Cesc Gay: "La ficción no puede cambiar a la sociedad" - Serielizados
‘Félix’ en Canneseries

Cesc Gay: «La ficción no puede cambiar a la sociedad»

Nos tomamos un café en Cannes con Cesc Gay y Leonardo Sbaraglia, director y protagonista de ‘Félix’, para hablar de televisión (de lo que parece y no es).

Cesc Gay (Barcelona, 1967) ha escrito y dirigido películas como Truman, Una pistola en cada mano y Krámpack. Su primera serie propia, Félix (Movistar+), ha sido seleccionada para competir en la primera edición de Canneseries.

Viniste a Cannes con ‘Krámpack’ y ganaste un premio al talento joven. Hoy vuelves aquí, 18 años después, pero a un festival de series, Canneseries (primera edición). ¿Qué opinas de este cambio, de esta evolución de la industria, de los creadores, los festivales…?

Estamos estos días hablando todo el rato de esto. Es lo que consumimos, ¿no? Siempre que te hacen estas preguntas hablan del futuro… ¿Qué futuro? Es el presente. Vemos muchas más series que pelis. Todos los que estamos aquí. Ya no hay nadie que vea más cine que series, ya es al revés. Lo cual no está ni bien ni mal, solo es una realidad.

Yo creo que la razón es la libertad. Las personas queremos ser libres, hacer lo que queramos cuando queramos, y las series son: ahora veo esto porque me da la gana y hay una plataforma que me lo permite.

¿Y a la hora de hacerlas, también? El otro día Jean-Jacques Annaud hizo una masterclass aquí y remarcó muchísimo la idea de que en las series se siente más libre a la hora de crear.

No, yo no estoy de acuerdo. Al menos yo he hecho un tipo de cine con total libertad, es lo primero que le dije a Movistar. El día que tenga que hacer una película pero discutir con un productor, o con un ejecutivo, de si quiero este actor o quiero nosequé, yo creo que no la haré. Porque no la disfrutaría. Y me dijeron: tu vas a trabajar como has hecho las películas. Entonces ahí no he notado ningún cambio. Pero yo hablo de mi relación con Movistar+, no sé qué pasa si trabajas con HBO, o con Netflix, o con Telecinco.

En el caso de Movistar+, han hecho una apuesta muy valiente por creadores y directores para que hagamos un poco lo que queramos, con su supervisión, sus comentarios constructivos y positivos básicamente sobre guion y montaje. Es la misma relación que tendrías con un productor de una película. Obviamente está ahí, obviamente opina, y a quién ves como prota, y qué tal esta localización… Pero nada más.

Tu trayectoria es más bien cinematográfica que televisiva. ¿Por qué crees que ha habido esta apuesta por ti? ¿Por qué en este año de revolución Movistar+ os llama a vosotros?

Ellos han llamado a los directores. La televisión se produce desde los productores, en este país. Movistar+ ha decidido hacerlo desde los creadores y me llamaron a mí. Dicho así en plan broma, me citaron en un hotel, me invitaron a un gintonic, me preguntaron si quería hacer una serie, y luego con quién la quería hacer, a nivel de productora.

Ellos en mi caso me dieron 7 millones de euros, pero alguien los tenía que gestionar. Normalmente en series de este tipo pues Antena3 llama a Bambú, o a Diagonal, y les dice: “¿Qué tenéis? Queremos una serie de periodistas, o de médicos, o de abogados”. Y ellos lo arman, buscan a un guionista, actores interesados. Pero con nosotros no, ha sido distinto.

En definitiva, no sé por qué. Yo creo que han querido darle un toque de autoría. Nos han llamado a mí, a Alberto… Mira, Domingo Corral (director de ficción de Movistar+) dijo: “Yo he llamado a los directores que me gustan. Así de claro. Me senté un día y pensé: ¿Con quién me gustaría trabajar? Pues hablemos con esta gente”.

Leo Sbaraglia (izq) y Cesc Gay (dcha) rodando ‘Félix’. Foto: Victor Bello

Hay una tendencia en auge en España a explicar historias locales que puedan ser universales. ‘Fariña’ habla de un problema en Galicia, ‘La Zona’ de Asturias, ‘La Peste’ de la Sevilla del siglo XVI… y ‘Félix’ escoge Andorra. ¿Qué hay en Andorra?

Andorra es un sitio donde hay lío. Porque era un paraíso fiscal y pasan las cosas que pasan: que los chinos suben dinero, que los otros nosequé… Andorra era lo que era, aunque ahora esté haciendo un cambio. A nosotros nos pidieron mover un poco la historia hacia atrás, no hacer Félix contemporánea, porque se consideró que Andorra estaba cambiando. Ahora está empezando a actuar en Europa.

Entonces, bueno, me pareció que era un lugar interesante para liarla. Yo quería meter a este personaje en un entorno de atmósfera visual interesante pero a la vez donde pasaran cosas. Entonces, como está aquí al lado, pensé, ¿por qué no? Yo creo que también hay algo de querer meter la nariz en lugares poco habituales. Es un sitio sobre el que no se ha hecho mucho, y además yo lo conozco bien; los catalanes conocemos Andorra. Y Leo [Sbaraglia] había rodado allí, había hecho Nieve Negra, entonces nos pareció que estaba claro.

En los primeros capítulos de ‘Félix’ se trabaja mucho más el punto de comedia que al final, y queríamos saber qué te aportaba esta aproximación inicial.

Sencillamente porque me gusta. Me gustan las pelis o las series que trabajan un tono de humor, y desde el sofá de casa lo disfruto. No me quería tomar en serio una trama dramática, por mucho que la evolución de las circunstancias pueda acabar llegando ahí. El humor estaba desde el principio porque no me interesaba hacer una serie intensa y preocupada.

Yo entiendo la televisión de forma muy lúdica. El cine me lo tomo como más en serio. En cambio en la televisión cuando veo un dramón desconecto. Es entretenimiento puro y duro, es muy difícil centrarse en la tele mientras tus hijos pasan por ahí, o cuando viajas en AVE… Hay una cosa muy lúdica, muy frívola en el buen sentido de la palabra, de disfrutarlo desde ahí. No te puedes concentrar tanto, no te llega tanto, tiene una cosa como más light. Entonces me pareció que la comedia ayudaba.

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Son claras las referencias a ‘Fargo’, ‘Twin Peaks’… ¿Qué veías en ‘Fargo’?

Pero es que yo esto de Fargo no sé de dónde salió. Se dijo alguna vez, por el humor de los Coen, la nieve…

También por los títulos del principio: “Esta es una historia real…”

Esto lo quisimos poner porque nos pareció importante. Primero, nadie sabe lo que es Andorra, me pareció interesante situar al espectador. Hoy cuando ha empezado aquí la proyección me he alegrado de haberlo puesto, porque tú estás aquí, que ahora ves una serie noruega, por la mañana has visto otra, y que te sitúen ayuda, ¿no? Usted está aquí, en Andorra. Al norte está Francia, al sur España.

Y lo de «la historia real»… es real lo de los chinos blanqueando dinero. Esto ha estado en la prensa durante años. Evidentemente el personaje de Félix no es real.

También veíamos algo de Martin Freeman, de la primera temporada de ‘Fargo’, en el personaje de Félix.

(LS) Yo no la había visto, la vi el domingo pasado. Habíamos hablado de Fargo, de la peli, en relación a la nieve. Me hubiese gustado verla antes del rodaje, porque es cierto que hay mucho de ese tono distanciado, con humor, y al mismo tiempo dramático y sórdido.

(CG) La gran diferencia es que ese tío es una mala persona. Mata a su mujer, y tú no, ¿no?

(LS) Él es malo porque es muy torpe, porque lo han vapuleado toda su vida. De hecho es un poco clown, lo que hace. Nosotros también habíamos hablado mucho de Ross de Friends, de Bill Murray, Buster Keaton

(CG) Buscábamos actores que trabajan ese punto de pez fuera del agua. La forma en que él anda o se mueve está trabajada. Son cosas muy pequeñas, pero que van construyendo. Como su manera de hablar lento. El otro día una periodista dijo: “Félix piensa antes de hablar”. Me pareció una observación muy interesante. Como espectador, vas con él y lo entiendes cuando va encajando las cosas.

Leo Sbaraglia en ‘Félix’. Foto: Lucía Faraig

David Simon dijo que dejó el periodismo para dedicarse a las series porque la ficción televisiva había ocupado su lugar como formato capaz de cambiar la sociedad. Por otra parte, Justin Webster (‘Muerte en León’) dijo que a pesar de lo que él quería provocar, su serie no generó ningún cambio en la sociedad ni en la política española. 

(CG) La ficción tiene una incidencia lenta. Sus opiniones, actitudes y maneras de hacer entran poco a poco, y con suerte los cambios vienen después. Por ejemplo, difícilmente un maltratador que viera Te doy mis ojos, de Icíar Bollaín, tendría una reacción inmediata. Pero quizá, poco a poco, la reflexión le iría entrando dentro. Es algo emocional, la ficción te hace entender que hay otras maneras de mirar. No es ejecutiva.

Leo tiene una secuencia en la que habla de la poesía que me gusta mucho. Dice: “un día los versos se te meterán dentro, les encontrarás un sentido y te darás cuenta de que hablan de ti”. Yo creo que es lento, posiblemente el periodismo sea mucho más directo. La ficción va por dentro, no hará que nadie salga a la calle al momento. Por eso puede ayudarnos a cambiar como personas, pero no como sociedad.

(LS) Es lento pero se te instala para siempre. Yo creo que el problema de la información hoy día es que uno ya no cree nada de lo que dicen los periódicos. Ya no sabes a quién creer. Sobre una misma cosa dos periódicos pueden decir algo totalmente opuesto. Yo eso lo viví muy de cerca al ver lo que se decía aquí sobre lo que ocurría en Argentina, cómo se vivía… Esto es lo que sucede cuando la información la manejan las empresas. Es muy fuerte lo que estamos viviendo. Es muy frustrante y me da una gran impotencia. Por eso creo que es tan necesario el poder de profundización del arte, de la poesía, de la metáfora.

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