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El guionista Arthur Flipetis, o Bob MacGuai, se levanta y se toma un café. Coge el coche y se dirige a las oficinas de la productora. Entra en la reunión de guión. Se baja la cremallera. Hurga en sus calzoncillos. Y poniendo el miembro encima de la mesa grita: ¡He tenido una idea! En España los guionistas tenemos la chorra muy pequeña. Si aparece algún suertudo que se pasa de la media el productor es el encargado de recortarle su portentoso talento. En países como Estados Unidos las cosas funcionan de forma muy diferente. Los guionistas y los productores ejecutivos gozan de unas trancas creativas que parecen alargadas con el Jes Extender. Cuando uno de esos guionistas llega a la reunión de guión de la serie en la que trabaja alardeando de los centímetros de talento que le sobran, es entonces cuando aparece un ‘Why Not’. Ojo no confundir «Why Not» con un episodio especial (eso entra en el examen). No tiene ni una promoción especial ni un trato de hijito mimado dentro de la temporada. En definitiva, es un capítulo más, pero con algo diferencial. Los creadores se permiten el lujo de ofrecer una pieza sólo para el disfrute. El ‘Why Not’ no tiene por qué seguir con la trama. Es un frenazo. Un «relájate y goza, hemos venido a jugar».
De episodios ‘Why Not’ hay muchos y yo no he visto todas las malditas series que hay en el mundo. Pero con tres ejemplos entenderéis el concepto que un articulista cutre y graciosillo se ha sacado de la manga. Un claro ejemplo de ‘Why Not’ y que hemos visto todos (y los que aún no lo hayáis hecho merecéis que se os corte el talento) lo encontramos en Breaking Bad.
«Con ‘La Mosca’ Gilligan y Cía. nos ofrecían un momento de relax, de parón entre tantas tramas vertiginosas y episodios con un ritmo frenético»
El episodio “Mosca” (T03E10) es un ‘Why Not’ de manual. Por eso no es de extrañar que salieran detractores y defensores a partes iguales. Hay quien no entendió qué coño habían hecho los guionistas ni por qué Vince Gilligan lo había permitido. Los espectadores se quedaron con el culo torcido al ver un capítulo que sólo transcurría en un par de escenarios. Que aparentemente (¡sólo aparentemente!) no pasara nada. Que el conflicto de Walter White se limitara a matar a una jodida mosca tocapelotas. Que primara la filosofía y la relación con Jesse Pinkman. Que pasaran cuarenta minutos y no hubiésemos visto ni a Mike, ni a Gus Fring, ni tiros, ni explosiones, ni muertes. Pero en realidad lo que nos ofrecían Gilligan y Cía. era uno de estos momentos de relax, de parón entre tantas tramas vertiginosas y episodios con un ritmo frenético. «Gozadlo» nos dijeron, pero no todo el mundo lo gozó. No estamos acostumbrados a encontrarnos un ‘Why Not’ y no sabemos cómo actuar ante él. Hubo quien recomendó la serie a algún amigo y cuando ese amigo llegaba a la tercera temporada, el tipo le dijo: «el capítulo 10 te lo puedes saltar si quieres». A mí me lo dijeron. Lejos de entender ese capítulo como uno más de la serie, se tiene que visionar pensando en el regalazo que nos acaban de dar los Reyes Magos de Breaking Bad, que susurran que nos acomodemos en el sofá para disfrutar del paréntesis.
El segundo ‘Why Not’ lo encontramos ni más ni menos en El ala oeste de la Casa Blanca. “El debate” (T07E07) es un ejemplo precioso de «si quieres (y te dejan), puedes». Cincuenta minutos de puro debate… y nada más. Tal fue el trato de ‘Why Not’ que le dieron a este episodio que se emitió en directo como si fuese un debate político real y a los actores (Alan Alda y Jimmy Smits) les dieron la oportunidad de salirse del guión. El objetivo de toda esta parafernalia: disfrutar. Un debate político entre un republicano (Alda) y un demócrata (Smits) que rompía la pared de la ficción para colarse, ¡en directo!, en las casas de los espectadores. Ante un ‘Why Not’ de estas dimensiones sólo queda levantarse y aplaudir poco a poco. Bien jugado, Sorkin.
Otro caso de ‘Why Not’ puro lo encontramos en Rick y Morty. “Sesenta Rick-nutos” (T01E08) es la chorra de Dan Harmon y sus colegas dando golpecitos en la frente del espectador. «¿Qué dices Arthur Flipetis? ¿Un episodio en el que la trama principal es un zapping por los canales de universos paralelos?». ¿Por qué no? La magistral subtrama de amor entre Jerry y Beth es la que lleva el conflicto de ese capítulo monstruoso. Por lo demás es Rick, Morty y el espectador, flipando con el zapeo. ¡Y mola mazo! Gracias Dan Harmon.
De episodios ‘Why Not’ hay tantos como giros en Perdidos. Seguro que al lector de este artículo le vendrán a la mente otros casos en los que vio la brillante y hermosa chorra de un guionista. A los que aún no sabéis como actuar cuando no os dan dosis extremas de conflicto y resoluciones de tramas: paciencia. Poneos cómodos, abrid una cerveza y dejad que ese capítulo anormal penetre en vuestros corazones.