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El pasado 28 de mayo los asistentes del Serielizados Fest Santa Eulària pudieron disfrutar del estreno en exclusiva de la estupenda Magpie Murders. Basada en la novela homónima de Anthony Horowitz, uno de los escritores británicos más leídos (autor de la saga Alex Rider), este trepidante thriller llega hoy a nuestras televisiones gracias a AXN.
Magpie Murders tiene una premisa maravillosa. Todo se inicia cuando la editora de libros Susan Ryeland (papel que le va como anillo al dedo a la talentosa y veterana actriz Lesley Manville) recibe un manuscrito inacabado. Este texto pertenece al exitoso escritor de novelas de misterio Alan Conway (Conleth Hill), y está protagonizado por personaje fetiche: el detective Atticus Pünd.
La historia da un giro inesperado cuando Conway fallece y Susan decide ir en busca de los capítulos finales de la novela, algo que provocará su implicación directa en la resolución del asesinato del autor. Además, la última obra de Conway parece predecir su propia muerte; un libro plagado de referencias a personas de su vida, burlándose de sus debilidades, aireando sus trapos sucios… Y en última instancia, señalando a su potencial asesino.
Partiendo de la arquetípica figura de la detective accidental, en Magpie Murders nos encontramos con una serie que apuesta de forma inteligente por su protagonista y que consigue equilibrar a la perfección la estructura de ‘historia dentro de la historia‘, haciendo que ambas narrativas coexistan armoniosamente.
Magpie Murders es un rompecabezas elaborado y críptico, con piezas que cambian constantemente, pensado para todos aquellos que alguna vez hemos disfrutado de los juegos de mesa de deducción o de las novelas de detectives.
«Todo el concepto de ‘libro dentro de un libro’ es realmente difícil», explicó Anthony Horowitz, encargado de adaptar su propia novela para televisión. «En el libro los misterios suceden de uno en uno, mientras que en la serie quería llevarlos a cabo simultáneamente y eso me dio la oportunidad de hacer cosas que nunca había hecho antes. Que estos dos periodos de tiempo coexistiran y el espectador pueda pasar de uno a otro en un abrir y cerrar de ojos».
«Ha sido encantador escribir para una mujer adulta, ya que por desgracia es algo que no se ve muy a menudo en pantalla»
En el libro, la figura de Susan no aparece hasta la página 250, pero Horowitz quería que su personaje estuviera en la serie desde la primera escena: «Le hemos dado toda una historia de fondo», añadió. «Para mí era muy importante que Susan fuera una editora, no una detective. Ha sido encantador escribir para una mujer adulta, ya que por desgracia es algo que no se ve muy a menudo en pantalla. Tener a una mujer madura, con una larga trayectoria profesional, involucrada en un asunto físico y mental, y que además reflexiona constantemente sobre su matrimonio y su trabajo, ha sido muy satisfactorio».
En lugar de dirigir un «pastiche al servicio de una novela de Agatha Christie», Horowitz ha elogiado al director de la serie Peter Cattaneo por lograr ese «tono ligeramente irónico» que encaja tan bien con su novela.
De forma astuta, guionista y director, han conseguido que su trama y sus personajes de mediados de los cincuenta encuentran ecos distorsionados de sus propios reflejos en el presente. Mientras Susan lleva a cabo su propia investigación ‘amateur’ en el pueblo, recibirá guiños y empujones en la dirección correcta por parte de las apariciones espectrales del ficticio Pünd (Tim McMullan), el cual se dedicará a deambular silenciosamente cerca de la editora con su distintiva gabardina y gorra de cuero.
El cambio del universo adolescente de Alex Rider por esta intriga literaria protagonizada por gente que pasa de los 50 (y de los 60), es si más no, refrescante. Una serie que además de entretenida, bien producida y mejor interpretada, demuestra una vez más que la vida y los misterios, no terminan a los 40.