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Cuando Apple TV+ se lanzó, en noviembre de 2019, lo hizo con cuatro series: The Morning Show, Dickinson, See y Para toda la humanidad.
Visto con perspectiva, la única que encajaba en un molde un poco más tradicional era la primera, con Jennifer Aniston, Reese Witherspoon y Steve Carell enseñándonos cómo se manejaba (o no) una situación de #MeToo en un magacín televisivo matinal. La segunda era una comedia de época anacrónica y gamberra sobre la juventud de Emily Dickinson, mientras las dos últimas eran series de género de alto presupuesto.
See encajaba de lleno en la fantasía, con un mundo distópico en el que la población se había quedado ciega y se agrupaba en tribus; Para toda la humanidad, por su parte, era una ucronía, una historia alternativa de la carrera espacial que se preguntaba qué habría pasado si hubieran sido los soviéticos quienes pusieran primero un pie en la superficie de la Luna.
En su momento, no se prestó demasiada atención a esta apuesta por el género de Apple TV+, pero resulta curioso comprobar cómo ha seguido siendo un pilar de los nuevos estrenos que han llegado estos cuatro años. Una de sus grandes novedades de mayo, por ejemplo, es Silo, que cuenta con el protagonismo de Rebecca Ferguson y que transcurre en, efectivamente, un gigantesco silo que alberga a los últimos 10.000 supervivientes de la humanidad. No saben cuánto tiempo llevan allí, quién o por qué construyó el silo, pero sí saben que es peligroso salir al exterior porque las condiciones ambientales son venenosas. Los avances que se han visto de la serie, supervisada por un veterano como Graham Yost (Justified), recuerdan a un cóctel de El bosque, Snowpiercer y la segunda temporada de Los 100, lo que la convierte en un curioso añadido al catalogo de la plataforma.
Esa es una seña de identidad de las ficciones de la plataforma: visualmente, todas son impresionantes
Pero es que es bastante común que series que no parecen, a priori, de género, acaben teniendo algún toque de ciencia ficción. Las luminosas, por ejemplo, es un thriller con Elisabeth Moss en el que persigue a un asesino en serie y que añade un componente de viajes en el tiempo que, además, ayuda con el dibujo que la serie hace del severo estrés postraumático de su protagonista. Y Separación, que es uno de los grandes éxitos de Apple TV+, ya tiene un punto de partida algo futurista con ese implante que separa radicalmente las vidas laborales y personales de los empleados de Lumon.
El estándar visual de ‘Fundación’
Evidentemente, el buque insignia de esta apuesta es Fundación, la adaptación que parecía imposible de la saga literaria de Isaac Asimov, que estuvo varios años dando vueltas por cadenas como HBO hasta que David S. Goyer y Josh Friedman la pusieron en pie en Apple TV+. Con los dispendios de dinero que, por ejemplo, Amazon ha realizado para sufragar las primeras temporadas de Los Anillos de Poder y La rueda del tiempo (que superan los 100 millones de dólares), pueden resultar escasos los 45 millones que costaron sus diez episodios iniciales, pero todo ese dinero luce en pantalla.
Esa es una seña de identidad de las ficciones de la plataforma: visualmente, todas son impresionantes y, en el caso de Fundación, espectaculares, trasladando al espectador a ese Imperio Galáctico a punto de desmoronarse.
Este caso indica, además, que la plataforma se toma muy en serio el género. En sus incursiones en el terror, en Servant y La historia de Lisey, atrajo los nombres de M. Night Shyamalan y Pablo Larrain, más el mismísimo Stephen King, y el reparto de Un futuro desafiante, su thriller sobre los efectos del cambio climático, parece de mentira, o de superproducción de catástrofes de los 70: Sienna Miller, Meryl Streep, Kit Harington, Matthew Rhys, Tobey Maguire, Marion Cotillard, Edward Norton, David Schwimmer… Empaque visual y grandes nombres delante y detrás de las cámaras son dos de los aspectos más reconocibles de las series de Apple TV+.
Un comentario sobre la humanidad
¿Y de dónde viene este interés por la ciencia ficción? Esa es una buena pregunta porque nadie en la plataforma ha expresado públicamente que es un género en el que confían a la hora de atraer nuevos espectadores, pero los estrenos hablan por sí solos. Y muchos de ellos parecen estar tocando todos los subgéneros posibles, desde invasiones alienígenas (Invasión), a space operas épicas y con pretensiones (Fundación), al retrofuturismo más clásico (Por un mañana mejor).
Es interesante que Apple TV+ haya confiado en la ciencia ficción y en lo que Margaret Atwood llama “ficción especulativa”
Todos, además, buscan hablar sobre el estado actual del mundo y de la humanidad de maneras que, a lo mejor, no son tan directas como las de Un futuro desafiante, pero hasta la carrera espacial alternativa de Para toda la humanidad muestra las consecuencias de que, por ejemplo, la NASA permitiera el acceso de mujeres a su cuerpo de astronautas antes de lo ocurrido realmente, y Fundación muestra la futilidad de los intentos del Imperio Galáctico por salvarse estrechando aún más su yugo totalitario sobre sus dominios.
Las plataformas de streaming que aún llevan poco tiempo en funcionamiento suelen confiar en thrillers y comedias muy blancas para levantar su catálogo y llamar la atención del público. En ese panorama, resulta interesante que Apple TV+ (que es cierto que no parece regirse por los mismos estándares de rendimiento que las demás) haya confiado en la ciencia ficción y en lo que Margaret Atwood llama “ficción especulativa” para ir construyendo su oferta de series, en parte porque es consciente de que es un género que puede hablar sobre nosotros de una manera mucho más acertada que un drama pegado a la realidad.