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Nivel de spoilers: Medio
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¿De qué trata? Ya es oficial: John Walker es el Capitán América. Mientras aceptan este golpe bajo, Sam y Bucky se reencuentran para saber más sobre el misterioso grupo rebelde que atenta a lo largo del mundo.
Si en el primer episodio de Falcon y el Soldado de Invierno lo más destacado fue ver a Sam Wilson (Anthony Mackie) planchar o vérselas con el banco y a Bucky (Sebastian Stan) sobreviviendo a una primera cita, en este segundo episodio dejamos atrás lo mundano para empezar a adentrarnos en la acción. Parece que cada episodio de la serie se reservará una set piece espectacular para recordar que esta es también una serie bélica.
En el primer episodio fue la misión inicial de Falcon y en este, un abordaje contra el grupo de los «Sin Banderas» sobre dos grandes camiones en movimiento. Cuando peor lo están pasando Falcon y Bucky, aparece al rescate un viejo escudo conocido, portado por quien dice ser el nuevo Capitán América.
Hemos conocido un poco mejor a John Walker, el hombre escogido por el gobierno para ser el Capitán América del nuevo orden mundial.
Momentos antes, en el episodio de hoy, titulado ‘El hombre estrellado’ hemos conocido un poco mejor a John Walker, el hombre escogido por el gobierno para ser el Capitán América del nuevo orden mundial. Interpretado por Wyatt Russell, John Walker se muestra nervioso antes de pisar el campo de fútbol –americano, claro– de su instituto. No lo hará ni como quarterback estrella ni como capitán del equipo. Lo hará como el nuevo Capitán América para presentarse a su público.
Los nervios ante las responsabilidades que le vienen encima le abruman y su amigo Lemar Hoskins –volveremos a él más adelante– le advierte: «Ya no puedes resolver tus problemas a puñetazos». Un aviso que nos pone en situación. Por mucho que tenga un currículum militar impecable, John Walker tiene un lado oscuro que va asomando en momentos del episodio. Nada que ver con el idealista Steve Rogers.
Hace unos días Wyatt Russell comentó en una entrevista: mucha gente odiará a su personaje. Y no le falta razón. Quizás por ahora odio no es la palabra. Más bien rabia. La misma que sienten Sam y Bucky al verlo, ya sea en la televisión o en directo. O siendo rescatados por él en una batalla. O viendo más adelante cómo les saca del calabozo de la policía. El momento de la entrevista en ‘Good Morning America’ es imperdible.
Lo bueno de este capítulo es ver cómo ese pique entre Sam y Bucky, que viene de lejos, esconde un conflicto emocional fuerte
Primero, porque recuerda a los tours propagandísticos que le exigieron hacer a Steve Rogers durante la Segunda Guerra Mundial en Capitán América: El primer vengador. Ahí, el héroe recién creado se preguntaba si existía para hacer el bien o para ser tan solo una marioneta de promoción. Ahora John Walker vive un momento similar y nos preguntamos hasta qué punto su existencia se debe más a la creación de un héroe –o anti-héroe– real o bien a un gesto de cara a la galería.
Luego está el «momento Hansel en Zoolander» cuando en la entrevista admite que «aunque nunca le conoció, para él Steve Rogers es como un hermano». Inevitable pensar en Hansel (Owen Wilson) diciendo eso de «Sting sería otro de mis héroes. La música que ha compuesto, yo nunca la he escuchado. Pero el hecho de haberla compuesto, me inspira respeto». ¡Qué rabia daba Hansel al inicio de Zoolander! Y qué rabia da, por ahora, John Walker.
Así nos sentimos, porque así se sienten Sam Wilson y Bucky Barnes. Lo mejor que le sucede a Falcon y el Soldado de Invierno en este episodio, en comparación al anterior, es juntar a los dos protagonistas. El toma y daca constante entre ellos rescata lo mejor de las buddy movies de acción. Y la química entre Sebastian Stan y Anthonie Mackie hacen el resto y lo convierten en algo genuinamente divertido. Parecen Mel Gibson y Danny Glover en Arma Letal.
Pero más allá de one liners y puyitas graciosas lo bueno de este capítulo es ver cómo ese pique entre Sam y Bucky, que viene de lejos, esconde un conflicto emocional fuerte. Cuando la terapeuta que vimos en el primer episodio les obliga a hacer una especie de terapia de pareja (sic) sale a la luz lo que les sucede por dentro: Bucky, el que más se abre, admite que no soporta ver que Sam haya cedido el escudo del Capitán América.
Una institución traicionera, a sus ojos, que perpetúa ese racismo sistémico de los Estados Unidos que el episodio denuncia en la escena de la detención policial.
Steve lo eligió a él porque creía en él. Y verlo renunciar a eso hace pensar a Bucky que él tampoco merece ser rehabilitado como Steve quería. Las dudas personales abruman a dos héroes que se obligan a trabajar juntos para, de alguna forma, encontrar la manera de asumir sus errores.
Sam por su parte parece bloquear más los sentimientos, pero no sabe qué es peor. Si admitir que por sus inseguridades no se ha atrevido a ser el nuevo Capitán América o si la puñalada en la espalda es por culpa del gobierno. Una institución traicionera, a sus ojos, que perpetúa ese racismo sistémico de los Estados Unidos que el episodio denuncia en la escena de la detención policial. Un tema, el del racismo sistémico, que irá apareciendo en Falcon y el Soldado de Invierno y que reverbera en un personaje misterioso que conocemos también en este episodio: Isaiah Bradley, interpretado por Carl Lumbly (Alias).
Al final del episodio, y pese a la oferta de John Walker para trabajar conjuntamente, nuestros protagonistas prefieren ir por libre. No se fían de él ni de porqué los llamados «Sin Barreras» muestran habilidades propias del Super Suero de los Super Soldados. Ir por libre significa ir por vías distintas y peligrosas y por eso Bucky sugiere explorar los secretos de HYDRA de la mano de un peligroso malvado que vuelve a la saga en un giro final que anticipa el siguiente episodio: Zemo, interpretado por Daniel Brühl (El Alienista).
Easter Eggs y teorías del MCU
Hemos hablado del racismo sistémico y nombrado a dos nuevos personajes, afroamericanos, que aparecen en este episodio y que tienen su relevancia en los cómics. Y así será en el MCU. El primero es Lemar Hoskins (Clé Bennet). Algo así como un Bucky bis para el Capitán América bis. El otro, Isaiah Bradley, guarda una traumática historia detrás que nos has dejado quizás la mejor escena en lo que va de serie. Isaiah ya fue un Capitán América bis.
Encerrado durante tres décadas en una prisión, su legado como Capitán América visibiliza las vergüenzas de todo un país.
Objeto de numerosos experimentos y mantenido en secreto, ha sido utilizado toda su vida por un gobierno que no quiso darle el reconocimiento de héroe que merece. Encerrado durante tres décadas en una prisión, su legado como Capitán América visibiliza las vergüenzas de todo un país que no asimila como debería a la población afroamericana. Un secreto que golpea directamente a Sam Wilson. Por eso, su arco argumental puede ser importante para Falcon y el Soldado de Invierno. También para su nieto, al que vemos en la escena y que en los cómics acaba siendo el héroe llamado Patriot.
Cuando más y mejor habíamos visto a RedWing, el águila robótica de Falcon va y nos lo destroza Karli Morgenthau, la aparente líder de los ‘Sin Barreras’. Interpretada por la joven actriz Erin Kellyman (Life). En el MCU ha cambiado de género pero su equivalente Karl, se convirtió en el villano Flag-Smasher. En la serie ella lidera el grupo terrorista que quiere volver a los tiempos del «Lapso» cuyo nombre en inglés es el de «Flag-Smashers».
Pinta por ahora a la malvada principal de la serie pero esconde cierta fragilidad humana que nos hace pensar que hay alguna motivación emocional que tendremos que conocer. Así como también cómo influirá la reaparición de Zemo y si, como debería ser, HYDRA acaba resurgiendo también en la trama de la serie.
- La viñeta del día: Hoy es para un momento de la saga de cómics Capitán América: Sam Wilson, en el número 13 cuando se efrentan Sam Wilson y John Walker. Los dos con sus patrióticos trajes y sus respectivos escudos. ¿Tendremos segundo escudo en Falcon y el Soldado de Invierno y una lucha similar?