'The Mandalorian' (2x07): "El creyente": Cruzando líneas impensables
'The Mandalorian' (2x07): "El creyente"

Cruzando líneas impensables

Nuevo recap de The Mandalorian a las puertas del final de la temporada. Si esperáis un capítulo en la línea de los dos anteriores quizás ‘El Creyente’ os decepcione. Pero se antoja como un paso necesario para plantear un final de temporada que huele a espectacular. 

Nivel de spoilers: medio

Din Djarin (Mando) y Boba Fett mostrando una nueve versión tuneada de su mítica armadura.

¿De qué trata?: Mando (Pedro Pascal), Cara Dune (Gina Carano), Boba Fett (Temuera Morrison), Fennec Shand (Ming-Na Wen) y un recuperado Mayfeld (Bill Burr) viajan a una base imperial minera para conseguir las coordenadas de la nave de Moff Gideon como paso previo a recuperar a Grogu. 

‘El Creyente’ es uno de esos capítulos que no quizás llenará muchos titulares pero que en el contexto de una serie clásica de aventuras como The Mandalorian resulta esencial para preparar todo lo que tiene que suceder en el esperado final de temporada. ‘El Creyente’ funciona como un ejercicio de ordenación para poner cada pieza en su lugar de cara al desenlace de la semana que viene.

La recuperación de un personaje de la primera temporada aparentemente intrascendente como es Mayfield (Bill Burr), resulta el gran acierto del capítulo.

Star Wars bebe de tantas fuentes y referentes que The Mandalorian puede ir mutando lo suficiente cada semana como para centrarse en aspectos temáticos y estéticos concretos de este universo. Eso es lo que ha entendido muy bien The Mandalorian. Con esta serie hemos vuelto a momentos western, momentos samurai y hoy estamos ante ese espectro proletario y sucio del mundo Star Wars, tan de de película bélica clásica estilo El desafío de las águilas, que supo captar muy bien la película Roque One. 

En ‘El creyente’ los soldados de asalto destilan esa estética bélica gastada que tanto nos gusta.

En esta línea, la recuperación de un personaje de la primera temporada aparentemente intrascendente como es Mayfield (Bill Burr), resulta el gran acierto del capítulo. Su tensa escena bebiendo junto a un antiguo comandante del imperio es magistral. El humorista de Massachusetts aporta cierto halo de perdedor proletario, machacado por los que mandan, que aumenta aún más la sensación de relato bélico cínico. 

La misión que llevan a cabo, a bordo de un camión lleno de combustible altamente inflamable, podría recordar al magnífico y maldito film de William Friedkin llamado Carga maldita, a su vez un remake del film francés El salario del miedo. Definitivamente ‘El Creyente’ comparte con el film de Friedkin ese aire gastado de camaradería de otros tiempos juntado con la decepción eterna de una vida dedicada a la supervivencia. Un tipo de vida que comparten los cinco personajes que forman la alianza para salvar a Grogu. 

Casi toda la acción la realizan Mayfeld y un Mando al que las reflexiones del primero (sobre bandos galácticos, el precio de las guerras y los límites que estamos dispuestos a cruzar) le empujan a hacer algo impensable en la primera temporada: quitarse la máscara. Quizás sea producto de los rumores –nunca confirmados, pero cuando el río suena…– que apuntaban a malos rollos en el set de The Mandalorian por parte de un Pedro Pascal cansado de esconder su rostro en la exitosa serie. 

El episodio nos trae el holograma más “molón” de la saga y puede que se convierta en el más icónico desde ese primer mensaje de socorro de la Princesa Leia en Episodio IV: una nueva esperanza. 

No sabemos si el quitarse el casco es resultado de esas tensiones. Pero la verdad es que el gesto realizado por el personaje de Pascal resulta orgánico y necesario para su evolución. A estas alturas, Din Djarin (Mando) ya admite abiertamente la devoción que siente por Grogu (Baby Yoda). Si tiene que renunciar a su férreo credo mandaloriano para salvar al pequeño que tanto quiere, lo hará. De eso trata también The Mandalorian; de las cosas que dejamos atrás cuando maduramos y de lo que estamos dispuestos a hacer para aquellos que tanto queremos.

No dábamos un duro por su personaje pero Bil Burr (centro de la imagen) consigue redimir a su personaje.

Para fans de Baby Yoda: Este no es vuestro capítulo. ‘El creyente’ tendrá el dudoso honor de no contener ni un solo minuto del personaje verde. Eso si no contamos el final del primer episodio, donde veíamos por primera vez al renacuajo que ha robado el corazón de Mando y millones de fans. La próxima vez habrá más suerte. Seguro.

Para los fans más acérrimos de Star Wars: ‘El creyente’ tampoco será recordado por llenar su metraje de muchos huevos de pascua, referencias a la saga o elementos nuevos que expanden el canon. Pero aún así, el capítulo tiene momentos para que se nos caiga la baba. Algunos son referencias al videojuego Battlefront II para los más avispados gamers de Stars Wars, como es la mención a la “Operación Cinder”. 

Otros pueden ser la aparición de varios tipos y modelos de soldados de asalto, como vimos a Rogue One. Y por descontado, ese añejo Boba Fett recuperado para la ocasión, con su armadura repintada y remodelado es todo un gozo. Especialmente verle en acción con su icónica nave llamada Esclavo I. Lo admito, tenía el juguete de la nave de pequeño y siento debilidad por ella. Pero el momento realmente Star Wars que nos deja con ganas de más es ese final de capítulo con el mensaje en holograma de Mando a Moff Gideon (Giancarlo Esposito). Es quizás el holograma más “molón” de la saga y puede que se convierta en el más icónico desde ese primer mensaje de socorro de la Princesa Leia en Episodio IV: una nueva esperanza. 

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