"Conseguíos una puta vida, solo son tetas y dragones"
Crecen los detractores de Poniente

«Conseguíos una puta vida, solo son tetas y dragones»

Actores como Stephen Dillane (Stannis) o Ian McShane, incluso Luis Tosar, han despotricado a gusto contra 'Juego de Tronos'.

No pongáis esa cara. ¿Nunca habéis  visto a un hombre con la cabeza metida en una escafandra? Me la pongo cada vez que piso la calle desde el lunes 25 de abril, el día después. Su cometido es sencillo: aislarme del mundo. Que solo me llegue el sonido de mis regurgitaciones o el de alguna ventosidad silenciada pa’ dentro. A estas alturas de la fiebre, es tan fácil volverse un gilipollas durante la emisión de Juego de Tronos que lo más recomendable es cercenar el cordón umbilical que te une a la sociedad, entumecer los sentidos y hacer que a tu lado el autista de Rain Man parezca Mario Vaquerizo.

You can run but you can’t hide. Te metes en Facebook y la pantalla te escupe Juego de Tronos en la cara 24/7. Te das de baja de la fibra Movistar, porque mires donde mires aparece Jon Snow. TV3 le dedica reportajes al tema. En la radio no hay tertuliano que no mencione varias veces la serie. Cualquiera diría que si no metes alguna referencia de GOT en tu discurso no estás a la altura de los tiempos que corren. Eres un fósil.

El fan catalán ha sido siempre un martillo pilón, cuando le gusta algo, lo abraza con una excitación infantil rayana en la vergüenza ajena

Lo que ha pasado en Catalunya con el estreno de la nueva temporada de la serie de HBO es un fenómeno digno de la tesina de Sandro Rey. El rodaje de algunas escenas en Girona ha arrancado de su letargo al fan catalán, acaso el más peligroso del mundo, por pesado e intensito. Primero fue Bruce Springsteen, después Woody Allen y ahora Juego de Tronos. No descubro nada: el fan catalán ha sido siempre un martillo pilón. Cuando le gusta algo, lo abraza con una excitación infantil rayana en la vergüenza ajena, aunque nunca había alcanzado semejantes cotas de agresividad: a mi modo de ver, el rodaje de GOT en Catalunya ha sido un clenchote de taurina que le ha vuelto definitivamente majara y paranoico.

Las primeras semanas de mayo han sido extenuantes: parecía que el sistema solar orbitaba alrededor de Girona, que en Girona se había encontrado la sandalia derecha de Cristo…, pero no, allí solo se habían rodado algunas escenas secundarias de una serie de éxito. Punto. Para más INRI me dicen que las imágenes están a años luz de la espectacularidad que los fans esperaban. Intento imaginar entre escalofríos cómo han soportado semejante golpiza las buenas gentes de Girona, una tierra que adoro: el calvario se huele desde la costa barcelonesa.

meme izquierda unida juego de tronos broc serielizados

Incluso Izquierda Unida ha sacado un meme de Garzón caracterizado como Jon Snow

La realidad catalana post 25 de abril se ha convertido en una lluvia incesante de datos, comentarios, reflexiones, críticas, recríticas, memes, rumores y lo que Dios disponga sobre la maldita serie. Programas de radio desde Girona. Especiales de televisión desde Girona. Dentro de poco se celebra una carrera popular en Girona que pasa por los escenarios de la serie. No hay un solo tertuliano político que no haga alguna referencia a Juego de Tronos. Obama es fan. Incluso Izquierda Unida ha sacado un meme con Alberto Garzón caracterizado como Jon Snow…

Ha sido imposible guarecerse a tiempo. Y ahora ya estamos de mierda hasta el cuello. El intensito de Juego de Tronos está traspasando sin pudor esa fina línea que separa la pesadez de la necesidad imperiosa de ser abofeteado. A estas alturas de la dictadura ya no está permitido odiar la serie; si sueltas bilis, sus fans te descuartizarán y limpiaran hasta la última brizna de carne de tus huesos, como buenas aves carroñeras que son. Quizá por eso, el repugne que sentí durante la quinta temporada se ha convertido ya en resentimiento hacia una ficción que, por culpa de tanta sobreexposición, muchos estamos odiando por encima de nuestras posibilidades. No nos queda otra, es la única forma de agriar la sacarosa del fandom más pasional: si no te fabricas un exoesqueleto de inquina puedes convertirte en un abducido más sin percatarte de ello y acabar acudiendo al entierro de tu tía abuela disfrazado de alfarero de Volantis.

La barbarie que ha desatado esta sexta temporada podría tener un precedente en ‘Lost’

La barbarie que ha desatado esta sexta temporada podría tener un precedente en la ola de locura masiva que se produjo con Lost, pero con un añadido de histeria contra el spoiler, un fervor infantiloide y un punto cosplay que empieza a ser alarmante. No puedo evitar preguntarme qué ocurrirá cuando termine la serie. Los psicólogos tendrán que utilizar paredones en lugar de divanes.

Por mi parte, todavía no he visto un solo episodio de la sexta temporada, ni falta que me hace: me basta con bucear un par de minutos por Internet para enterarme de todos los pormenores argumentales. Los mismos fans que le hacen vudú a tu madre si sueltas un spoiler son los que luego se apresuran a analizar los capítulos, el día después de su emisión, a golpe de spoiler gratuito. Es tan absurdo todo, que estoy al día de Juego de Tronos involuntariamente, ¡sin quererlo! Nunca había visto semejante locura.

El gran Ian McShane estalla: «Conseguíos una puta vida, son solo tetas y dragones»

Además, ¿cómo no vamos a hartarnos de la fiebre de Juego de Tronos cuando hasta los implicados en la serie afirman estar hartos de Juego de Tronos? El padre del invento, George RR Martin, declara estar hasta las pelotas de los putos fans y sus mails. El actor Stephen Dillane (Stannis) asegura que se metió en Juego de Tronos por pasta, que no entiende el éxito de la serie y que su personaje es poco menos que una basura. Luis Tosar afirma haber rechazado un papel en la serie porque le parece un culebrón. El gran Ian McShane estalla ante la regañina de un fan por culpa de un spoiler y suelta la mejor frase que se ha pronunciado jamás sobre este asunto: «Conseguíos una puta vida, son solo tetas y dragones».

El estallido histérico de McShane es feroz, pero comprensible en esta atmosfera opresiva que ha generado el fandom y tantos estragos está causando por estos lares. Juego de Tronos se ha convertido en el Love of Lesbian de las series. A menos que te pongas una escafandra, no podrás darle esquinazo. Qué bonito sería un mundo en el que Juego de Tronos se rodara en Tegucigalpa. Qué bonito sería un mundo en el que los fans disfrutaran de la serie en silencio, sin dar la brasa. Qué bonito sería un mundo en el que la gente se olvidara de Jon Snow y Tyrion, y hablara más de Javier Gurruchaga y Popocho.

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