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En Succession ha pasado algo. Parece que todo ha rebasado una frontera y ya no hay marcha atrás. La paciencia de Tom con su matrimonio. La relación entre el patriarca de los Roy y sus hijos. Las esperanzas de Roman de convertirse en el gran heredero. La fortaleza de Waystar Royco para engullir, en vez de ser engullido… Cuando la críticas más destructivas atizaban a los creadores de la serie por reiteración, y falta de evolución, este final ha hecho volcar el trailer. Ahora toca salir corriendo en todas direcciones antes de que explote el combustible. ¿No queríamos fiesta?
Uno de los responsables de este fenómeno de HBO es Mark Mylod, que habló con Indiewire sobre este final de temporada rodado en Italia de manera absurdamente bella, como todo en esta maldita familia. De hecho, una de las claves de esta tercera temporada es que ninguno de los personajes admira la belleza de la villa toscana o los hermosos jardines en los que la ex esposa de Logan, Lady Caroline Collingwood (Harriet Walters), se vuelve a casar.
De hecho, la secuencia clave del episodio, y la escena más emotiva de la temporada, tiene lugar en un parking, en el que el director alineó un conjunto de contenedores de basura para que los servicios de catering pudieran ir tirando la basura mientras Kendall vomita sus pecados. Hermoso.
«Hubo una imagen muy específica que quería usar, para aprovechar tanto la arquitectura como para capturar a estos tres hermanos, y forzarlos a compartir un espacio», dijo Mylod. Las paredes y las repisas de la villa crean unas líneas que obligan a Kendall, Shiv y Roman a estar más cerca el uno del otro. Bajo la dura luz del verano, la ubicación de la escena se siente como un crisol en el que los hermanos Roy podrían disolverse en un momento o, en una sorpresa genuinamente esperanzadora, unirse para formar un frente de resistencia.
«En cualquier familia hay un orden jerárquico. Suele ser tácito, pero existe. Hay una jerarquía, y si nuestros personajes se juntan en una habitación, sé dónde estarían». El sentido intuitivo de Mylod de las relaciones de poder entre la familia Roy explica el flujo de la secuencia de la confesión. Y Mylod y el editor Ken Eluto juegan con la luz, porque a medida que el día se desvanece, el público siente el paso de un tiempo crucial.
«El instinto de Kieran fue ir al suelo y el de Jeremy fue apoyarlo, como su hermano lo había hecho por él» (Mylod)
«Ese fue nuestro mayor desafío técnico, en todo el rodaje (…) Eso fue incluso más difícil que filmar en la villa de Matsson [que no tenía caminos de acceso]. Porque para generar esa ilusión de las paredes que se cierran (el tiempo que se agota) hay que aplicar tensión sobre estos personajes con la iluminación. Hay en ello un elemento operístico, para construir esa tensión a través de la luz cambiante.»
Otra cosa que Mylod trabaja intuitivamente es cómo ubicar a Logan (Brian Cox) en el espacio, él es quien hace vascular la dinámica del poder de cualquier habitación en la que camina, y especialmente en esa secuencia final. «Brian y yo hacemos este baile muy bien», dijo Mylod sobre trabajar en la escena con Cox. «Casi siempre estamos en la misma página acerca de [encontrar] el lugar adecuado para él. Es un personaje brillante manipulando y presentando una fachada de honestidad.»
A medida que esa fachada cae lentamente, la cámara abandona lo estático y empieza a moverse, se inquieta, mientras Logan intenta idear una mentira para retener a sus hijos. Tantas tomas hay del punto de vista de Logan como de los tres hermanos enfrentados a él físicamente. «Los hermanos se agrupan para protegerse«, dijo Mylod. «[Y cuando] uno de ellos comienza a ir a la deriva, los demás lo protegen y se reúnen a su alrededor. Eso es importante».
Logan, al final, gana, porque eso es lo que hace mejor. Y Tom, que representa las esperanzas perdidas de los hermanos Roy de vencer a su padre. Cuando Tom entra en la luz casi naranja de la habitación y abraza a Shiv, es una inversión de la lógica visual de la escena de la confesión: cálida y cercana. «Es probablemente la escena más larga que hayamos filmado», dijo Mylod, pero debido al trabajo de preparación que había hecho el equipo, pudo permitir que los instintos de los artistas florecieran.
Se ha hablado mucho del paralelismo entre las tomas de Kendall, Shiv y Roman en el aparcamiento y en la sala de reuniones de Logan. Mylod dijo que surgió de forma orgánica. «En ese momento final cuando Kieran (Roman) encontró su camino hacia el suelo, fue totalmente intuitivo. No recuerdo la indicación que Jesse [Armstrong] había escrito para su personaje, pero fue en esa línea, ya sabes, en este momento de desolación y derrota. Y los actores respondieron a eso… El instinto de Kieran fue ir al suelo y el de Jeremy fue apoyarlo, como su hermano lo había hecho por él.»