Comparte
Si habéis visto la magnífica docuserie original The Staircase sabréis que su personaje central, el escritor y aspirante a político local Michael Peterson, es un hombre peculiar. Nunca se muerde la lengua. En el documental siempre decía lo que pensaba –y pensaba lo que decía–. Incluso encontrándose en el centro de todas las miradas, mientras estaba acusado de asesinar a su mujer. Y lo hacía siempre con una perfecta alocución, una brillantez intelectual destacable, cierto aire de engreído sabelotodo y un humor negro que chocaba con la crueldad de la realidad vivida.
Peterson hacía gala también de un ego mayúsculo. Ahora, tras el estreno exitoso de la versión de ficción de su historia The Staircase en HBO Max no ha desaprovechado la ocasión para hablar públicamente. Ha sido a través de un correo dirigido a la periodista Addie Morfoot de Variety que se recoge en la web del medio. Podéis leerla en su forma original en este enlace. En ella, no deja títere con cabeza.
El hecho de que De Lestrade mostrara su enfado público es seguramente lo que ha motivado a Michael Peterson
El correo supone las primeras palabras públicas de Peterson sobre la nueva serie. Éste llega unas semanas después de que fuera el director de la docuserie original, Jean-Xavier de Lestrade, el que mostrara su descontento con la producción de HBO Max. De Lestrade se sintió ofendido por el tratamiento que realizan del personaje que lleva su nombre. Pero especialmente del de su montadora Sophie Brunet (interpretada por Juliett Binoche). En concreto, le molestó la forma en la que HBO Max y el creador de la nueva serie, Antonio Campos, tergiversaban (su) realidad a favor de la dramatización ficticia hasta un punto que faltaban a (su) verdad.
Lo destacable del enfado de Michael Peterson, sin embargo, se encuentra en el hecho que el objetivo de su ira no sen tanto Campos o HBO Max (que también), sino el francés Jean-Xavier de Lestrade. Y el tono de sus acusaciones, para seguir con la tónica del personaje, no dejan a nadie indiferente. El hecho de que De Lestrade mostrara su enfado público es seguramente lo que ha motivado a Michael Peterson. Entre las denuncias más destacadas que suelta Peterson, a quien interpreta Colin Firth en la versión ficticia, está el sentirse traicionado y vendido por De Lestrade. De hecho, lo acusa directamente de «proxeneta».
Según expresa en el correo, siente que Lestrade les «prostituyó a él y su familia». Lo cual llevó a HBO Max y Campos a cambiar la realidad en favor de una ficción en la que él no sale bien parado. Algo que dice, no le importa lo mínimo. Sí le molesta, sin embargo, que sus hijos salgan mal parados por la caracterización que se hace de ellos.
Como dicen en inglés, «Excuse my french»
Peterson se siente realmente traicionado por De Lestrade. Y le avisa que, «cuando vendes todo tu archivo y material a Campos y HBO, debes asumir que te traicionarán y te follarán. Todas las prostitutas y prostitutos lo saben. Él (De Lestrade) se sintió traicionado/follado y no debería sorprenderse pues le pagaron precisamente por ello«.
Como veis, palabras fuertes y una metáfora que, afortunada o desafortunada, es gráfica a más no poder. Un sentimiento que nace en Peterson porque según explica, ni él ni su familia vendieron nunca su historia a Antonio Campos. Es más, asegura que «nunca nos consultaron ni nos informaron que Jean-Xavier había vendido nuestra historia. Nosostros somos los que nos sentimos traicionados…por eso resulta falso e hipócrita que Jean-Xavier diga que su integridad ha sido traicionada. Él no mostró ninguna integridad o sentido de la responsabilidad hacia nosotros cuando vendió la historia a Antonio Campos.»
El director, en declaraciones exclusivas a la misma Variety, asegura que pese a estar acreditado como productor ejecutivo en la ficción, nunca leyó los guiones «porque confiaba en Antonio Campos».
Michael Peterson también está enojado con Campos por «por copiar pasajes de mi libro ‘Behind the Staircase’ para realizar las escenas dentro de la cárcel». Algo por lo que, según él, no ha recibido ningún tipo de compensación. De todas formas, la rabia de Peterson hacia De Lestrade aumenta hacia el final de la carta. En ella prosigue con la metáfora proxeneta. Asegurando que tiene la misma simpatía por el director francés que «por un/a prostituta/o que contrae una enfermedad venérea después de vender su trasero».
Hay queda. El tono de Peterson y sus acusaciones tan directas no han tenido aún respuesta oficial de Campos o HBO Max pero sí de Jean-Xavier de Lestrade. El director, en declaraciones exclusivas a la misma Variety, asegura que pese a estar acreditado como productor ejecutivo en la ficción, nunca leyó los guiones «porque confiaba en Antonio». De Lestrade dice que tampoco participó creativamente en la producción. Y admite su error. Según de Lestrade «sé que es difícil de entender que no leyera ningún guion. Ahora sé que no puedo fiarme de nadie en este negocio. Debí pedir leer los guiones.»
Mientras, de Lestrade asegura que cobró unos 7.500€ por los derechos de su archivo sobre The Staircase. Aunque Peterson no se lo cree y mantiene que el francés cobró casi diez veces más. En cuanto a la afirmación que de Lestrade nunca informó a Peterson y los suyos sobre la adaptación de HBO, el director lo disputa. Según él, en 2008 cuando Antonio Campos se puso en contacto con él para realizar una película sobre el caso, informó a Peterson y su familia. El matiz está aquí, pues el mismo de Lestrade no recuerda si volvió a informarle cuando el proyecto de ficción se transformo en serie de HBO Max. «Si no lo hice, debí hacerlo», confiesa el autor de la serie Laëtitia o el fin de los hombres, a quien entrevistamos aquí en su día.
Unos dimes y diretes que, para los que seguimos obsesionados con este caso, siguen alimentando nuestras ansías de contenido. Aunque, la verdad, sabe mal ver tanta acusación mezclada con ego y dinero cuando se trata de una tragedia real con consecuencias terribles para tantas personas reales. Si más no, tanta polémica vuelve a sacar a relucir las tensiones habituales e intrínsecas de cualquier relación entre ficción y los individuos reales en la que se basa.