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Desde el estreno de la cuarta temporada de The Crown han sido muchas las voces oficiales, como la del príncipe Carlos, que a través de los portavoces de Buckingham han cargado contra la supuesta veracidad de la serie. La relación entre Carlos y Diana, la mala imagen de Lord Mountbatten (interpretado por Charles Dance) o la frivolidad extrema con la que se comportan algunos miembros de la familia Windsor, han sido los principales focos de la polémica.
La propia actriz Helena Bonham Carter, que interpreta a la Princesa Margaret, hermana de Isabel II, y que protagoniza algunos de los momentos más divertidos y más tristes de la serie, dio un paso al frente al admitir que Netflix tenía el deber moral de aclarar que The Crown es ficción:
«Está dramatizado. Creo firmemente que tenemos la obligación moral de decir «Eh, chicos, esto no es un documental, estamos haciendo una serie dramática. Y eso son dos cosas diferentes.«, dijo Bonham Carter. «Peter Morgan -continúa la actriz- «mezcla las cosas y hace malabares con ellas«.
Pero Netflix no tiene ninguna intención de mover un dedo. Según ha podido confirmar Variety, la plataforma no agregará el típico cartelito o frase de «Esta es una serie de ficción y cualquier parecido con la realidad es pura casualidad» ni nada por el estilo.
La semana pasada, el secretario de Cultura del Reino Unido, Oliver Dowden, pidió explícitamente que se agregara una etiqueta como ésta ya que teme que «una generación de espectadores que no vivió estos eventos pueda confundir la ficción con la realidad». Sin embargo, Netflix considera que sus espectadores son conscientes de su naturaleza ficticia.
«Siempre hemos presentado The Crown como un drama, y tenemos plena confianza en que nuestros espectadores entienden que es una obra de ficción que se basa en general en eventos históricos», dijo un portavoz de Netflix a Variety. «Como resultado, no tenemos planes al respecto, y no vemos la necesidad de agregar una exención de responsabilidad». Punto pelota.
Advertencia contra la bulimia
La temporada 4 narra la historia de la familia real acercándose poco a poco a la actualidad del siglo XXI, con la princesa Diana como uno de sus principales focos. Una de las cosas que más opiniones y comentarios ha generado es cómo la serie muestra de forma explícita la lucha de la recién coronada princesa de Gales contra la bulimia. Esos episodios están marcados con una advertencia al principio.
De hecho, Netflix tiene una página dedicada a las personas que sufren abusos, trastornos mentales o impulsos suicidas (https://www.wannatalkaboutit.com/es/) cuya dirección web aparece escrita al inicio de muchas de sus series con temáticas o escenas de contenido sensible.
Emma Corrin, quien interpreta de manera brillante a la princesa Diana, dijo en una entrevista: «Esas fueron escenas difíciles de filmar y también siento que llevarla a ese lugar fue algo bueno. Pero estaba muy agotada esos días cuando salía del set porque al mismo tiempo que estás interpretando a alguien que es una ficción y obviamente no estás sintiendo o pensando esas cosas, es tu trabajo hacer que se transmita como algo real».
Escrito por Serielizados (@serielizados) en 07 diciembre 2020.