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A veces la serie más convencional y tradicional da la sorpresa y cuela un discurso potente. Este es el caso de Día a día, el remake de Netflix de la serie homónima de 1975, protagonizada ahora por una familia de origen cubano formada por una madre soltera, sus dos hijos y la abuela, una inmigrante que lleva más de treinta años en Estados Unidos. El componente racial, que en la original no existía, no es baladí: es parte intrínseca de la serie y va más allá de ser un arma arrojadiza contra Donald Trump y sus políticas, que son vistas como un ataque a las diferentes comunidades que viven en el país.
La comedia, con sintonía a cargo de Gloria Estefan, hace un retrato bastante fidedigno de los problemas con los que lidian a diario los latinos, aunque haya en el casting un ‘totum revolutum’ de orígenes – Justina Machado, Rita Moreno y Marcel Ruiz son de descendencia puertorriqueña, mientras que Isabella Gómez es colombiana– que puede restar veracidad a la historia. Sin embargo, ese detalle queda atrás cuando los guiones entran en materia sin cortapisas y van desgranando algunas de las experiencias vividas por Gloria Calderón Kellett, la showrunner de la serie de familia cubana.
El tono supuestamente ligero de una sitcom se resquebraja, por ejemplo, cuando el hijo menor de Penélope (Justina Machado), la protagonista, se ve obligado a confesar que algunos de sus compañeros de colegio le sueltan frases como “Vuelve a México”, o cuando la abuela Lydia (Rita Moreno), que puede vivir en Estados Unidos gracias a una Green card, nunca ha solicitado la nacionalidad norteamericana por la pena que le produce tener que renunciar definitivamente a su país de origen, Cuba. También se muestran las contradicciones internas de la hija, Elena (Isabella Gómez), cuando descubre que nunca se ha sentido discriminada como latina simplemente por el hecho de que todo el mundo la identifica como blanca o caucásica, un fenómeno que en Estados Unidos se llama white-passing.
Desde su convencionalismo formal, es una comedia multicámara de lo más clásica, consigue lanzar dardos y hacer reflexionar al espectador, no solo sobre cuestiones raciales sino también sobre el uso de las armas o los derechos LGTBI.
Las series ‘Dreamers’
Día a día es solo la punta del iceberg de la cascada de series centradas en la comunidad latina de Estados Unidos y los problemas a los que se enfrenta para sobrevivir. Parte de este florecimiento se debe, obviamente, a Donald Trump. La reciente decisión de su administración de suspender el DACA (siglas en inglés para Deferred Action for Childhood Arrivals), el programa iniciado en 2012 por Barack Obama para evitar la deportación de los hijos de inmigrantes llegados a Estados Unidos cuando eran pequeños -los conocidos como Dreamers-, ha impulsado el surgimiento de ficciones que ponen las penurias de los sin papeles en primer plano. Con el fin del DACA, unos 800.000 jóvenes -la mayoría de origen latino- quedan desprotegidos.
Gina Rodríguez, protagonista de ‘Jane the Virgin’, ha decidido encaminar sus pasos como productora de dos series sobre la inmigración
Una de las principales impulsoras de esta nueva tendencia en la ficción norteamericana es Gina Rodríguez, la protagonista de Jane the Virgin, la comedia de CW que juega con los tópicos de las telenovelas latinas y que también dedicó una de sus tramas a la angustia de vivir sin papeles. La actriz, hija de puertorriqueños, es una de les activistas más famosas de la comunidad latina en Estados Unidos y, por ello, ha decidido encaminar sus pasos como productora al impulso de dos series centradas en la inmigración. La primera de ellas será Illegal, basada en la experiencia real de su guionista, Rafael Agustín, que en 1998, cuando solicitó una plaza en una universidad norteamericana, descubrió que no tenía papeles, algo que desconocía.
Rodríguez producirá también la adaptación de la alemana Dr. Illegal. La versión norteamericana se titulará Have mercy, y cambiará la nacionalidad del protagonista: de un médico iraní pasará a ser una doctora latina que no puede ejercer su profesión cuando llega a Miami.
Diane Guerrero, compañera de Rodríguez en Jane the virgin y una de las protagonistas de la serie, también conoce de primera mano las políticas migratorias de Estados Unidos. En 2016 publicó un libro en el que explicaba cómo sus padres y su hermano, nacidos en Colombia, fueron deportados cuando ella tenía 14 años y cómo, a partir de entonces, tuvo que sobrevivir sin ellos. Su relato tendrá una versión televisiva de la mano de la CBS con una serie que conservará el título original del libro: In the country we love.
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Que el tema latino se está abriendo un hueco en el audiovisual norteamericano lo demuestra también el rumbo que tomará el reboot de Party of five (que en España se conocía como Cinco en familia), ganadora en 1995 del Globo de Oro a la mejor serie. Al igual que Día a día, la trama pasará de centrarse en una familia blanca convencional a una latina. El drama mostrará la vida de los cinco hijos de una familia de origen mexicano que tendrán que aprender a sobrevivir después de que sus padres sean deportados. El colombiano Rodrigo García dirigirá el piloto.
Después de años ignorados o reducidos a estereotipos -como el de Gloria, el personaje de Sofía Vergara en Modern Family– ahora los latinos encuentran sus propios referentes en la televisión norteamericana, un elemento indispensable para sentir que se forma parte de una sociedad.