El escuadrón asesino: Los 5 mejores 'killers' de las series
Serielizados y Popitas presentan...

El escuadrón asesino: Los 5 mejores ‘killers’ de las series

Hay cinco expertos en el arte de matar que están por encima del resto, por su intachable moral, inteligencia, destreza o fragilidad.
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En los últimos compases de la docuserie Night Stalker (El acosador nocturno, en Netflix) asistimos atónitos al fervor sexual que despertó el asesino en serie Richard Ramírez tras su descubrimiento y detención. Este sádico perturbado por los estupefacientes e íntimo de Satán se había convertido de la noche a la mañana en el sex symbol de un selecto grupo de fanáticas. Una de las reporteras de la época nos lo cuenta así: «Él las miraba como si fueran su cena».

Cuando la atracción por el mal trasciende la pantalla -como en el caso de las groupies de Ramírez- enseguida tachamos a los implicados de dementes, víctimas de algún tipo de patología mental o trauma infantil. ¿Pero realmente estamos los demás tan lejos de sentir algo así? O, dicho de otra manera, ¿cuántas veces hemos fantaseado con yacer con algún psycho de la ficción? Quizá nunca llegáramos a consumar con él, o con ella, per el deseo está ahí.

En psiquiatría a este tipo de parafilia sexual se la conoce como hibristofilia (del griego ὑβρίζειν que significa «atentar contra alguien» y filo que significa «amante de»), y más popularmente como Síndrome de Bonnie and Clyde. Y, según los profesionales, hay tres motivos por los que podemos sentirnos atraídos por este tipo de personas: 1. El instinto de protección y compasión hacia el asesino; 2. La creencia de poder cambiarlo; 3. La emoción de ganar notoriedad y fama estando a su lado. Que cada uno se analice.

Llegados a este punto el lector tendrá ya en mente a su asesino o asesina favorita. En los headquarters de Serielizados y Popitas tenemos muy claro cuáles son los 5 killers que ocupan el lugar de honor en nuestro imaginario. Dentro lista.

1. Omar Little (‘The Wire’)

EL SILBIDO MÁS SOBRECOGEDOR DE BALTIMORE

El personaje más querido por la audiencia más selecta de la televisión. El mismo Barak Obama confesó sin titubear que Omar Little era el mejor personaje de The Wire. Y no es de extrañar. Su «Todo hombre debe tener un código» lo convirtió en uno de los matones más psicológicamente complejos que se hayan visto nunca. Y por su fuera poco, el actor que encarnó a este antihéroe durante cinco temporadas, Michael K. Williams, fue el escogido por muchos miembros del reparto original -como Idris Elba- como el mejor actor de la serie.

Para saber por qué mata Omar, lo más importante es fijarnos en quiénes son sus víctimas. Él opera bajo un estricto código propio: no dañar a nadie que no esté en «el juego». Su ira justiciera tan solo va dirigida a traficantes de drogas y pandilleros sin moral. Por ese motivo se gana el apodo de «hood Robin Hood» (algo así como «el Robin Hood del barrio»), otorgado por los niños de los bloques. Al término de The Wire, vemos a Omar cargarse a un total de cinco hijos de puta. Su propio final es digno de un poema épico.

2. Gennaro Savastano (‘Gomorra’)

UN VERDADERO MAFIOSO NO VA A LA ÓPERA

No podíamos redactar un artículo sobre el buen killer sin tocar la mafia. Desde que Coppola la reimaginó dándole un aura aristocrática, la clásica organización criminal italoamericana ha ido mutando y mezclándose hasta ampliar todos los márgenes del género. Pero no ha sido hasta su regreso «a casa» (Gomorra es una producción 100% italiana) cuando hemos tenido la sensación de ver a la mafia por fin comportarse y vestir en su forma y lengua originales.

Gennà es el retrato más ajustado que se ha hecho nunca de un mafioso auténtico (con permiso de Tony Soprano)

La de Gennaro Savastano es una narrativa bastante convencional. El hijo malcriado del jefe de la mafia se convierte en un hombre digno de su herencia tras realizar un viaje a las capas inferiores del negocio. Gennà (como lo conocen cariñosamente) es la viva imagen de su padre, Pietro, pero un paso más despiadado y menos familiar. La serie quiere reflejar así el cambio generacional que están sufriendo los clanes del país: los jóvenes capos en guerra no arreglan las cosas sentándose a comer.

Seguramente tengamos en Gennà el retrato más ajustado que se ha hecho nunca de un mafioso auténtico (con permiso de Tony Soprano). Mal educado, violento, hortera, intelectualmente justo, misógino, pero leal, generoso, cariñoso y tan insondable en su complejidad que no puedes evitar amarlo.

3. Arya Stark (‘Juego de Tronos’)

LA DAGA MÁS RÁPIDA DE LOS SIETE REINOS

Arya Stark es una asesina. Seguramente la asesina más virtuosa de la lista. Su dominio del arte de matar va más allá de la mera eficacia hasta convertirlo en un goce para los sentidos. Su venganza es un camino que discurre en paralelo a la historia central para finalmente cruzarse en el corazón del Rey de la Noche. Arya clava su daga profundo. Expía sus demonios, honra la memoria de su familia y salva al mundo de un invierno letal.

Otra de las razones por las que amamos a Arya es por cambiar el paradigma de la niña. Hija pequeña de una familia de cuatro hermanos (sin contar al bastardo de Jon) y ojito derecho del patriarca, Ned Stark. Por cosas del destino más infausto deberá emprender un largo viaje de autoconocimiento y vendetta, rompiendo todos los clichés sexistas, para acabar trascendiendo la pantalla como símbolo feminista de nuestra sociedad. Y todo ello con una daga. Sí, se puede ser asesina y símbolo de justicia.

4. Light Yagami (‘Death Note’)

LA LUCHA DEL BIEN CONTRA EL EGO

«No quiero ser comparado con un Shinigami (dios de la muerte), soy un humano usando el Death Note para hacer del mundo un lugar mejor para los humanos

Al comienzo de la serie, Light se nos presenta como un adolescente que a pesar de su inteligencia está frustrado por la maldad e ineptitud que habita en el mundo. Todo está «podrido». Quiere purgar la sociedad de todos sus males, pero en su caminose topa con sus propios demonios. El resultado es un anime tan brillante en lo narrativo como en lo visual, con un manejo del cliffhanger apabullante.

Light se va volviendo más despiadado y retorcido, olvidando la justicia social entre sus delirios de grandeza

¿Dónde termina el altruismo de de Light y empieza su ego? Sus métodos están lejos de ser éticos, y de hecho se le considera un asesino en serie maniático e infantil. Un perfil de delincuente que -paradójicamente- valdría la pena borrar del mapa para proteger a la gente. Conforme más utiliza el cuaderno de muerte, se va volviendo más despiadado y retorcido, perdiendo el sentimiento de justicia entre sus delirios de grandeza.

Lo que nos atrae de este personaje es sin duda su extrema inteligencia. Pero si en otros de su mismo perfil vemos destellos de sensibilidad, en Light todo lo que queda al margen del puro intelecto es una pérdida de energía y -de lo que es aún peor- de su valioso tiempo. Y a medida que avanzan los 36 capítulos, más motivos da para recibir un guantazo bien dado. Para encerrarlo y echar la llave al mar. Pero no podemos… hasta el final querremos que se libre, que siga y que gane.

5. Arthur Shelby (‘Peaky Blinders’)

EL CORAZÓN DEL DEMONIO

El hijo mayor de los Shelby no hace las preguntas. Se dedica a ejecutar órdenes. Y en caso de no haberlas, improvisa con una botella rota en la mano. Es por ello que él no es quien dirige el negocio familiar, sino su hermano menor, Thomas, mucho más frío y calculador, lo que deja al bueno de Arthur en un segundo lugar muchas veces humillante. Es incapaz de controlar su ira y eso lo convierte en el miembro más débil de la familia.

Pero Arthur no es un asesino nato. A medida que avanza la serie se manifiestan sus traumas. Hasta el punto de preguntarnos ¿cómo sería Arthur si hubiera crecido en otro contexto? Quizás la devota de su mujer no iba tan mal encaminada cuando intentó por todos los medios rescatar esa bondad intrínseca alejándolo del negocio. Arthur es un muñeco roto. Es el muñeco de Tommy. El brazo ejecutor de sus planes maquiavélicos. Y su fragilidad termina siendo más atractiva que su salvajismo.

«I’m a good man. I’m a fucking good man, like you… A god-fearing man. There is good in my heart. There is good in my heart! But my hands… These hands belong to the devil. The fucking devil!»

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Esta lista la hemos hecho junto a Popitas, amantes como nosotros de los buenos killers de las series. Y este vídeo es una buena muestra de ello:

#PlayPopitas 

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