de Schrödinger: éxitos y fracasos al mismo tiempo.

¿Podremos abrir algún día la caja para comprobar cual es la realidad?

en .

Ver más en Industria, Citadel, El Señor de los Anillos.