'El Marginal': donde habitan los pobres
'El Marginal', la serie argentina en Netflix

Donde habitan los pobres

En este especial, analizamos los méritos narrativos y comerciales de ‘El Marginal’, el contexto en el que se estrenó en Argentina y de su sistema penitenciario, y nos damos el gusto de hablar con el protagonista de esta producción que recibió el Gran Premio Internacional en el Festival 'Séries Mania' de París (2016).

Octubre no es un mes cualquiera para los argentinos. El día 17, gran parte de los trabajadores y algunos otros festejan El día de la Lealtad. El 30, cumple años el 10 (Diego Armando Maradona). Oktubre (Los Redonditos de Ricota) es uno de los discos más influyentes del rock nacional. El cuarto integrante de este póker de ases no tiene fecha exacta aún, pero tenemos la certeza de que sucederá durante este bendito mes. Lo que sigue habla del estreno de El Marginal en la pantalla de Netflix.

La serie narra la historia de Miguel Palacios –Juan Minujín-, un ex policía que se infiltra en un penal de la Provincia de Buenos Aires para investigar el secuestro de la hija de un juez federal. La producción se destaca por un grado de realismo sorprendente, una calidad visual exigente y una puesta verosímil, anclada en un elenco que combina exponentes de reconocida trayectoria con ignotos representantes, que se lucen en sus interpretaciones.

El Marginal se emitió por la Televisión Pública entre los meses de junio y septiembre de este 2016. Pero la venta de este tanque de Underground (su productora) se promocionó muy pronto en pantalla desde el año pasado, incluso antes de la salida del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

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El 10 de diciembre de 2015 asume en la presidencia, Mauricio Macri. A los 17 días de su llegada, repleta de vientos de cambio y cotillón, en la provincia de Santa Fe, se escapan de un penal tres condenados a reclusión perpetua por el triple crimen de la efedrina, un caso de público conocimiento vinculado al narcotráfico, la política y las fuerzas federales en el año 2008.

La travesía duró 15 días y puso en evidencia lo vulnerable del sistema carcelario y la torpeza de un gobierno en pañales que estaba dando sus primeros pasos. El 9 de enero cantaron victoria altos funcionarios informando que habían atrapado a los tres escurridizos, situación desmentida el mismo día, siendo sólo uno de los maleantes interceptado. Finalmente, dos días después fueron capturados los otros dos y el oficialismo pudo dar por concluido aquel primer gran tropiezo.

Mientras tanto, la tanda de la Televisión Pública seguía mostrando imágenes de El Marginal sin mencionar nada acerca de su fecha de estreno.

«Un informe denuncia que el sistema penitenciario argentino está colapsado, y que la tortura es una práctica sistemática dentro de los centros de detención»

El sistema penitenciario en Argentina es funcionalmente deficiente hace años. El marco de esa carencia es una sociedad –con los grandes medios a la cabeza- que opina mucho sobre inseguridad pero del fondo de la cuestión conoce poco. Desde distintos organismos de Derechos Humanos y otros sectores se reclama una reforma estructural del sistema penal. Hace pocos días la Comisión Provincial por la Memoria (Buenos Aires) presentó un informe donde denuncian que el sistema está colapsado, y que la tortura es una práctica sistemática dentro de los centros de detención. Sólo algunos datos para tener en cuenta la dimensión del problema: El 56% de los detenidos en la provincia cumplen prisión preventiva, lo que significa que aún esperan condenas. Existe un 59,8 % de sobrepoblación en el sistema penitenciario, donde se supera en más de 10.000 las plazas disponibles en las cárceles. El 64% de las muertes ocurridas durante 2015 en situaciones de reclusión fueron por problemas de salud. Es decir, la mayoría podrían haberse evitado.

La ficción retoma partes, fragmentos, discursos que son propios de la realidad pero los transforma, los reformula. Es menester alejarse de lo fáctico para hacer ficción y eso hace El Marginal. No verán un documental. Originalmente eran 30 episodios en el marco de una tira que saldría tres veces por semana, lo que en su montaje final terminaron por ser 13 capítulos de un relato contundente, una certera trompada al mentón. Eso sí, con protector bucal. El producto final es cuidado, visual y poéticamente narrado. Encuentra antecedentes variopintos como otras series del género, la que más se destacó en su momento fue Tumberos del año 2002, que comparten en común al guionista Adrián Caetano.

 

Palabra marginal autorizada (Entrevista a Juan Minujín)

Juan Minujín es un actor de larga trayectoria en teatro, cine y televisión, y actualmente acaba de comenzar el rodaje de Los que aman odian (de Alejandro Maci), y está previsto que a fin de año se comience a filmar Numb, una coproducción argentina-canadiense con Harvey Kietel y Hayden Christensen.

De perfil bajo, y con una carrera que probablemente se encuentre en su punto más alto, accede a darnos su testimonio en exclusiva. Admite que en su momento era un gran admirador de Tumberos; y se reconoce asiduo seguidor de series, de las que destaca en primer lugar a The Night Of (HBO), la joya de la industria de este 2016.

juan-minujin-en-el-marginal-donde-habitan-los-pobres-federico-piva-serielizadosEs inminente el estreno de El Marginal en Netflix e incluso hablan de coproducir con Underground una segunda temporada. ¿Qué repercusiones puede tener una historia como ésta en el exterior? ¿Vos qué expectativas tenés?

Que la haya comprado Netflix es una alegría, es una pantalla más. Y más a estas alturas del partido donde muchísima gente consume desde esta plataforma y donde se va a poder ver toda la serie junta.

Obviamente que pueda verse en otros lugares me parece bueno para todos. Para Underground, para los actores que estuvimos involucrados, para los directores, para los autores, para la producción argentina en general. En ese sentido, mucha felicidad. Después con respecto a una segunda temporada sería muy feliz de que se concretara algo así y más con una producción mixta de Netflix. De hecho, justamente ahora me estoy yendo a cenar con varios de los actores de El Marginal porque la verdad que nos hicimos muy amigos.

Para vos, como interprete, ¿Tiene un condimento especial un papel como el de Miguel Palacios o lo encaraste como cualquier otro?

Me preparé bastante. En el sentido que era un mundo muy desconocido para mí. El mundo de la policía, de la cárcel… Todos los personajes los preparo mucho, pero en particular lo que tenía Miguel Palacios era que estaba realmente alejado de mis vivencias personales. Tuve la oportunidad de entrevistarme varias veces con policías, y eso también me ayudó mucho a componer

La violencia que se transmite en la serie, ¿Se palpa en las grabaciones? ¿Se vive ese clima en el rodaje?

Sí, porque estábamos grabando en la ex cárcel de Caseros, que estuvo funcionando durante décadas. Y aunque ya hace unos quince años que está en desuso, sigue teniendo una impronta y una energía tremendas. Las escenas de violencia, para que tengan ese nervio, necesitan que te golpees, estás metido ahí adentro, corrés, te caes, estás todo el tiempo sumergido en un ambiente hostil. Otro de los actores de El Marginal es realmente la misma cárcel, era muy importante poder hacerlo ahí.

«La serie apunta a tocar una realidad pero también a poder crearla poéticamente.» – Minujín

¿Qué diferencia encontrás en la forma que está representado el ambiente carcelario en Tumberos y en esta serie? ¿Cómo crees que juega el tema en una sociedad que habla tanto de inseguridad?

Sé que los autores investigaron periodísticamente algunas cuestiones. La serie apunta a tocar una realidad pero también a poder crearla poéticamente. Eso es importante para multiplicar los sentidos, porque sino se vuelve más un intento de ficción documental que no es El Marginal. Después está la realidad de las cárceles. Yo la conozco parcialmente. Estuvimos en contacto con muchos chicos que estuvieron presos y visitamos un par de penales. Obviamente la población carcelaria, o lo que se criminaliza en Argentina, por lo que ve mi mirada, tiene que ver con chicos pobres, jóvenes y morochos. Básicamente la población de las cárceles es esa, después cada uno puede tener una lectura política de eso, yo en eso no quiero ahondar, pero está bastante claro.

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