Secuela de 'Six Feet Under': Cómo resucitar a los Fisher
Secuela de 'A dos metros bajo tierra'

Resucitar a los Fisher o no resucitar a los Fisher

HBO tira de repertorio para ganarse ventanas de hype en la sobre-oferta televisiva. Las películas de 'Deadwood' y 'Los Soprano', la secuela de 'Sexo en Nueva York', y ahora 'A dos metros bajo tierra'.

Muy pocos guionistas pueden decir que han ganado un Oscar, un Emmy, un Globo de Oro y un Writer’s Guild of America. Y fue gracias, fundamentalmente, a las American Beauty, Six Feet Under (A dos metros bajo tierra) y True Blood. Su nombre es Alan Ball, uno de esos creadores capaces de sonrojar tanto al público de Sundance como al de Tribeca. Pero Ball es un tío esquivo, y poco dado a la locura productiva del Hollywood de los últimos años. A Ball no le gusta la velocidad.

Sin ir más lejos, desde True Blood, que terminó en 2014 -es decir, hace casi seis años- ha escrito dos telefilms y 10 capítulos de Here and Now, su apuesta con HBO para 2018 que de tan delicada se rompió. Y ya está. En seis años, dos pelis y una serie. Ball escoge bien el momento y el proyecto en el que se implica, aunque no siempre salga bien. El último de estos films, Mi tío Frank, sufrió por exceso de clichés melodramáticos y de mensajes positivos sin conexión entre sí, como pancartas motivacionales que cuelgan a lo largo de un maratón urbano.

¿Son Alan Ball y el resto de productores de la nueva ‘Six Feet’ los mismos que en 2001? Es muy probable que no

Y eso es precisamente lo peor que podría pasarle a Six Feet. Esa fina línea que recorrió la serie durante sus cinco temporadas y 63 episodios no es fácil de reproducir veinte años después. Los tiempos cambian, y las personas también. Por supuesto que podemos retomar la serie -y cualquier otro clásico- sin perturbar su esencia. Pero para eso sería necesario que sus creadores y protagonistas estuvieran congelados en aquel momentum en que fue creada. Y eso no puede ser. ¿Alguien se imagina ahora una secuela de Sexo en Nueva York? Pues eso.

Es algo que en otras disciplinas no hace falta ni ponerse a debatir. Al chiflado de Kanye West no se le ocurriría revisitar su mítico álbum The College Dropout (2003), porque el chiflado de Kanye West ya no tiene nada que ver con aquel chico de 27 años que debutaba en la industria hace casi dos décadas. Entonces, ¿son Alan Ball y el resto de creadores de la nueva Six Feet los mismos que en 2001? Es muy probable que no.

La pregunta que debemos hacernos entonces es por qué se empeñan en intentarlo. Si es que además el final de Six Feet no solo es redondo, sino que también -dentro sutil spoiler- definitivo. Lo más fácil es pensar que HBO busca un impacto inmediato. Alan Ball es un gran guionista que conocen bien. Pero su nombre no es un reclamo comercial. Es decir, no vende suscripciones. ¿Qué podemos hacer con él? Explotar una serie suya que sí lo hace. Tirar de repertorio. Así, HBO mantiene el espíritu de la plataforma y gana una ventana de hype.

Six Feet Under es parte de aquella edad de oro de HBO. Los Sopranos, Sexo en Nueva York, Deadwood, Rome, The Wire… Casi todas ellas cuentan ya con secuelas o precuelas en el cine o la televisión. Y el contexto hace pensar que todas darán el paso tarde o temprano. Aunque confieso que no querría verme en el papel de llamar a David Simon para pedirle que resucite a Stringer Bell.

Es muy difícil imaginarse la secuela de un clásico. También un spin-off. Ni siquiera con el creador y la plataforma originales implicados. Pero no las condenaremos antes de verlas. Hay motivos para la esperanza. Las secuelas fílmicas de Los Soprano y Deadwood no han sido catastróficas. Aunque por otro lado, está Michael C. Hall (David en A dos metros bajo tierra), quien ha vivido ya en sus carnes la fatalidad con la secuela fallida de Dexter. El tiempo dirá.

Idris Elba en el papel que le dio la fama como Stringer Bell en ‘The Wire’ / HBO

Y ahora datos informativos. Según ha podido filtrar Variety, esta nueva serie podría ser un reboot, una secuela o un spin-off. Aún se desconoce. Si tomaran la segunda opción, lo lógico sería ver personajes nuevos, o que entonces eran secundarios, y no el núcleo familiar de los Fisher.

Ball produce pero no escribe. Actuará de supervisor y productor ejecutivo junto a sus colegas de Six Feet de siempre, y se sabe que entre ellos ya han escogido a un/a guionista.

A dos metros bajo tierra narra la vida de la familia Fisher y sus empleados mientras dirigen su negocio funerario en Los Ángeles. La serie se emitió de 2001 a 2005 y recibió un total de 53 nominaciones al Emmy durante su tiempo en el aire y ganó 9.

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