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Nivel de spoilers: Ligero
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¿De qué trata? Bruja Escarlata y Visión son dos de los superhéroes más bizarros del Universo Cinematográfico Marvel actual. Miembros de Los Vengadores, ella es una chica con poderes telequinéticos provenientes de los experimentos de la malvada HYDRA con una gema del infinito. Y él es, bueno, una gema del infinito mezclada con la inteligencia artificial creada por Tony Stark.
Aún así, el amor surgió entre ellos y pese a la muerte de Visión en Vengadores: Infinity War ahora en WandaVision los encontramos felices y comiendo perdices. Se encuentran viviendo como un matrimonio de los años 50 en una idílica sitcom clásica. ¿Cómo puede ser? ¿Y por qué no recuerdan cómo han llegado ahí? A lo largo de la serie iremos descubriendo los misterios que se esconden tras esta –no tan idílica– nueva realidad catódica.
Ella, Bruja Escarlata, es Elizabeth Olsen y él, Visión, es Paul Bettany en Wandavision, que está dirigida por Matt Shakman (director en Mad Men, Fargo o Juego de Tronos) y escrita por Jac Schaefer, la guionista de La viuda negra, la próxima película de Marvel.
Aunque es cierto que ya han existido (y existen) series de Marvel, la interconexión entre ellas y el universo principal de películas era apenas superficial. Eso se debía a la guerra interna entre Marvel Studios, presidida por el productor Kevin Feige, que controlaba las películas y Marvel TV, la división encargada de las series, con el guionista Jeph Loeb (Smallville) a la cabeza. La guerra Kevin Feige VS Jeph Loeb la ganó el primero, respaldado por la compañía matriz, Disney y por su irrefutable éxito en el cine.
Las películas producidas por Feige han cambiado el panorama del cine de superhéroes con la saga que inició en 2008 con Iron Man y culminó en 2019 con el blockbuster de los blockbusters, Vengadores: Endgame. Después de todo eso, Kevin Feige tiene las llaves del reino. Sumado a la llegada de una plataforma propia como Disney+, a Feige y a Marvel, que gustan de controlarlo todo en sus productos –incluso, si pueden, la distribución –esto les ha supuesto un bendición. Ahora pueden expandir y extender, mucho más si cabe, las historias entrelazadas e infinitas que esconden los entresijos del Universo Cinematográfico Marvel –que aquí llamaremos MCU–.
Todo esto para explicar que sí, aunque en Netflix estén Daredevil o Jessica Jones y aún pulule por ahí Agents of SHIELD, las nuevas series de Disney+ son las que nos contarán el relato principal del MCU a partir de ahora. Así pues, una serie como WandaVision llega con aires de primeriza. Porque será la que abra la puerta a esta nueva etapa en la que los fans de Marvel dividiremos nuestra atención entre series en Disney+ y películas en el cine, si algún día la pandemia las permite estrenar. Ya no hay marcha atrás en lo que oficialmente Marvel etiqueta como Fase 4, que se inicia con WandaVision.
Tan solo desde esa posición de poder una compañía así se atreve a lanzar una nueva fase de su producto con una serie en blanco y negro y risas enlatadas
Esta nueva serie es una señal inequívoca del dominio actual de Marvel Studios en el género imperante de los superhéroes. Tan solo desde esa posición de poder una compañía así se atreve a lanzar una nueva fase de su producto con una serie en blanco y negro y risas enlatadas. Obviamente todo tiene truco y a lo largo de WandaVision iremos sabiendo qué esconde tras de sí esta propuesta tan desconcertante al inicio. Todo cobrará sentido dentro de las lógicas internas de universo propio cada vez más extenso y complejo. Pero de entrada, que la primera gran serie del MCU sea una serie construida a partir de los recuerdos de las sitcoms clásicas resulta romántico y edificante a partes iguales.
Y es que los dos primeros capítulos de WandaVision disponibles por ahora en Disney+ son todo un golpe de efecto vintage. Una vuelta a los tiempos idílicos de I Love Lucy, El show de Dick Van Dyke y sobre todo, de Embrujada. Como si se tratara de un viaje nostálgico propio de Aquellos maravillosos años, la serie se centra, por ahora, en esa etapa de las sitcoms familiares. Sin embargo, hacia el final del segundo capítulo ya se deja ver una progresión colora que nos llevarán a los tiempos de series como La tribu de los Brady o Con ocho basta, por citar un par de ejemplos.
Ese recorrido visual y temporal nos llevará también a los años 80, en lo que representa un viaje por la historia del medio televisivo que esconde muchas lecturas metarreferenciales. Pero por encima de todo, resulta un plácido ejercicio de diversión audiovisual en la que se puede volver a interpretar en clave marvelita –y en clave moderna– algunos de los pilares de la cultura televisiva occidental y el lenguaje, tanto visual como retórico, que durante décadas construyó todo un discurso imperante.
En definitiva, ver a Wanda Maximoff solventar un aprieto en la cocina a base de magia o a Visión retorcer los clásicos chistes con punchline con alegorías a su condición de androide con superpoderes supone un estímulo brutal para el MCU. Los dos personajes ya no habitan un mundo de acción, malvados y fines del mundo: ahora habitan un medio como es la televisión y ante ellos, el medio evoluciona y se transforma sin que sepan muy bien por qué.
Los easter eaggs y las teorías nos invitarán a hacer cábalas pero por ahora, esperar cada semana para ver a Elizabeth Olsen y Paul Bettany pasándoselo en grande volviendo a los tiempos de las sitcoms de tubo catódico, como si de una función escolar se tratara, es de lo más fresco que podemos ver actualmente en las plataformas. Eso sí, está por ver aún si la frescura se mantiene a lo largo de los nueve episodios de la serie.
La clave seguramente estará en la mente de Wanda y estemos ante un sueño o un microuniverso imaginado por ella que ha cobrado vida. Ello nos acercaría a la serie de cómics Dinastía de M, clara inspiración de WandaVision junto a otra magnífica novela gráfica de la editorial, La Visión, en la que el personaje vivía como un ser humano corriente en la Norteamérica suburbana de los cincuenta.
¿La fantasía de ‘WandaVision’ está provocada per el duelo de una Wanda que ha perdido a su pareja para siempre?
En la aparentemente idílica realidad televisiva de los primeros dos episodios de WandaVision hay pequeñas contradicciones y pistas tan rápidas como un glitch, que nos hacen presagiar que a medida que avance la serie el pastel se descubrirá de un modo que llevará consecuencias en próximas aventuras de la saga, como por ejemplo la siguiente película del Doctor Strange, Doctor Strante y el multiverso de la locura, en la que Elizabeth Olsen está confirmada como coprotagonista.
En esos glitches, en esos personajes secundarios como los que interpretan Kathryhn Han (I love Dick) o Teyonah Parris (Empire) se esconde la respuesta ante la fantasía de WandaVision. ¿Está provocado per el duelo de una Wanda que ha perdido a su pareja para siempre? ¿O será todo producto de la manipulación de algún villano/a? ¿Puede que detrás esté lo que queda de SHIELD, SWORD u otras agencias gubernamentales? La semana que viene, estas y otras preguntas serán resueltas en vuestro televisor más cercano en WandaVision.
Easter Eggs y teorías del MCU: Más de 500 días han pasado desde Spider-man: Lejos de casa, el último contenido del MCU. Las referencias y las ganas de elucubrar se acumulan por lo que en este primer recap mejor no enlistar demasiados easter eggs. Pero reservaremos esta parte para ello. Por ahora, destacar esos anuncios falsos entre actos que siguen con la farsa televisiva y nos dan referencias directas a empresas como Industrias Stark o la mismísima HYDRA y el Barón Von Strucker. Recordemos que él fue el encargado de «crear» los poderes que tiene Wanda Maximoff. Seguiremos atentos al mundo de los easter eggs que seguro esconderán pequeños detalles que irán cobrando sentido.
- La canción del día: Intentaremos acabar con una canción destacada de cada capítulo, hoy el éxito de The Coasters de 1959, ‘Yakety Yak’: