'Cielo Negro': A la sombra de 'Expediente X' | Serielizados
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‘Cielo Negro’: A la sombra de ‘Expediente X’

La serie creada por Bryce Zabel solo constó de una temporada que se emitió en EEUU entre 1996 y 1997, y a pesar de sus méritos propios nunca logró quitarse la etiqueta de ser una mera explotación de las aventuras de Mulder y Scully.

Imagen promocional de 'Dark Skies'

A mediados de los años 90 las cadenas de televisión generalista estadounidenses descubrieron un filón que no habían explotado: Expediente X. La serie creada por Chris Carter se emitió por primera vez en la cadena Fox en 1993 y aunque tuvo unos inicios un tanto titubeantes, poco a poco fue capturando el corazón de sus fans y fue pasando del fenómeno de culto al fenómeno social. Y los ejecutivos de las emisoras abrieron una inesperada caja de Pandora: después de años y años tratando a las series de terror, ciencia ficción y fantasía con cierto desdén, de golpe se dieron cuenta de que había hambre de este tipo de producciones. Cielo Negro

Así vieron luz verde producciones como Edición anterior (Early Edition, 1996-1999), La mirada del mal (American Gothic, 1995), Sin identidad (Nowhere Man, 1995) o VR.5 (1995). Algunas de ellas potenciaban los elementos de ciencia ficción, otras los de conspiraciones en la sombra o el terror sobrenatural. Ninguna de ellas se acercó tanto en su planteamiento como lo iba a hacer Cielo negro en su única temporada de 20 episodios emitidos entre 1996 y 1997. Pero a la vez, iba a conseguir tener una identidad propia, diferente de la de Expediente X: sin embargo, pocos fueron los que se dieron cuenta o, directamente, a los que les importo. Cielo Negro

Aunque el telefilme no es ninguna maravilla, destaca por varias de las ideas que serían aprovechadas en la serie de TV, cómo la aparición del grupo Majestic

La semilla de Cielo negro puede palparse en un trabajo previo de su creador y principal guionista, Bryce Zabel, el telefilme Negativa oficial (Official Denial, Brian Trenchard–Smith, 1993), que tiene el honor de haber sido la primera película producida por el Sci Fi Channel (actualmente SYFY). Narraba la historia de Paul Corliss (Parker Stevenson), un sujeto que descubría tras varias sesiones de hipnosis que había sido abducido por extraterrestres, lo que provocaba que su entorno y hasta su esposa comenzaran a dudar de su cordura. Cielo Negro

Pero Corliss estaba siendo secretamente espiado por la organización gubernamental Majestic-12, cuyo coronel al mando (interpretado por Dirk Benedict, el mítico Starbuck de la Galactica: Estrella de combate original y el no menos célebre Fénix de El Equipo A) era un tipo bastante siniestro y violento. La organización derribaba a la nave extraterrestre que se encargaba de las abducciones de Corliss y este terminaba por ayudar al extraterrestre que había sobrevivido al derribo, que resultaba ser un alien muy amigable y terminaba por revelarle al protagonista el verdaderamente noble motivo por el cual lo habían abducido durante todos esos años. Cielo Negro

Cielo Negro

Portada de la serie ‘Cielo negro’.

Mientras que el telefilme no es que sea ninguna maravilla, destaca por varias de las ideas que serían aprovechadas en la serie de TV. Por ejemplo, la aparición del grupo Majestic: el mito ufológico dice que el M–12 es un comité presuntamente creado por el presidente Harry Truman en 1947 después del incidente de Roswell formado por científicos, militares y miembros del gobierno que en algunas versiones, como en el telefilme, actúan al margen del Presidente y persiguen, catalogan e inspeccionan cualquier rastro de vida extraterrestre en Estados Unidos a la vez que generan una cortina de humo lo suficientemente convincente para tapar su existencia y alimentar a los medios de comunicación.

El título original del proyecto era The Progenitor, como también se llamaba según la biblia del proyecto el arco que hubiera cubierto la segunda temporada de haber existido. El método de comunicación telepática de Corliss con el alien también aparecería en el programa.

Pero lo más significativo es que Negativa oficial fue el proyecto donde no solo surgieron muchos de los elementos que darían forma a Dark Skies, sino que fue durante su gestación cuando Zabel se convertiría en un firme creyente: desde entonces ha escrito algunos libros dedicados al tema ufológico como A.D. After Disclousure: The People’s Guide to Life After Contact (2010) o Project Disclousure: revealing Goverment Secrets and Breaking the Truth Embargo (2015, ambos firmados junto con Richard M. Dolan) y solía escribir regularmente sobre OVNIS y su relación con el gobierno estadounidense en el portal Medium, al menos hasta el año 2022. En este sentido también opera como el reverso de Chris Carter, que siempre ha confesado ser un total escéptico.

Están aquí, son hostiles y gente muy poderosa no quieren que lo sepas. Este era el mensaje que grababa John Loengard en un futuro indeterminado y que se repetía en la cabecera de todos los episodios

Zabel y su colaborador Richard V. Friedman lograron vender el proyecto a la cadena NBC gracias, en parte, a la elaborada presentación de la “biblia” de la serie: No solo incluía una sinopsis, un argumento, una guía de personajes y un tratamiento del piloto (algo habitual en todas las biblias de este tipo), sino un glosario de conceptos, documentos relativos a Majestic como si fueran reales y marcados como “clasificados”, portadas de revistas ficticias, y hasta un plan (eso sí, no muy desarrollado, algo lógico debido a como corre el plagio en esos lares) de a dónde debía llevar la trama en las cinco temporadas pensadas de emisión.

La implicación de la cadena, de entrada, fue total, y durante el verano de 1996 inundaron vallas publicitarias, autobuses, anuncios en diarios o revistas con la figura de un hombrecillo verde de ojos saltones asomándose a través de la bandera estadounidense junto al logo de la serie. El horario de emisión, eso sí, no iba ser el ideal: sábado noche a las 20:00. Horario de máxima audiencia, pero en un día particularmente complicado.

Están aquí, son hostiles y gente muy poderosa no quieren que lo sepas. La historia tal y como la conocemos es mentira. Este era el mensaje que grababa John Loengard (Eric Close) en un futuro indeterminado y que se repetía en la cabecera de todos los episodios. Pero cuando el piloto daba inicio, a finales de 1961, todavía era un joven idealista que se había mudado a Washington D.C. junto con su novia Kim Sayers (Megan Ward) para trabajar al servicio de la administración Kennedy bajo el cargo de un congresista. Ambos estaban recién licenciados en la Universidad, creían en un brillante futuro de su país y eran lo suficientemente modernos para vivir en pareja sin estar casados, claro signo a principios de los 60 de que los tiempos estaban cambiando.

Cielo Negro

Cartel promocional de ‘Negativa oficial’.

Uno de los primeros encargos de Loengard era intentar recortar gastos y revisar si el Proyecto Libro Azul servía de algo o era una mera pérdida de fondos. Loengard decidía investigar sobre el terreno para entrevistar a un matrimonio que le narraban su propia experiencia en lo relativo a abducciones (Betty y Barney Hill, un caso legendario en el mundo de la ufología).

Sin tiempo a procesar la información recibida, a Loengard le asaltaban en plena noche: eran los agentes de Majestic, liderados por el frío Capitán Frank Bach (J.T Walsh) y su mano derecha, el temperamental Comandante Phil Albano (Conor O’Farrell), que amenazaban al joven, destruían la cinta que contenía la entrevista y le hacían saber que “ellos nunca han estado ahí”. Al día siguiente John encontraba un dossier con su nombre y con su firma sobre su mesa en el que se recomendaba mantener abierto el Proyecto Libro Azul…

Loengard no cejaría en su empeño hasta dar con Bach y tratar de averiguar las intenciones de su agencia. Y entonces atravesaba las puertas de un mundo al margen de la “historia oficial” tal y como lo conocemos, un privilegio frustrante y perverso. Cuando Bach le hacía partícipe de los secretos de Majestic, ya no habría vuelta atrás: Lo ocurrido en Roswell fue real. Una nave extraterrestre cayó en suelo norteamericano. Y en ella un hombrecillo gris se entrevistó telepáticamente con el presidente Truman y le exigió la inmediata rendición de la Tierra ante la invasión de su raza. Truman reaccionó violentamente, derribando la nave alienígena y creando una organización secreta con el objetivo de luchar contra los invasores. Esta se iba a llamar Majestic–12, su líder sería por Frank Bach, y se utilizaría el “Proyecto Libro Azul” tanto de tapadera ante la opinión pública como rastreador de posibles avistamientos.

El episodio piloto de la serie, de duración doble de uno normal, fue una auténtica joyita dirigida por Tobe Hooper, director de clásicos cinematográficos y televisivos

Pero cuando Loengard comenzaba a trabajar con Majestic se iba a llevar la primera y desagradable sorpresa de la que iba a ser una larga lista: los verdaderos invasores no eran los “grises”, sino unos parásitos repugnantes (a los que llamaban “ganglios”) que se adherían a las amígdalas y controlaban a su huésped. La única forma de extirparlos era abriendo la cabeza del sufrido infectado y hasta esa fecha nadie había sobrevivido al proceso.

Así que cuando Kim era atacada por estos seres, una mente colectiva a la que llaman La Colmena, John apostaba a todo o nada, desafiaba a Majestic y probaba un método experimental para salvar su vida. Consciente de que Bach y los suyos no se detendrían ante nada con el fin de asegurarse de que ella no comprometiera su misión, a John y Kim no les quedaba otra que huir tanto de humanos como alienígenas. Comprometido con la verdad, Loengard se entrevistaba con el presidente Kennedy y acordaban sacar toda la verdad a la luz. Tres días después, JFK era asesinado en Dallas…

El episodio piloto de la serie, de duración doble de uno normal, fue una auténtica joyita que fue dirigida por Tobe Hooper, director de tanto clásicos cinematográficos (La matanza de Texas, 1974 o Poltergeist, 1982) o televisivos (inolvidable su legendaria adaptación en formato mini–serie de El misterio de Salem’s Lot, 1979). Tenía ritmo, intriga, buenos personajes y algo de terror e incluso toques gore (la revelación de los “ganglios” era bastante repulsiva). La ambientación estaba muy lograda, con unos años 60 recreados de manera muy fidedigna (algo que tendría sus altibajos a medida que la serie avanzara y su presupuesto menguara) que vista hoy en día provoca la sensación de que Don Draper vaya a hacer un cameo en cualquier momento.

Además, luchaba por despegarse de la sombra de Expediente X casi desde el primer momento.La verdad está sobrevalorada”, respondía Bach ante las amenazas de John en claro contraste con el popular eslogan “La verdad está ahí fuera”. A decir verdad, Cielo negro miraba más fijamente a otro clásico de la ciencia ficción televisiva como Los Invasores (1967-68) que no a las aventuras de Mulder y Scully.

Durante el primer gran arco de la serie, que incluía las 12 primeras entregas, John y Kim viajaban de ciudad en ciudad en la línea de otras series clásicas del formato Traveling Angel como El Fugitivo, Kung Fu o la mencionada Los Invasores, desbaratando planes de La Colmena de lo más diverso, desde intentar una técnica de control mental con los telespectadores durante la emisión de la actuación de los Beatles en el Show de Ed Sullivan hasta, ayudados por el mismísimo Howard Hughes, desbaratar los planes de los aliens por hacerse con el Área 51.

Cielo Negro

‘Expediente X’; una serie con una sombra muy alargada.

Zabel y Friedman intentaban mantener un equilibrio entre la “ficción histórica” (era habitual y parte de la gracia del programa de que en cada episodio aparecieran personajes basados en gente real involucrados en la trama, en una lista que incluiría a Jim Morrison, Timothy Leary o Carl Sagan) que estaban desarrollando y el show de aventuras y ciencia ficción con toques de conspiranoia, pero sin dejar de lado un cierto desarrollo en los protagonistas, que eran los 90 y los espectadores cada vez eran más exigentes al respecto de la tridimensionalidad de los cosmos ficticios.

Pero la audiencia no pareció acompañar a la propuesta, y la serie se vería obligada a cambiar su estilo a partir de la decimotercera entrega. La relación de John con Majestic daría un drástico giro y se presentaría un nuevo personaje, la agente soviética Juliet (interpretada por Jeri Ryan poco antes de conocer la fama dando vida a Siete de Cinco en Star Trek Voyager) que a cada entrega iría ganando más protagonismo en detrimento de la pobre Kim.

Se podía palpar una cierta ansiedad en los últimos episodios de los que se benefició su interés, el ritmo se volvió más frenético, la trama mucho más dramática. Personajes heroicos se volvían villanos, florecían nuevos romances y ganaba mucho más peso el personaje de Bach, probablemente el más fascinante de la serie en gran parte gracias al buen hacer en el papel de todo un veterano curtido como J. T. Walsh. El tono del programa se volvía más oscuro, y la misión de John, que pasaba a tener tintes personales, más trágica.

Todo el elaborado plan de Zabel y Friedman, que tenía que haber llevado a los espectadores por cinco décadas diferentes a lo largo de otras tantas temporadas hasta que alcanzara 1999 se perdió como lágrimas en la lluvia…

Pero de nada sirvió. La serie fue puesta “en hiato” el 15 de marzo de 1997, que viene a significar una “retirada de la programación” por parte de una cadena aunque se plantee emitir los episodios restantes (dos, en este caso) en un futuro cercano, y que no implica per se una cancelación definitiva. Pero suele ir acompañado de esta, ya que raras veces los programas que pasan por este trago ven catapultada su audiencia posteriormente. El episodio final se emitiría el 31 de mayo de 1997, a pesar del llamamiento de Bryce Zabel a los fans para que inundaran de mails y cartas a la cadena NBC para evitar la decapitación final.

Todo el elaborado plan de Zabel y Friedman, que tenía que haber llevado a los espectadores por cinco décadas diferentes a lo largo de otras tantas temporadas hasta que alcanzara 1999 (el año donde habría culminado la serie también sería el de su emisión) y entonces nos contara el capítulo final de la guerra de Loengard contra La Colmena, se perdió como lágrimas en la lluvia… A España no llegaría hasta el año 2000, con el desembarco de las cadenas digitales. Empezaría a emitirla AXN en febrero de aquel año, junto a otras series de ciencia ficción que permanecían inéditas por estos lares, como Poltergeist o Stargate SG1, y en el 2006 sería reemitida por SyFy.

No puede decirse que Cielo negro dejara una huella muy profunda o que sea muy recordada. Cada cierto tiempo Bryce Zabel hace algún que otro llamamiento para intentar resucitarla e intentar vender el proyecto a alguna plataforma de streaming, como cuando hace un tiempo subió a su canal de YouTube un “falso tráiler” de una posible secuela que ocurriría en un futuro donde La Colmena ha triunfado en sus planes de invasión. Pero no era algo muy boyante, a decir verdad (usaba metraje de la saga Blade para presentar a John con el rostro de Kris Kristofferson, lo que le daba un aire de fan-made un poco pobretón).

Quién sabe, cosas más raras se han visto, si terminara por suceder puede contar conmigo como espectador. Lo que sí permanece de la serie es que haya terminado siendo una de las más representativas estrellas fugaces que orbitaron alrededor de un sol muy fuerte y luminoso, en un breve pero muy interesante periodo para las series estadounidenses de corte fantástico.

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