'El libro de Boba Fett'- Recap 1x03: Pandillas de Tatooine - Serielizados
'El libro de Boba Fett' (1x03)

Pandillas de Tatooine

'El libro de Boba Fett' continua cogiendo músculo y acercándose a la serie que quiere ser. Se empiezan a vislumbrar mejor quienes son los villanos de la serie y Boba tiene más claro que el conflicto acabara en guerra de clanes.

Boba Fett durante una secuencia de acción de 'El libro de Boba Fett'.

Nivel de spoilers: Ligero

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¿De qué trata?: Boba Fett (Temuera Morrison) debe hacer frente a dos amenazas muy distintas. 

Este nuevo capítulo de El libro de Boba Fett titulado ‘Las Calles de Mos Espa’ contiene bastantes revelaciones. Avanza claramente en la trama «gangsteril» en la que se ha metido Boba Fett y de paso, reduce significativamente el flashback de rigor para conseguir tan deseado progreso argumental.

Según sabemos, a través del robot 8D8 (Matt Berry), Trandoshanos, Aqualish y Katoonianos se han repartido el control de Mos Espa. Tras la muerte de Jabba, Bib Fortuna no quiso ejercer de líder como tal, siendo más una figura decorativa o un testaferro sin poder real. Los tres clanes se han dividido la ciudad aprovechando así el vacío de poder. Un vacío de poder que, como sabemos, quiere ocupar Boba.

Boba Fett no actuará como se le presupone a un daimio y esto ya está removiendo las turbias aguas de las organizaciones criminales del planeta.

Sin embargo, su figura crea aún más incredulidad a sus rivales y socios potenciales. Como bien le espeta 8D8: «Todo el mundo está esperando a ver qué clase de líder eres». Una lección de introducción a las mafias tatooinianas que quizás Boba Fett debería haber tenido antes de meterse este lío. Si busca respeto y quiere poder, deberá tomar acción.

Y esa misma oportunidad le es brindada por un comerciante de agua, interpretado por el gran Stephen Root (Barry) al que una pandilla de jóvenes humanos con partes robóticas saquea y roba el agua. Si acaba con ellos, el comerciante doblara su pago habitual al daimio. 

Pero he aquí que la pandilla le hace ver a un –de nuevo– dialogante Boba que el precio del agua es abusivo. Ellos, sin oficio ni beneficio no tienen más remedio que robar un bien necesario. Entre los pandilleros destaca una chica llamada Drash, interpretada por Sophie Thatcher, una de las protagonistas de la sensación del momento, Yellowjackets.

Dando la vuelta al sistema

Ante tal argumento, Boba toma otra decisión a la que se le presuponía. Si la pandilla no tiene trabajo y tiene que robar, él les dará trabajo. Al fin y al cabo, su organización ahora mismo anda corta de personal, admitámoslo. Está claro a estas alturas que Boba Fett no actuará como se le presupone a un daimio y esto ya está removiendo las turbias aguas de las organizaciones criminales del planeta.

Sophie Thatcher es Drash, nueva empleada de Boba Fett, a quien salva la vida.

Puede que tenga un plan mucho más amplio o puede que improvise sobre la marcha. Sinceramente, aún no lo tengo claro pues Boba me sigue pareciendo, como protagonista, toda una incógnita. Lo que sí tengo claro es que sus maneras atentan contra cierto establishment criminal y sin llegar al nivel de un revolucionario, representa un cambio de paradigma para el inframundo criminal de Tatooine.

La pandilla de motoristas que recluta es una banda de marginados como él. Al igual que lo es su mano derecha, Fennec Shand. Seres acostumbrados a moverse por los márgenes y a los que no se les suele brindar protagonismo. Ahora es su momento para poner patas arriba el sistema en el que se desenvuelven.

La guerra es mala para los negocios

También lo es (un marginado) el enorme wookie que despierta a Boba de su flashback con un terrorífico ataque cuerpo a cuerpo que casi acaba con la vida de Boba hasta que interviene Drash y luego el resto de «soldados» que trabajan para él. La batalla es dura y ardua pero acaba con el wookie en custodia.

Una conversación posterior entre Boba y Fennec nos confirma que efectivamente, el wookie de pelaje negro se llama Krrsantan, tal y como especulamos la semana pasada. Krrsantan el Negro para ser más específicos. Un personaje que ha tenido su importancia en los cómics recientes y más en concreto en las sagas de ‘Darth Vader’ y ‘Doctora Aphra’. Tiene pinta que acabará siendo reclutado por Boba Fett.

La presencia de los Pyke en las dos escenas separadas por el tiempo no es aleatoria y sin duda, ‘El libro de Boba Fett’ los está señalando como los principales villanos de la serie.

Tras la derrota de Krrsantan, los que lo han enviado, los primos mellizos de Jabba, optan por aceptar la derrota y ofrecer un regalo a Boba: un Rancor. La temible especie que solía estar escondida en el foso de Jabba para comerse a sus rivales. En este caso, una criatura que podrá domar Boba a su gusto y que guarda algún que otro efectista y emotivo rasgo de personalidad que nos da otra visión sobre estos seres.

Pero hay algo más tras el regalo de los Hutt. Los mellizos también se desprenden de Krrsantan y, al parecer, de la contienda por dominar Tatooine. Han sido un visto y no visto y cuesta creer que unos Hutt renuncien así como así a un territorio como éste. Aseguran que las guerras son malas para el negocio y prefieren ir hacia otros lugares.

Quizás es un engaño, pero lo suyo parece una genuina advertencia a Boba Fett. Le están diciendo que en realidad hay alguien más peligroso detrás de esto y es mejor no salir herido o muerto de este panorama. Boba deberá decidir pronto si quiere ir a por todas y si está preparado para ello.

El sindicato Pyke

El alcalde Mok Shaiz se ha largado y su huidizo mayordomo da inicio a una trepidante persecución a motor cuando intenta escapar de Boba y los suyos. Una secuencia muy Hollywoodiense que deja alguna que otra perla para amantes de los easter eggs de Star Wars.

Sin embargo, lo más relevante de la secuencia es lo que descubren los protagonistas al final de ella: el alcalde trabaja para el Sindicato Pyke. Fennec Shand tiene claro, cuando se enteran que parte del Sindicato a aterrizado en Tatooine, que vienen en pie de guerra. A lo que Boba responde, «estaremos listos».

Boba Fett (Temuera Morrison) y Fennec Shand (Ming-Na Wen), listos para la guerra.

Antes, durante el flashback principal hemos visto como el Boba que vivía con los Tusken negociaba con un representanto de este sindicato, que tiene el control del negocio de la Especia (los hemos visto en Han Solo: una historia de Star Wars) en la galaxia. El representante se quejaba a Boba sobre el peaje que les cobraban los Tusken, aduciendo que ya pagan un peaje a otro clan rival, los motoristas que vimos en anteriores flashbacks.

No cabe duda que ‘El libro de Boba Fett’ está destinada a ser la discípula espiritual de la que iba a ser la primera serie de carne y hueso de Star Wars, ‘Underworld’.

Como no quieren pagar doble, insta a Boba y los Tusken a encargarse de derrotar a la otra pandilla. Al llegar al campamento, un desolado Boba se encuentra a todos sus compañeros muertos. No queda nada de ellos. Sus cenizas son también un final de etapa para Boba, que desde entonces volverá a la soledad total y retomará su particular travesía del desierto. 

La presencia de los Pyke en las dos escenas separadas por el tiempo no es aleatoria y sin duda, El libro de Boba Fett los está señalando como los principales villanos de la serie. Incluso puede que su presencia esté ligada a alguna trama superior, que una más de una serie o películas. En el inframundo criminal de la Galaxia, los Pyke son importantes pero, como ya señalé en recaps previos, la película Han Solo: una historia de Star Wars introdujo al sindicato Amanecer Escarlata y los cómics Marvel de Star Wars han ampliado su importancia a lo largo de varios arcos argumentales. Tendría mucha lógica que volvieran a aparecer, ya sean como aliados de los Pyke o como rivales.

La salvaje masacre a los Tusken tiene más pinta de estar hecha por ellos que por la pandilla rival. De una forma u otra tuvieron parte en ella. Y ahora, con más razón, Boba Fett está preparado para dar guerra y acabar con la gente que masacró a su familia de acogida. Probablemente el próximo paso de Boba sea buscar alianzas fuertes en Tatooine, entre las familias y clanes que dominan cada territorio, para dar la vuelta al sistema del mundillo criminal.

Con todo ello, no cabe duda que El libro de Boba Fett está destinada a ser la discípula espiritual de la que iba a ser la primera serie de carne y hueso de Star Wars, Underworld. Creada por George Lucas antes de vender Lucasfilm a Disney, la serie pretendía ser un vistazo al mundo criminal de la Galaxia a través de historias de varios clanes, en planetas más urbanos tipus Coruscant.

La serie se llegó a escribir en casi toda su totalidad y existen pruebas de cámara filtradas online, pero la llegada de Disney frenó el desarrolló y todo pasó a mejor vida. Reconforta ver parte de ese espíritu y ganas de explorar las pandillas y mafias de Star Wars, aunque sean solo las de Tatooine, en la nueva serie de Dave Filoni, Jon Favreau y Robert Rodriguez, quien vuelve a firmar la dirección del episodio.

Anotaciones galácticas

  • Se menciona que Tatooine fue en su día un planeta lleno de agua, como ya contaron los Tuskens. El simbolismo con el planeta original de Boba, Kamino como planeta acuático juega un papel dual importante ante tanta insistencia.
  • Cameo lejano: cuando Boba llega a Mos Eisley, en el flashback, se puede ver, a lo lejos,  a Peli Motto. Interpretada por Amy Sedaris en The Mandalorian, aunque seguramente de trate de una doble, la vemos caminar acompañada de sus robots de reparación.
  • La banda de moteros reclutados por Boba no tienen nombre colectivo ni ninguna aparición previa en cualquier otro medio de Star Wars. Sus estilo cyberpunk los convierte en humanos con transplantes robóticos y su aspecto un cruce entre punks ochenteros y estilosos mods de la Inglaterra de los 60. Sus motos no han dejado indiferente a nadie por su aspecto colorido, que recuerda a Vespas y Lambrettas que podrían estar sacadas de un fotograma de Quadrophienia.
  • Durante la persecución entre los moteros y el mayordomo del Alcalde, que recuerda mucho a Regreso al futura y tantas persecuciones hollywoodienses, uno de los moteros atraviesa un cuadro que está siendo trasladado. Un homenaje al recurrente cliché del cristal atravesado por coches o motos. Si paráis atención, el cuadro es un retrato de Jabba el Hutt, pero más concretamente se trata de un diseño original de preproducción de las películas originales creado por el maestro Ralph McQuarrie.

Criaturas espaciales

  • No es una criatura galáctica. Pero sí una criatura que come aparte: el gran Danny Trejo. El actor de Machete y tantas otras, asiduo de Robert Rodriguez, ex-presidiario convertido en actor e imagen de Old El Paso es un crack. Y que esté en Star Wars, luciendo su propia facha y entrenando a un temible Rancor está solo al nivel de cool galáctico de Samuel L. Jackson y su sable púrpura.
  • Y hablando de un Rancor, ¡Qué buena oportunidad para la serie de reivindicar a esta criatura!. En su día era vista como un simple monstruo que devoraba a los rivales y presos de Jabba, como vimos en El Retorno del Jedi. Ahora, el universo Star Wars le brinda a su especie una nueva visión. Siguiendo así con lo que ocurría en un episodio de La remesa mala en el que los protagonistas rescataban a una cría de esta especie. En El libro de Boba Fett, se nos explica que son criaturas muy sensibles. Capaces de estar deprimidas y con un sentido muy grande de la lealtad. Algo que, sin duda, atrae a Boba, que seguramente acabará la serie cabalgando a su nueva mascota.
  • Similar a como Boba cabalga en los flashbacks a los enormes Banthas. Unos seres ya muy veteranos en Star Wars, inseparables de los Tusken y que en casi 50 años de saga han pasado de ser creados con elefantes con pelucas a ser totalmente digitales y/o animados.
  • Lo que vemos al inicio del episodio no es una araña, si no un Monje B’omarr. Pertenecientes a la Orden B’omarr, estos seres religiosos creen que el apego al cuerpo físico es un impedimento para su fe, con lo que depositan su cerebro en una bola contenedora transportada por un cuerpo robótico arácnido. Sí, ja salían en las películas originales y de hecho, el castillo de Jabba es un templo B’omarr que el gángster se apropió.
  • El sindicato Pyke recibe el nombre por la especio Pyke, a la pertenecen todos sus miembros. Su planeta original es Oba Diah, clave en el control minero de la Especia.

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